Ummmmm, pues entonces es eso. Los dos coincidimos en ese punto tostado plus.

Ummmmm, pues entonces es eso. Los dos coincidimos en ese punto tostado plus. Pero ahora me dices que es un defectillo para ti, lo que no dejaría de tener todo el sentido del mundo, porque al final es un carácter propio que pudiera tener en común el estilo de tu ciudaZ. 

Anécdota sobre el "quemado" del café. Durante una época trabajé en un restaurante, usted ya sabrá la historia porque es viejo del lugar y porque soy un pesado. El caso es que venían asiduamente unos italianos a comer, siempre con negocios de por medio, serios, con aspecto de mafia napolitana (que viste mejor que la siciliana) y que no me dirigían la palabra en toda la comida, enfrascados en sus conversaciones comerciales con distintos clientes. Uno de ellos, después de haber venido ya en varias ocasiones me pidió permiso para preparar los cafés de la mesa y accedí (previa consulta a mi jefe y con miedo de que pusieran a dormir con los peces). Limpiaba meticulosamente el filtro del brazo, la parte de la máquina donde se metía el brazo, doble carga de café en el pocillo, prensaba bien y hacía unos cafés de medio dedo que podían cortarse con cuchillo y tenedor. El tipo, muy serio, como siempre, me dijo:

¿Te has fijado cómo se hace? Pues solo hay un secreto, la limpieza del brazo y la máquina. En España el café sabe a quemado porque no limpiáis los restos del anterior café y al final requemáis el café acumulado de todo el día.

Es algo en lo que siempre me he fijado desde entonces y, efectivamente, al margen de esos golpes salvajes que algunos camareros dan a los brazos del café, hay poca limpieza, que no higiene, en la cafeteras españolas. Y sí, siempre que he ido a Italia he visto más esmero en la limpieza a la hora de preparar el café. 

Saludos

Dani