Cómo va ganando este champagne al cabo del tiempo, más rico, con más aromas y sabor a pasteleria, vinoso, tranquilo y una gozada. A pesar de ser un champagne muy comercial se deja beber con gran placer y con mucha calma y con buena compañía y conversación.....Un champagne que con el tiempo se hace más grande

Un champagne que va creciendo con el tiempo, muy rico, suave, con poca espuma y una sutil burbuja que lo hace más vinoso y lo convierte en un vino agradable, equilibrado y fresco. Es un champagne tranquilo, que te pide más con calma. Muy bueno.

Vino probado en la cata del celler de Gelida “Los Mejores Champagnes del Mundo” by Xavier Monclús!", que curiosamente por su precio no desmerecía de muchos de los posteriores. Un champagne rico, suave floral que te hace salivar y te pide que sigas bebiendo. Color amarillo casi verdoso, con buena burbuja. En nariz destaca las flores y la fruta blanca. En boca entra muy bien, te llena la boca, es fresco, con una acidez muy fina, equilibrado y es largo. Curiosamente fue una sorpresa poque su precio y porque de entrada al oir Moet, lo asocio con algo muy comercial, pero es un champagne agradable y con una gran estructura.

En la copa destaca la manzana asada,notas finas de crianza en lías, una ligera reducción, y una fina bollería.Es floral, hay también pera madura, tierra removida, hojas de haya, levadura, pulpa de cítricos, nuez, hierbas de monte. Al tiempo despliega un intenso aroma a caramelo toffee.

Boca plena y concentrada, untuoso, llena, tiene enjundia y frescura, no es pesado. El alcohol marca carácter y dulzor, incluso calor. Se torna fresco, acidez fina y equilibrada, es de trago largo, tiene longitud, vida. Estructura bien entendida, muy cítrico, ensalivas. Final seco de tracto agradable, reconforta e invita a seguir bebiendo.