De color rojo picota y ribete cereza, de capa medio-alta, con ligero menisco.
En boca abundante y licorosa fruta roja, sotobosque, balsámico, y toques de café ligeros y elegantes tostados.
La entrada en boca es suave, de paso rápido, acidez correcta y persistente. Tanino domado. Redondo.
Recomendable decantar y dejar evolucionar. Embotellado en marzo de 2007.

Fruta negra y algo de tierra con paja, y notas lejanas de flores secas y sotobosque. Boca golosa, pero equilibrada.

VISUAL: Cereza intenso y brillante, ribete violaceo. Capa media-alta.
OLFATO: fruta roja y negra madura, vainillas, cacao, con carácter, elegante, fino, equilibrado, franco y con unos finos aromas minerales.
GUSTO: buena entrada, acidez presente, cuerpo medio, amplio, cremoso, maderas nobles perfectamente conjuntadas con una fruta negra fresca, redondo. Taninos sedodos y elegantes. Complejo. Persistente.
Precio aprox. 52€
RCP baja

Mauro es sinonimo de excelencia y calidad. Ahora bien las vendimias seleccionadas son algo de otro mundo. Vengo de Johnys un restaurant cubano en la Avenida Rosevelt en Hato Rey , Puerto Rico ( suburbio de la capital) y allí el dueño nos preparo unas chuletas de cerdo "can - can" y entre cuerito y cuerito descorchamos la primera de tres botellas de este vinazo que es "caldo de calandriaca" y luego con un carne tipo "new york" y arroz blanco y frijoles negros bajamos las otras dos y este vino esta bestial, fruta negra y roja que ni botandola se acaba, sabroso , redondo, integrado, carnoso de excelente acidez y un gran post gusto. Mariano , eso si es consistencia.

Color negro picota de buena capa, nariz terrosa y especiada con madera y fruta roja y negra muy madura y bien equilibradas.Tánico y potente, suave y meloso, de acidez equilibrada que alarga el recorrido en boca. Es un vino fantastico.

Cata de vinos en la JORNADA DE PUERTAS ABIERTAS: CASTILLA Y LEÓN de Vilaviniteca. Color picota granate. Elegante, sutil y complejo, aromas de fruta roja, vainillas, minerales, balsámicos, elegantes maderas y un largo etcétera. Se estuvo decantando durante un buen rato para poder salir , todavía está por definirse. Poco a poco se iba poniendo majestuoso, potente, aterciopelado, de estupendo equilibrio entre las notas frutales y las de sus nobles maderas. Recuerdos de fruta negra y roja madura, grano de café, tabaco, elegantes cueros... Persistente final muy aromático con una larga vía retronasal. Alcanzará su plenitud con la estancia en botella. Un tinto para el deleite. Me ha gustado más que Terreus. Gran vino

Granate picota ribete con tonos rosados.
Nariz intensa y vigorosa. Frutos negros, mentolados y especiados.
Y destaca con rotundidad el excelente tostado común a todos los Mauros. Quemados, ceniza y humo. Torrefactos sin embargo muy agradables.
En boca es denso y largo. Quizás algo difícil para paladares confortables.
Excelente

Hay en los vinos de Mariano un factor común, el equilibrio entre potencia y elegancia. Color picota cubierto y vivo, con ribete violáceo. La nariz es intensa, compleja, con volumen, pero pese a todo franca y fresca y con muy buena definición. La nariz ofrece fruta negra madura y en compota, e incluso un toque de arándanos en licor. Hay también algún recuerdo especiado y a monte bajo, algunos tostados y algo de azúcar quemado. En boca el ataque es intenso, es un vino corpulento, amplio y sabroso, pero bien vertebrado por su acidez y por la calidad de la fruta. Tiene buena estructura, notable longitud y unos taninos que se funden en la boca, dulces y seductores.

La nariz presenta matices intensos de maderas nuevas, a los que se le sobreponen ciertos toques cálidos ( alcohol ) y de fruta negra en compota ( ciruelas ). Con la aireación el vino se abre dejando paso a aromas más amables tanto frutales maduros, como torrefactos, mentolados, de cacao y atisbos de alicoramiento. Hay notas de ciprés y monte bajo, pero las finas maderas siguen estando muy presentes aunque más dialogantes con la fruta en su final. En boca muestra estructura y cuerpo, pero en estos momentos el paso es muy secante y astringente, teniendo unos taninos de la madera muy marcados. Posgusto de frutillos silvestres en licor y retronasal donde se percibe cierto matiz avainillado. Hay que esperar algo más para poder hacerse una idea sobre este vino, ya que esta falto de más ensamblaje de los taninos, aunque la mano que mece esta cuna sabe muy bien lo que hace y nunca suele defraudar. Vestimenta tánica desde luego no le falta.