Wine future: parecia cantado

302 respuestas

Hilo cerrado

    #75
    Mi Vinoy Yo
    en respuesta a in vino veritas

    Re: No soy Pablo Ossorio

    Ver mensaje de in vino veritas

    Perdonado, ¡hombre!, faltaría más D. Salvador...

    Resulta curioso que sean siempre los mismos los que intentan acallar un tema que está perjudicando seriamente a nuestro sector, a no ser que sean la parte contratante de la primera parte.... no sé si me explico.

    #76
    in vino veritas
    en respuesta a Gabriel Haro

    Re: No soy Pablo Ossorio

    Ver mensaje de Gabriel Haro

    No hombre, solo personalizo la cuestion con Pablo.

    en cuanto a todo esto, te diré que soy mucho más critico que vosotros, tanto que cuando (en privado) me pongo al tema, toda esta conversacion parece de patio de colegio.

    no es necesario el acuerdo, pero sí pensar por uno mismo, y yo lo hago.

    y sí, doble por jugar a abogado del diablo, puedo estar de acuerdo básicamente con él, pero no con su "obsesion". Ese es mi problema.

    saludos tambien cordiales desde el infierno.

    #78
    in vino veritas
    en respuesta a Mi Vinoy Yo

    Re: No soy Pablo Ossorio

    Ver mensaje de Mi Vinoy Yo

    Yo entiendo que reserves tu identidad, mira, yo juego con ventaja, me dedico a otra cosa, mis hijos no comen y visten del "vino" y así es más facil... es importante ésto.

    incluso si me "meto" con los criticos gastronomicos (has visto lo guapo que sale Rafael en la foto ultima que he colgado?:-) tambien juego con cierta ventaja (aunque menos) pues teniendo un restaurante, no vivo de la parte "gastronomica", si mañana estos criticos hacen una guía sobre "bodas", igual tengo que hacerme la cirugía estética :-)

    dicho esto, que sí hombre, que ojalá un día nos conozcamos y tomemos siete vinos juntos, verás esta lengua viperina como se mueve :-)

    te extraigo unos parrafitos, espero te gusten...

    Sobre los medios españoles es mejor no hablar, porque España no es tan grande y nos conocemos. Pero es triste que hoy el crítico más respetado del mundo (Parker) lo sea, sobre todo -al margen de ser un magnífico catador con un sistema de trabajo para muchos discutible- por ser insobornable. Y tiene verdadero mérito a día de hoy, sobre todo si miramos alrededor. En Francia, muchos hablan de las disputas entre Dominique Lafon y M. Bettane sobre si el maletero del automóvil debía volver a París vacío o lleno de cajas de vino. En Alemania muchos hablan del abuso de poder de Diel como coautor de la influyente guía Gault-Millau, hasta que Dönnhoff y Egon Müller dijeron basta. En Estados Unidos, Wine Spectator (y esto no son comentarios sino una realidad) eligieron Mejor Carta de Vinos a un restaurante italiano que solo existía en internet (solo web, no había local físico) y que, para colmo, se llamaba “El Intrépido”.
    Estoy convencido de que falta profesionalizar todos los sectores del vino, pero seriamente, sin concesiones a las apariencias. Y especialmente los medios de comunicación. Defender ante todo la cultura y la calidad, y no actuar exclusivamente según intereses económicos.
    La situación del vino es muy preocupante. Desde una doble perspectiva: a nivel elaboración (incluyendo viticultura) y de comercialización (incluyendo distribuidores, tiendas, sumilleres…).
    A nivel de bodega la viticultura está muy infravalorada comparado con Francia o Italia, prestándole muchísima menos atención de la que se merece. Muchos enólogos, tal vez porque practican solo una vez al año, necesitan años y años para ir controlando y entonces, muy a menudo, cambian de bodega y vuelta a empezar. Muchos directivos consideran una bodega como una fábrica y toman por tanto decisiones industriales, sin prestar atención a las particularidades del sector. Pasan de Coca Cola a Carrefour, y después a la bodega “equis”, con su flamante currículum vitae donde destaca su brillante éxito de “jefe de productos líquidos”.
    A nivel de comercialización no existe ningún tipo de especialización. Conviven en naves sin climatización productos de alimentación y vinos de la más diversa calidad, los cuales son vendidos por buenas personas (tristemente hoy es el requisito prioritario para ser contratado) que no saben absolutamente nada de vinos. La mayoría de sumilleres, con un horario largo y duro y un sueldo que le permite vivir dignamente, van perdiendo poco a poco su pasión inicial y acaban con la sensación de falta de tiempo, falta de dinero (el vino es caro, como la mayoría de aficiones) y sobre todo falta de energía. En las tiendas, agobiados por los abrumadores gastos, buscan vinos de máxima rentabilidad, pasando a un segundo plano la calidad.
    Coexistiendo con este panorama tan desolador como real, afortunadamente en los últimos veinte años en España, disfrutamos del trabajo de grandísimos profesionales en todos los sectores, tanto en bodegas (Artadi, Alvaro Palacios, Vega Sicilia…) como en distribuidoras (Vins Alemanys, Cuvée 3000, Vila Viniteca…), y sumilleres (Josep Roca, Alberto Redrado…). Todos ellos, y muchos más, son la referencia a seguir, ya que representa el trabajo bien hecho, la dignificación del sector del vino.
    Todos los profesionales estamos ante una encrucijada. Tenemos que elegir entre dos modelos muy distintos. El mayoritario, al que tristemente muchos están acostumbrados desde hace muchos años, dominado por los medios de comunicación, en el que los intereses económicos prevalecen sobre los criterios de calidad. El minoritario, mucho más reciente, con profesionales de gran valía, a quienes los medios de comunicación respetan (porque son conscientes de que saben veinte veces más que ellos), obsesionados en la búsqueda de la máxima calidad, aunque lógicamente deban tener negocios económicamente viables.
    Entre ambos modelos existe la misma diferencia que entre la “prensa rosa” y las publicaciones científicas, y entre ellos Muy Interesante, National Geografic, etc. El equivalente en el vino, de lo infame a lo extraordinario, serían los abundantes publirreportajes de publicidad encubierta: Vinum, El Gusto del Vino…
    (...)
    A nivel científico es evidente que no tiene éxito la prensa del corazón, la apariencia y los medios de comunicación. Pero el asunto se complica, como en el vino, cuando se busca objetividad (la calidad) a partir de valores subjetivos (el gusto). Con el boom del vino en los últimos ocho o diez años es imprescindible elegir un camino en la actual encrucijada. Hacia el glamur populista e hipócrita, donde la economía y los medios de comunicación son los pilares del sistema. Hacia una disciplina mucho más científica, rigurosa, seria, basada en el trabajo honesto y humilde de las personas y la búsqueda metódica de la calidad y el conocimiento.

    a su disposicion, Don Pablo.

    #80
    Gabriel Haro
    en respuesta a in vino veritas

    Re: No soy Pablo Ossorio

    Ver mensaje de in vino veritas

    ¡Ay Salvador!, no soy muy de santoral, ese tipo de cosas no las miro cuando veo el calendario. No se lo tome a mal pero parece que jueal al cura bueno, esos que estaban en los colegios.

    Ahora bien, y lo vuelvo a repetir, creo que una zona vitivinicola, y por estension un pais, esta por encima que cualquier critico, y no se debe plegar al modo que unos deseen, es aqui donde reside la verdadera discursion, pero si usted lo desea vamos al papel que quiere jugar aqui, lo que no entiendo es el por que de asa actitud.

    Saludos cordiales.

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