Un champagne un poco goloso de color amarillo dorado pálido. En nariz aromas florales, frutos secos, alguna nota de fruta blanca en almíbar y algo de bollería. En boca entra muy bien, es bueno para aperitivos, hasta puede ir bien con postres por su sabor goloso, buena integración del carbónico, buena acidez y un buen recorrido. No es el champagne que más me agrada, a pesar de su fama de marca.

Hay amigos de costumbres fijas. Antes era Pago de Carraovejas y ahora es Möet para todo y si además es su cumpleaños, cierras los ojos y a disfrutar.

En este caso ha sido para acompañar una paella en verano, lo que en principio no es mal planteamiento.
Quizás para tomar como copa y estar más pendiente de su nariz y de su evolución en cada sorbo preferiría otro champagne, pero la verdad es que para estar comiendo un extraordinario arroz de paella con alcachofas, caracoles y conejo con bastante verdura pues ha acompañado bien.

He acabado tomándolo solo, en aperitivo, para toda la comida y creo que ésta última es la mejor opción.

Cuando alguien se empeña que beber champagne es beber Moet y si te invita, pues a ello.
Esta vez tomado con aperitivos de entrada como foie, jamón, tortilla de patatas y alguna cosa más pues va cumpliendo.
Cuando te empeñas en acompañar a unos buenos chuletones y a costillas de cerdo en adobo pues empieza a parecer menos consistente y ahí lo dejé, pasándome al tinto.
Solo salvaría la nariz y siempre que esté perfecto de temperatura.

Hay que ver como interesa esta marca a la gente, hasta el punto de no pensar en otras opciones. Es lo que hay.

Una vez más en la mesa sinónimo de tomar champagne y no cava.
Cumple en la fase visual, olfativa y gustativa pero no enamora y acaban tomandolo y pensando que tampoco es para tanto y la realidad es que hay algunos cavas que pueden competir en calidad en ese precio, pero muchos de los que abren la botella solo lo hacen porque es champagne francés.

Solo falta que lo hayas tenido que comprar a precio poco competitivo.

Cuando en un restaurante decides optar por un champagne es posible que tengas una o dos ofertas y seguro que éste está.
Buena compañía para marisco ya que su carbónico y su acidez le hacen una buena opción alternativa a los vinos, siendo más refrescante y aunque hubiera preferido tener más opciones de champagnes, la verdad es que cumple para una buena comida.

Esta vez me pareció algo más intenso, con un excelente punto de frio y si además va con excelente compañía de marisco...

Tiene potencia, es aromático, bastante franco, surge la manzana y fruta blanca madura, agua de pera, junto a ligeras notas licorosas, que en mi opinión dotan al vino de personalidad, pese a que defiendan a su vino como no oxidativo. Hay una unión de aromas que hay que ir sacando. Están las notas clásicas de panadería y cítricas.

En boca es amable, cremoso y sedoso, buena armonia de la burbuja, carbonico integrado, pese a que hay en cantidad.Nota de dulzor, muy bien dotado de acidez que refresca y lo hace agradable. Salen al final de boca las frutas y ligeras notas complejas. Agradable.

Cuando la necesidad de compra rápida para celebrar algo imprevisto te lleva a bajar al super de cerca de casa, una buena distribución hace que sea el único champagne de gama media elegible. En este aspecto: un diez.

La lástima es que siempre hubieras deseado brindar con algun otro champagne de la gama de precios (30-40€) como Bollinguer, Gosset... pero éstos no tienen una red de distribución de ventas igual y el consumidor medio asocia Moët a calidad, como antes Rioja y vino tinto.

Nuevo intento por aquello que es una marca que todos los comensales van a reconocer como buena (=cara) pero sigo apreciando demasiado carbónico, poco integrado y equilibrado, exceso de acidez... para lo que cabría esperar de una gran marca que actualmente, creo que se deja llevar por la corriente favorable del prestigio de marca, sin mirar a sus competidores que sí progresan en mejorías.

Amarillo dorado , limpio, brillante, burbujas finas y muy abundantes , rápidas y sin formar corona.
Nariz media con frutas blancas, levaduras , pan recien hecho
Paso por boca con carbonico muy mal adaptado, sabor medio con postgusto corto y amragoso

Mucha fama y sinónimo de "elevado nivel" tiene este champagne, peor que no resiste comparativas con otros, incluso cavas, de ese precio. Pero todo el mundo admira la marca.
Color amarillo claro, limpio, brillante, con pequeña burbuja muy abundante y elegante. En nariz con intensidad correcta destacas notas de pastelería, cítricos y manzana y pera. En boca: es suave y ligero con buena acidez, aunque la burbuja te sobrepasa, hay aromas frutales descritos y también tostados.
Es correcto pero no destaca para su precio.