I Cata Temática de Barolos Viejos

Sí, ya pongo primera cata en el título a sabiendas de que habrá una segunda dado el material que ya tenemos; al preparar ambas tandas traté de separar un poco elaboradores y diferentes añadas para conformar dos sesiones bastante homogéneas en interés y calidad.
Creo que con ambas daremos un bonito y variado repaso a la historia del Barolo, estando representadas las mejores añadas y grandes elaboradores.

Pero vamos con la pequeña crónica de lo que dio de sí esta primera. Nos juntamos en el restaurante Il Bambino 10 ávidos catadores, entre los que tuvimos la suerte de contar con Juancho Asenjo, grandísimo conocedor de los vinos italianos, con el que aprendimos y disfrutamos de lo lindo (gracias Juancho).

Antes de empezar con la tanda, como aperitivo sorpresa, una botella de Paternina Rinsol blanco de los años 60, que bebimos sin dar el tiempo necesario para que cogiera su temperatura y desplegara todo lo que lleva dentro… los que aguantaron el vino en copa disfrutaron de lo lindo. Como comenté ya en otro foro, tiene pinta de ser un grandísimo blanco, sin duda habrá que probarlo con tiempo y darle protagonismo (afortunadamente tengo más botellas).

Decidimos que el orden de cata sería del más viejo al más joven, por lo que así quedó el panel con los 11 vinos en liza:

MIRAFIORE BAROLO 1947

Un vino con mucha historia de una de las casas más antiguas de la zona.

Color claramente evolucionado, infusionado, con predominio de los tonos tejas y marrones, ribete acuoso y con presencia de abundantes precipitados.

En nariz es cambiante, con un inicio desconcertante (manzana ácida) que al airear va hacia endrinas en licor, siempre con terciarios predominantes (cuero y maderas viejas) y ciertos toques de humedad, con ciertas puntas alcohólicas, todo un poco deslavazado.

Mejora la boca, nos sorprendió su acidez que sin duda es lo que lo mantiene aún en pie; apuntes de aceituna negra y cueros, apuntes de fruta en licor, muy placentero, pulido pero sabroso, con un final de buena longitud y un tanto amargoso.

Una de esas rarezas que es un privilegio el poder probar, es más que un simple vino, es historia.
No califico.

PIO CESARE BAROLO 1961

Decía Juancho que este es uno de los elaboradores clásicos y que este vino era un fiel exponente de lo que debe ser un vino viejo de Barolo.

Color cereza rosáceo de capa baja, con presencia de ligero precipitado.

A copa parada aparecen toques alquitranados que van desapareciendo para dejar paso a una nariz intensa y de bastante complejidad, con fruta licorosa (cerezas) en primer plano bien arropada en un fondo marcadamente mineral y finos terciarios (especias dulces, tabaco).

En boca presenta una evolución clásica, es fino y elegante pero mantiene la acidez y un tanino aún presente, ligeramente balsámico, fresco y sabroso, con un final de gran persistencia y calidad.

Para algunos, en el podio de la cata por su tipicidad, sin duda diferente al resto.
9.4

FRANCESCO RINALDI BAROLO 1964

Excelente elaborador en la época, por lo que sus botellas se dejan ver poco y están muy cotizadas. A tenor de esta botella, con toda la razón.

Sorprende su color apicotado intenso y de capa alta, impropia de un vino con 50 años. Comentaba Juancho que se debía probablemente a la aportación de barbera. Limpio y brillante, sin apenas presencia de posos.

Nariz potente, desafiando como su color lo que indica su edad. Ccompleja, muy frutal (fruta roja bien madura), notas ahumadas, tabaco, moka, apuntes minerales, formando un conjunto muy intenso de gran calidad.

En boca se muestra contundente, tiene un ataque poderoso con la fruta por delante de los sabores minerales y de chocolate amargo, con una excelente acidez que hace que esa musculatura no sea pesada. Excelente final de gran persistencia que reproduce las sensaciones previas.

Tremendo vino, con mucha vida por delante.
9.7

GIACOMO CONTERNO BAROLO 1964

Color cereza claro ligeramente velado y con ribete marronoso, pero sin precipitados, de capa media.

Nariz muy compleja, difícil, al límite de volátil (Juancho comentaba que es seña de identidad de Conterno), pero intensa y con muchas capas de matices: floral a ratos, luego frutal, con ese fondo animal (caza) y bien especiado de los grandes barolos viejos.

Boca muy potente, gran nobleza, estructurado y serio, dotado de buena acidez, mineral, fruta en licor bastante presente que se prolonga hasta un final muy largo que se completa con matices especiados. Estos Conterno son los mitos de Barolo, uno de esos vinos que hay que probar en cuanto se pueda.
9.6

ODDERO BAROLO 1967

Uno de los “tapados”, con menos nombre que otros en la cata, esta botella nos guardaba un grandísimo vino .

Y lo dejó bien a las claras desde el principio, con un color casi juvenil, sin apenas evolución, bonito y brillante picota con tonos rojizos y buena capa, muy limpio, denota gran viveza.

En nariz se muestra franco, con fruta roja ligeramente licorosa en primer plano, pero arropada con tonos trufados, hojarasca, finos cueros, especias y tabaco de pipa, conformando una nariz otoñal y de bonita complejidad.

