Veo que todos los comentarios son de hace varios años, del 2005 los más recientes. He conseguido probarlo en el 2016, 13 años después de su añada, gracias a Carlos de Vinacoteca, y puedo decir que es un vino que es un espectaculo, es un vino que todavía esta vivo, con infinidad de matices tanto en aromas como en sabores, que van evolucionando hasta un punto de oxidación jerezana, pequeña pero impresionante. Es una gozada y un placer. Lo probamos en casa y después con los de Vinacoteca y a todos nos pareció una maravilla. !Qué bien evoluciona! y eso que es de una mala añada riojana. Pero está formidable ahora. Color amarillo muy dorado, brillante y denso. En nariz aromas muy atractivos, van cambiando, desde notas de membrillo, amieladas, notas florales, hierbas, hasta toques a vinos de jerez, oxidativos. Va cambiando y es una gozada sus diversos aromas. En boca es una delicia, muy untuoso, con mucho carácter, excelente acidez, frutos secos, un gran borgoña riojano. Un vino muy largo y con gran recorrido. Si alguien tiene otra botella es un festín y todavía le queda. Muy vivo todavía.

- Si.
- Amarillo dorado; limpio y brillante.
- Mucho da en nariz: melón, membrillo, cascara de naranja, con un fondo ligero de carmaelo y tostados.
- Untuoso en boca; bien de acidez y cierto amargor agradable al final; no se queda mucho.
- Estilo borgoña, ahora bien, por él precio que tiene me apunto a referencias de allí; el precio es un pero en este vino, que le vamos a hacer.

Amarillo pálido con poca lágrima. En nariz notas de madera que protagonizan el regaliz, el hinojo, flores sobre un fondo de tostados. Es untuoso y la acidez se integra bien con la madera. En retronasal aparecen las notas de vainilla y por ende de la madera. 23 EUR nos siguen pareciendo una mica massa. Ultimo vino de una cata de nueve, los sentidos ya estaban algo embotados.

Amarillo dorado, brillante, limpio y con abundante lágrima. En nariz la intensidad es media-alta. Aromas a flores marchitas, incluso a crisantemos, membrillo, toques amielados, manzana. En boca es muy curioso ya que se siente una ligera sensación de aguja, es muy concentrado, denso, untuoso, suave, con un volumen medio. Me gustaría más acidez, quizá es un poco pesado. Postgusto con buena persistencia.

Amarillo muy brillante con reflejso dorados. Nariz atractiva, seductora y cambiante con suaves notas de membrillo, toques maduros que recuerdan vagamente a un vino generoso, y un seductor caracter floral, incluyendo notas de flores blancas ajadas. A copa parada aparecen suaves notas de barniz de uñas. En boca da inicialmente una sutil sensación de aguja que al verter el vino en la copa ya se detectaba visualmente, suave amargosidad, tremendo ensamblaje, untuoso, con carácter excelente acidez. Largo y con notable recorrido.

Aspecto Limpio y dorado.
Aroma con intensidad media alta en una incesante fragancia que me recuerda al mejor rosari de un buen cava. Valga la comparación del aspecto visual sobre el aromático. Al principio aromas a hinojo y hierba fresca, para pasar a flores y más tarde a fruta en su punto. Cáscaras de naranja seca, orejones. Insisto, incesante.
En una sensación fulgurante, da algún toque cítrico con toques a fruta macerada en zurracapote.
La Boca. Entra a la boca el sorbo, con la sensación de poderle dar la vuelta, con la punta de la lengua a un conjunto armonioso. Denso y untuoso. La madera, tampoco se percibe en la boca. Buena acidez que equilibra su corpulencia y lo presenta asequible, agradable y poco empalagoso para los que nos van más los tintos. Frutos secos y nuez en algún recuerdo.
Un primer cru de variedades autóctonas, que me hace pensar en la posibilidad de que la garnacha pueda ser tinta.