Contador 2005 muestra las señas de identidad de los grandes vinos( profundidad, consistencia y carácter), aq no parece alcanzar, a mi entender , la finura, redondez y complejidad de los vinos únicos. Catado en Riedel sommelier tempranillo, se mostró algo sucio, no límpido, con un color picota oscura y ribete rubí. Al principio cerrado en nariz, contenido, hay que buscarlo, mejora tanto tras la decantación, que ésta resulta casi imprescindible. Ya abierto, muestra notas frutales de altísima calidad y concentración, fondo mineral y herbáceo, bosque, maderas consistentes, tan integradas que no resultan evidentes( deberían , aún integradas???). Profundo, con nervio, parece querer decir, pero algo lo frena, no expresa lo que parece que va a expresar. Boca muy prolongada, algo picante y especiado( ojo mejor a 16 grados, más caliente resulta alcohólico y algo molesto). Alta acidez, pstgusto frutal. gran vino, pero en parte me decepcionó, esperaba mayor complejidad y redondez. Me gustaría saber pq Parker le da 100 y a Viña el pisón 2005 no. En fin es subjetivo y siempre queda decir que no supe entenderlo.

Probado en la gran cata que vilaviniteca organizó "El vi i la musica". Color rojo picota con ribetes violaceos. En náriz se perciben aromas muy intensos pero delicados. Aparece fruta negra, vainillas, maderas finísimas, especias.... Realmente es muy complejo. Excelente. En boca, y teniendo en cuenta todo lo que le queda en botella, por abrirse, es una delicia y tiene un potencial impresionante. Suave, pero potente y profundo, con una gran conjunción. Una entrada en boca plena, con taninos de terciopelo y final muy largo, dejando buen recuerdo de fruta. Le queda mucho tiempo para estar en condiciones pero por su perfecta acidez y estructura es increible. Excelente vino, de alma borgoñona, elegante y donde el terruño manda. Menos mal que lo probé en esta fiesta, sino por su precio dificilmente probaría esta maravilla.

Rojo negro con ribete violaceo. En narz concentradisima y compleja, muy frutal(fruta negra y roja compotada), yogurt de moras, chocolate amargo, notas pizarrosas, especias de monte, todo envuelto en un frescor balsamico sin fin.
En boca nos da todo lo apreciado, largo, larguisimo, muy redondo para su juventud, pero conb taninos notables aun y un punto amargo exquisito al final.

Rojo picota de ribetes cardenalicios e impenetrable capa alta.

En nariz se muestra intenso, reducido en el inicio y complejo. Requiere de una importante aireación, notándose una continua evolución en copa. Con esa evolución va mostrando una fruta fresca y profunda, madura y en confitura, unos finos balsámicos, cacao, café en grano. Tiene unos sutiles toques minerales y finos especiados, como pimienta negra o clavo. Y deja una sensaciones de terruño que nos transportan a vinos Borgoñones. Fantástico.

Y en boca es todavía un vino primario, por ensamblar, pero con una materia y un potencial impresionantes. Pleno de sabor y potencia, pero con una sutilidad que sorprende. Paso firme, magnífica acidez, concentración suprema y final largo, frutal y balsámico. Gran persistencia. Taninos muy bien integrados que deben todavía redondearse más con el tiempo en botella que indudablemente necesita todavía.

Contador es para mí el mejor tinto nacional moderno. Un Riojano con alma Borgoñona. Un monstruo con finura. Un gigante de seda. No es un vino fácil ni barato (más bien bastante caro), pero cuando menos aquí si tenemos un vino de clara clase mundial. Es grande y lo será más.