Color amarillo claro brillante.
Aromas de buena intensidad y mucha calidad donde sobresale la pastelería fina y los frutos blancos y amarillos, hay cítricos dulces, flores y tostados.
En boca es sabroso y frutal, tiene un paso de boca aún "durillo", nunca pense que iba a decir yo esto de un vino del 2000, necesita aún bastante botella, ya que estaba degollado en Abril del 2010. No obstante ofrece bastante calidad y mucha complejidad, unidos a toques de elegancia.
Una verdadera lástima no haberlo dejado un par de años más. Nunca emplearé el MALDITO PALABRO "infanticidio", solo ahora, ojo como referencia, para indicar que aún jovencitos (cuando ya se han abierto y no queda más remedio), hay que saber sacarle y aprovechar las máximas cualidades.

VISUAL: Color amarillo dorado, burbuja muy fina, persistente y con gran presencia.
OLFATIVA: Gran intensidad, primera impresión con cítricos, pomelo rosa, ligeras violetas marchitas, rosas, diversas notas florales, toffes de fondo y frutos secos, pera, al rato es mermelada de pera y sigue dando registros aromáticos, sin desaparecen aromas, se van sumando.
GUSTATIVA: Muy fresco, ligera sensación grasa, cítricos, sensación salada, gran acidez, con fruta, sensacional lo vivo que está, amplio, vinoso, carbónico suave e integrado, muy largo. Grandísima boca.
99€aprox.

Dorado intenso, burbuja media y abundante.
Aromas no muy intensos destacando siempre la elegancia y la limpieza. Notas florales, frutas blancas de hueso, trazas balsámicas y anisadas, bollería recién horneada, tonos minerales, un mínimo toque especiado, frutos secos, piel cítrica, livianos tostados, una paleta de gran distinción y complejidad que mejora con el aire.
En boca es deliciosamente armónico, equilibrado, destacando su magnífica acidez perfectamente ensamblada en un conjunto que da gusto beber por su perfecto balance. Largo final que nos deja de nuevo los toques frutales, cítricos, minerales y de frutos secos. Buena persistencia. Carbónico perfectamente integrado.
Grande Anée es siempre un seguro, un enorme Champagne que muestra la calidad de un soberbio productor como es Bollinger. Este 2000 está un poco por debajo del 99 y muy por debajo de 96 pero aún así es todo elegancia y equilibrio y se bebe de maravilla por su gran clase. Unos 80 euros, lo bueno se paga.

No es difícil comentar esta pequeña joya, ya que se trata de un espumoso con una riqueza en nariz que nos recuerda el briosche tostado y frutos secos.

Con paso sedoso y con carácter por boca dando alegría y fiesta al paladar, con un carbónico fino y un ligero toque vinoso.

cristalino su color amarillo oro palido y traslucido.

En principio en nariz da aromas de reduccion, necesita un poco de aireacion, despues salen aromas de crianza, bolleria, suaves tostados, frutos secos, tambien salen aromas frutales y florales, recuerdos citricos.
En boca es elegante, con cuerpo, esta muy vivo y tiene para tiempo, el carbonico esta bien integrado, buena acidez , fresco, afrutado, sabroso, con un final largo ligeramente amargo que gusta.

Un Grande Annèe singular; lo he encontrado bastante menos arrollador y potente que otras añadas, algo apartado del estilo Bollinger “normativo”. Más fino, menos sustancioso, muy equilibrado.

Necesita un poco de aire para mostrar su paleta de aromas: perfil clásico de Pinot con barrica; brioche, levadura, galleta, pan caliente. Algo de fruta blanca y, vainillas y tostados discretos de la madera.

En boca es pura crema, acaricia con abundante espuma pero tan fina que no molesta, apetece nuevo sorbo. Acidez importante, como es habitual; muy equilibrada con los sabores frutales y de la crianza.
Elegante y muy largo. Vida por delante.

Amarillo muy vivo con poca burbuja y muy pequeña.

Aroma de gran elegancia, que se incrementa con tiempo y aumento de temperatura y de amplio registro desde césped mojado a fruta roja pasando por bollería. Muy elegante.

Boca con cuerpo potente, muchísimo carbónico y muy en su punto, pequeño y finísimo, la acidez muy bien graduada, vivo y estructurado en largas líneas verticales que se implantan en el paladar, tiene una gran presencia en boca, expresividad de fondo amargo. Muy largo.

Ganará en unos años. Producto estrella de la casa Bollinguer con muy merecida fama.