Yjar 2017...y otros!

Ayer presentó Telmo Rodríguez en el Club Matador uno de los vinos que más polémica han generado en este foro en tiempos recientes... El Yjar, que yo lo pronunciaba con acento (que no tilde) en el "jar" cuando en realidad es "íjar".

Aparte de los vinos, lo más interesante fue la conversación sobre la apuesta de Telmo a distribuir a través de La Place de Bordeaux. España, pese a la calidad que ya han alcanzado muchos de sus vinos, sigue siendo la gran ausente de las subastas y los foros internacionales; sobre todo en comparación con Italia o Estados Unidos y el Nuevo Mundo. Se piensa que distribuir algunos vinos clave a través de los negociants de Burdeos debería ayudar en este proceso. No sabía yo que el primer vino no-francés en La Place fue Almaviva, y luego vino Opus One y ahora hay ya varias decenas de ellos. Yjar ha sido el primer español.

El problema es que en este segundo año se han "apuntado" a La Place un par de vinos que quizá no son de similar perfil (uno es Real de Asúa y otro uno de Marqués de Riscal, que no recuerdo) y que tal vez no tengan el efecto pretendido. Ya veremos.

Los vinos que catamos fueron estos...

Sí, sí, lo estáis viendo bien. 2017, 2018...2019 y 2020!!

Catamos los cuatro en sentido temporal inverso. El 2020 está todavía en barrica y no se embotellará hasta verano del año que viene. Así que estaba como os podríais imaginar: tánico a tope. Pero con una aromaticidad brutal. Este vino promete!

El 2019 lo embotellarán el mes que viene y ya se notaba sorprendentemente accesible. Me pregunto si este vino se cerrará como hacen muchos Burdeos antes de volver a estar "bebibles". Pero por lo que probé luego me da la sensación de que este vino aún siendo de guarda se puede beber relativamente pronto sin mucho cargo de conciencia.

Yo creía que el encuentro iba de catar el 2017 y 2018 (por lo que los otros dos fueron una agradabilísima sorpresa). Sin esta ocasión creo que hubiese pasado unos cuantos años sin poder saber qué tenía entre manos con esos 2017 que conseguí el año pasado. Y con todo el morbo que ha generado este vino me ilusionaba especialmente tener la oportunidad de catarlo ya!

Y sin embargo tanto el 2017 como el 2018 me parecieron perfectamente disfrutables ya. Los guardaré unos años, sí, pero no creo que pase nada si abro el primer 2017 en algún momento de 2023. Y luego espaciando cada dos años para ver cómo evoluciona la cosa.

El veredicto? Vinazos, sí. Muy bordeleses en estilo. Muy aromáticos. Taninos finos no: lo siguiente. Tan sedoso ya que ya digo que no veo estrictamente necesaria la espera. Eso sí, el 2018 es netamente mejor que el 2017 en todo. Quizá aquí hubiese merecido la pena probar el 2017 antes porque tras el 2018 generaba una pequeña decepción.

Hacia el final de la cena (que se alargó...) volví a catar el 2017 sin hacerle sufrir la comparación inmediata de su hermano más joven y puedo decir que no creo que nadie se quede insatisfecho. Eso sí, recomiendo intentar hacerse con algún 2018, que va a estar difícil porque la producción es incluso inferior a las 7.000 botellas del 2017.

Abrazos!