De color amarillo brillante tendiendo a dorado.

Nariz con marcadas notas de hierbas de monte, cítricos y mineralidad. También asoman notas más golosas.

En boca tiene buen ataque, fresco, con volumen, buena acidez, salino, mineral y de buena persistencia. Ganará en botella.

VISTA: Límpido, brillante, Color pajizo reflejos del mismo tono tirando a más claros.

NARIZ: manzanilla, frutas tropicales donde predomina el maracuyá.

BOCA: La entrada se nota acidez, recuerdos de frutas como maracuyá, punto salino y buena persistencia en boca

MARIDAJE: Pescados blancos.

Nunca entenderé el uso de madera en estas latitudes con la buena materia prima, acidez etc que tienen en Galicia.

A este vino le pasa eso, lo que podía ser un vino fuera de serie se queda en algo a medio camino...

Nariz muy parca, apretada, nada frutal, encontramos ligeras notas florales, herbáceos, infusiones...

En boca mejora algo y te dice lo que sería el vino sin madera, eléctrico, salino y amplio...

Una pena..

Vista: Vino blanco, limpio, de color amarillo pajizo con algún toque verdoso. 

Olfato: Inicialmente la percepción aromática no era muy intensa. Pasados breves instantes empiezan a percibirse aromas a manzanilla a fruta tropical madura, a maracuya. Aromas yodados y salinos que nos hacen recordar sus orígenes.

Boca: Correspondencia con la percepción inicial descrita en la anterior fase. Salinidad, yodo. Buena acidez. Es un vino que no deja indiferente. 

Color amarillo - dorado con reflejos verdosos, brillante.

En nariz aparecen notas salinas, yodadas, toques herbáceos, cítricos y algo de fruta, todo ello bien armonizado.

En boca es fresco, con toques salinos, cítricos, buena acidez y un final largo agradable y persistente.

Color amarillo pajizo, brillante y limpio con reflejos verdosos.

En nariz destacan las notas balsámicas y hierbas aromáticas, anisados, laurel, pimienta blanca y un punto cítrico. 

En boca tiene una entrada fresca con una acidez muy alta, cítrico, amplio, también muestra toques minerales y salinos que le dan complejidad. Final largo, persistente y un punto dulzón.

Martín Códax Arousa nace de una cuidadosa selección de parcelas acariciadas por el mar, en la zona de San Tomé, en Cambados. Viñedos que crecen en la desembocadura del Umia, cultivados por viticultores de larga tradición marinera y pesquera. 

Presentación elegante en botella tipo borgoña. En cata, a la vista, se muestra con un color amarillo pajizo con reflejos verdosos. En nariz tiene una buena intensidad con notas cítricas, balsámicas, hierbas aromáticas (laurel, hinojo), aromas de mar (nota salinas, yodo, algas marinas). En boca tiene una entrada firme y tensa, bastante vertical, bien estructurado y graso, con una acidez muy marcada, sensaciones salinas y larguísimo. Recuerdos en retronasal de aromas frutas cítricas ácidas y olor a mar.

En la información que proporciona la bodega, nos dice: "La influencia de la ría de Arousa y un suelo granítico forjan su marcado carácter salino, yodado y atlántico. Un vino persistente y profundo, con aromas recuerdan a las plantas del litoral de Galicia como la salicornia y el hinojo de mar"

Un vino grande que, con la tensión y acidez que tiene, le auguro una muy buena capacidad de guarda de al menos 3-5 años. En el año 2017 la edición de este vino estuvo limitada a 3002 botellas (la botella catada es la 880).