Cata de vinos de Tarragona y quesos de la France

En Porrera hicimos una cata en Febrero de garnachas blancas, a la que asistió
Xavi Clua, y creo recordar que el propio René Barbier que tb asistió a esta cata,
felicitó a Xavi, por la frescura de este vino.
Realmente las garnachas blancas son unos vinos difíciles de "maderar", es decir,
de dar ese toque mágico de madera, entre sutil pero firme, delicado pero presente.
La fruta madura que emana de los aromas típicos de la garnacha blanca empalagosea bastante
con la vainilla de un tostado severo, y se queda en vulgarcilla sin un toque de madera. La
solución pasa por la utilización de un sabio coupage, es decir el toque mágico que puede
imprimir un tanto por ciento de otra variedad más fresca y delicada, o por el acierto
en la madera, creo que hasta ahora el que se acerca más a esa utopía es Joan Sangenís.
Tb he visto garnachas blancas vinificadas demasiado en verde, lo que se gana en acidez
o en frescura se pierde en cuerpo, complejidad y aromas.
Hay que trabajar en ello.
Creo que esta noche me beberé un Mas d´en compte blanco.