Nos encontramos ante otra de estas especiales elaboraciones del inquieto Rafa Vivanco.
El vino está encerrado en la clásica y bonita botella de la familia Vivanco, vestida con elegancia y con aire moderno.
A la vista se manifiesta limpio, brillante. De color rojo picota de capa alta, buena, gruesa y persistente lágrima en la copa.
En nariz, en un principio da fruta sobremadura, ciruelas pasas, con el paso del tiempo y una buena aireación la sobremadurez se va perdiento y salen las frutas frescas rojas del bosque, notas balsámicas, mineralidad, elegantes ahumados. La madera se percibe muy bién integrada.
En boca es frutoso, ampuloso, llena la boca, es elegante, carnoso. Me dá fruta de ciruelas pasas, en un princio, y acaba en frutas más carnosas del bosque en sazón. El paso de boca es elegante y es muy largo.Me da una permanencia en boca de 3,00.
De este vino solamente se han elaborado 2.175 botellas.