En realidad es que en Guímaro no catamos ni un solo vino de la botella sino que

En realidad es que en Guímaro no catamos ni un solo vino de la botella sino que catamos de barricas (a veces hasta tres barricas diferentes del mismo vino para ver las diferencias que las distintas maderas aportan al vino) y del depósitos directamente. De modo que la comparación es difícil.

Pero lo que dice Pepe tiene sentido: Guímaro es un proyecto ya maduro mientras que Pazo de la Cuesta está arrancando así que no es de extrañar que los vinos del primero estén más conseguidos y consistentes.

Aún así yo creo que Cuesta tiene el potencial de llegar igual de lejos vistos los viñedos y el mimo que le están poniendo ahora los nuevos asesores enológicos.