Que esperar a un general acuerdo entre las distintos sectores del Marco no es

Que esperar a un general acuerdo entre las distintos sectores del Marco no es muy realista. Y lo más probable que se imponga la via de los hechos. Al final nos quedaremos con -¿dos o tres?- grandes grupos en el Marco que quizás acierten a sobrevir vendiendo mucho volumen a precios que no devoren sus márgenes, y una periferia de pequeñas bodegas especializadas en vinos de gama alta.

El problema es que por el camino habremos perdido ";vinodiversidad"; -grandes soleras se diluirán en otras, o simplemente desaparecerán- mientras que viña, y patrimonio histórico sucumbirán en favor del puñetero ladrillo. Todo ello es muy preocupante. Lo primero, porque la pérdida de grandes soleras y firmas afecta gravemente a la imagen del vino de Jerez en su conjunto: imagínate qué sensación daría Burdeos si en poco tiempo desaparecieran de la faz de la tierra los vinos y viñas de Chateau Latour, Mouton-Rotschild, Margaux, Haut Brion...bueno, pues algo parecido está en marcha en Jerez y Sanlúcar. Lo segundo no es menos lamentable, y de consecuencias no menos perniciosas. Como habrás podido sufrir casi en carne propia, la piqueta ha actuado salvajemente tanto en Sanlúcar como en Jerez -siendo inexplicable por qué la Junta protege las bodegas portuenses y no las sanluqueñas y jerezanas. Personalmente, no se qué rayos vamos a enseñar al aficionado al vino dentro de unos pocos años: a nuestros políticos se les llena la boca hablando de turismo enológico, pero no hacen nada para parar la barbarie. Pero es que no sólo son los atípicos. Estamos metidos en el enésimo monumental cirio sobre manzanillas y finos. Pero lo que nadie dice es que el peligro mayor para la manzanilla no es una decisión u otra del Consejo Regulador, sino la desaparición a velocidad de vértigo de las mejores bodegas urbanas sanluqueñas: si nos tomamos en serio el tema microclima, se hace con todas las consecuencias. Y luego está el tema viñas. Todos sabemos que en el Marco hay algunos unos moscateles de calidad francamente sideral. Y todos sabemos que los mostos proceden de viñedos chipioneros ¿Cuánta superficie va a quedar de ellos en pocos años? Es más, a día de hoy hay un pago mítico en peligro, el de Miraflores en Sanlúcar: un proyecto de macrourbanización -con su campito de golf, y todos sus estúpidos aditamentos- va a reventar algunas de las mejores albarizas del Marco ¿De dónde van a salir los mostos cuando se decida, de una buena vez que hay que volver los ojos otra vez a la viña, que hay que hacer vinos de pago?

El panorama es terrible, y no son sólo los bodegueros los culpables. Desgracidamente sufrimos una clase política local incompetente y corrupta, que no sólo no sabe nada de uno de los mejores vinos del mundo, sino que su propia existencia le estorba para hacer realidad sus sucios enjuagues.