En boca sigue empeñado en demostrar que es más joven de lo que dicta su etiqueta, tiene mucho brío y, apoyado en una acidez excelente, invade la boca de sensaciones de fruta roja licorosa junto a esos matices especiados (clavo, pimienta), chocolate negro, tabaco y se despide en un final largo, mineral y fresco.
Un vino que está en un nivel altísimo y al que le queda muchísimo por delante, está suspendido en el tiempo, parece que no quiere envejecer. Grande!
9.5

FONTANAFREDDA BAROLO GRAN CRU LA ROSA 1967

Si el anterior puso la cara, esta botella fue la cruz.
Una auténtica curiosidad, de los primeros vinos en Barolo etiquetados como de pago (Gran Cru dice la etiqueta ) y de un gran productor histórico como es Fontanafredda, una botella preciosa.

Pero apareció el temido TCA, en este caso no demasiado presente, por lo que al menos en boca nos pudimos hacer una idea de lo que el vino prometía, que era mucho.
En fin, cosas que pasan y la verdad es que podemos decir que somos afortunados porque dado la cantidad de viejos que desfilan por nuestras manos, la cantidad de problemas es mínima. Procuraremos volvernos a encontrar con él en el futuro.

VIETTI NEBBIOLO 1974

Uno de los productores de culto actualmente, de los que suelen copar las puntuaciones más altas de la crítica (en especial de Parker). Sus vinos viejos se dejan ver muy poco. En este caso, el vino no era un Barolo sino su Nebbiolo básico.

Rojo rubí más bien apagado, limpio, de capa más bien baja.

Nariz un tanto sucia al principio, con notas de laca de uñas, pero que el aireado limpia para mostrar una nariz de mediana intensidad pero buena complejidad, muy en línea con lo que se espera de un vino viejo ya en su declive: fruta muy licorosa, hierbas de monte y humedad, viejas maderas…

En boca está muy pulido aunque sostenido por su buena acidez, que hace que no se perciba cálido; repite las sensaciones marcadamente terciarias con toques de fruta roja licorosa y remata con un final no demasiado largo.

En este caso se percibe claramente la diferencia de envejecimiento entre los Barolo y estos Nebbiolo, aunque ha aguantado el tipo más que dignamente lo que habla muy bien de este productor.
8.3

RATTI BAROLO MARCENASCO 1978

Si bien los Marcenasco de este productor son reconocidos por su calidad y siendo el 78 una gran añada, lo cierto es que este vino sorprendió unánimemente por su gran nivel.

Rojo rubí con reflejos granates y rojizos, de capa media-alta, limpio.

Nariz ya abierta de inicio y que va ganado en intensidad y complejidad a medida que se airea en copa; toques florales y minerales, ciertamente frutal, setas y bosque umbrío, con un fondo especiado y finamente matizado por toques de tabaco y cuero.

En boca se presenta fino y elegante, sabroso y envolvente, redondo y casi acariciante, con un magnífico tono balsámico que refresca la fruta roja en licor todavía muy presente y complementa las sensaciones especiadas. Gran final, de buena longitud, que deja una estela de sabor y armonía que invita a repetir trago. Gran Barolo!

Un vino que seguramente no tiene la mejor nariz, ni la mejor boca, pero tiene todo de gran calidad y con gran equilibrio y finura. Excelente.
9.5

CERETTO BAROLO BRICCO ROCHE BRUNATE 1979

Otro reputado productor con uno de sus mejores pagos.

Rojo rubí con ribete donde despuntan algunos matices atejados, capa media, y abundante precipitado.

Nariz francamente interesante, misteriosa y compleja, con notas florales de inicio que van dejando paso a las frutales (fruta roja en licor) y a aromas especiados (nuez moscada), buen tono mineral y apuntes de café tostado y trufas.

Entrada en boca potente, marcando unos taninos aún vivos, pero con fruta y especiados de calidad, acabando en un final largo delicadamente amargoso.
Muy bueno ya, parece que aún puede ir a más.
9.2

A. CONTERNO NEBBIOLO DELLA BUSSIA SOPRANA 1980
El segundo Nebbiolo de la cata, de nuevo de un productor que cotiza alto.

Color rubí rojizo, limpio y brillante, de capa media.

Nariz muy fragante de buena intensidad, marcadamente frutal aún (mermelada de frutas del bosque) pero con presencia de terciarios de calidad (clavo, laurel, tabaco, hojarasca).

En boca es muy fresco, con nervio aún por su buena acidez, equilibrado, manteniendo ese tono frutal, algo más licoroso que en nariz, y con un final largo y muy placentero que deja un gusto especiado y ligeramente balsámico.
Un vino de una calidad asombrosa tratándose de un “simple” Nebbiolo y que se mantiene en buena forma a pesar de los años.
9.0

CORDERO DE MONTEZEMOLO BAROLO 81

Había ganas de probar los viejos vinos de este productor, de los que habíamos oído hablar muy bien. Pero esta botella sí que salió rana del todo, así que nos quedamos con las ganas.
Mala suerte.

Finalmente, aunque ciertamente no menos importante, un reconocimiento y nuestra gratitud hacia el restaurante Il Bambino. Nos dieron infinitas facilidades, nos ayudaron en todo lo necesario, nos hicieron sentir como en casa… y nos prepararon un estupendo menú con el que disfrutar los vinos. EXCELENTE.

Como llega el verano y nos “despedimos” de estas sesiones hasta septiembre, no quiero dejar pasar la oportunidad de comentar algo que suelo repetir con cierta frecuencia cuando me preguntan. Montar estas catas, buscar las botellas, negociarlas, prepararlas, gestionar el restaurante, etc… es siempre tarea ardua y laboriosa, pero siempre es un gusto y un placer enorme contar con un grupo de gente entusiasta y dispuesta a participar y ayudar para que estas pequeñas “locuras” sean posibles; es la mejor forma de aprender y la única de poder probar alguna de estas joyas. Gracias amigos por vuestro apoyo y reconocimiento.

Aquí van las fotos de la cata:

Panel de cata la completo