Te doy la razón en que cuando te empiezas a mover te das cuenta que cosas

Te doy la razón en que cuando te empiezas a mover te das cuenta que cosas buenas las hay por todas partes. Ahora, lo que no habrás encontrado por ahí es jamón del bueno, eh 😉

Supongo que lo del tempranillo es debido a dos cosas: por un lado, no deja de ser una uva cuya expansión por España es bastante reciente. Si te fijas, la mayoría de la variedades en las que ha habido intercambio con los paises de Europa son mediterráneas (me vienen a la cabeza garnacha, cariñena y monastrell, pero bobal la hay en Italia, por ejemplo). En la época en la que estas variedades viajaron por el Mediterráneo creo que el tempranillo estaba bastante limitado tierra adentro. Por otra lado, creo que cuando se dio la expansión hacia el nuevo mundo la enología miraba casi exclusivamente a Francia y el vino español en general jugaba todavía en otra liga (eso suponiendo que ya no lo hace). En esas circunstancias parece lógico que el tempranillo tampoco triumfara en la carrera internacional de variedades.

Aunque coincido contigo en que es una uva muy versátil y bastante agradecida. La variedad de estilos de vino que se pueden hacer con ella es grande, va bien sola pero se deja acompañar, y a pesar de que, como todas, tiene un clima idóneo para desarrollarse, creo que se ha adaptado bien a lugares diversos, por lo menos tanto como muchas francesas omnipresentes.