Entiendo tu sensación con respecto a los sartenazos, a mí también me pasa.

Entiendo tu sensación con respecto a los sartenazos, a mí también me pasa. Cuando vine a vivir a Barcelona hace 5 años, donde este tema es muy exagerado, un día en un bar llegué a decir que dejaba de beber vino fuera de casa, así que imagínate... (evidentemente no fue así). Pero por otro lado tampoco veo que la hostelería sea un sector muy boyante, y al final el pequeño empresario tiene que cuadrar las cuentas.

Yo viajo mucho a Italia por trabajo, y allí es más exagerado. Los precios del vino en tienda son similares a los españoles, pero en los restaurantes son todavía más caros que aquí.