Cata de Bodegas Muga: Tradición y modernidad

Ayer tuve la gran suerte de estar presente en la cata de Bodegas Muga tan bien preparado, como siempre, por Vilaviniteca. Fue una gran degustación de su historia alrededor de los tres vinos más emblemáticos: Prado Enea(del 1978, 1998, 2001), Torre Muga (del 2001, 2003 y 2005), y Aro (del 2000, 2001 y 2005). Dirigido por Jorge Muga que nos fue presentando la bodega y los diversos procesos de estos tres vinos. Bodegas Muga mantiene una tradición y artesanía en su proceso de elaboración encomiable con una apuesta por la modernidad en sus vinos Torre y Aro. Los viñedos de Bodegas Muga, enclavados en plena Rioja Alta, disfrutan de un clima peculiar y excelente con diversos matices en función de qué uva hablemos y de que proceso de vino hablemos. Fieles a los métodos más tradicionales, Bodegas Muga emplea roble en todo el proceso de elaboración (fermentación, crianza y almacenaje). Más adelante haré algunas catas de los vinos degustados en la sección de catas, pero realmente cada uno es un mundo. Me llamó la atención el Prado Enea del 98, el del 78 era casi una lección de historia, el peculiar Torre Muga del 2003, fresco y cálido, el Torre Muga del 2005, que aunque le falte desarrollarse, creo que tiene futuro y sobre todo el Aro 2001, que Jorge Muga lo consideraba en esta cosecha como mediterráneo, extraordinario. Es curioso también observar, percibir sus aromas y ver su evolución en boca de los tres vinos de un mismo año, 2001. Fue una gran velada, sobre todo por descubrir algunos vinos y sobre todo entender su evolución y proceso.