5 restaurantes gourmet que no te puedes perder

Imaginaos poder viajar dónde queráis, sin límites ni fronteras. ¿El motivo? Descubrir todos y cada uno de los nuevos restaurantes gourmet de España. Rincones con encanto, únicos, especiales y recónditos. Hoy escribo este post con ese objetivo, enseñaros algunos de ellos, no sin antes comentaros algo de lo que me he dado cuenta y he ido observando con el paso del tiempo.

Esta surgiendo un cambio en el diseño y la decoración de los locales que se abren en España. Sí, son más modernos. ¿Os habéis fijado como es la iluminación? Priorizan la presencia de la luz natural con cristaleras más que grandes. Predominan las formas que imitan a la naturaleza dónde las lámparas se adaptan al espacio y no viceversa, hallando así la combinación perfecta que maximiza la sensación de amplitud.

Los nuevos (o renovados) restaurantes se convierten en espacios abiertos y naturales. Uno de los protagonistas que desempeña un papel imprescindible a la hora de darle vida al negocio, es la madera, define de una manera sencilla y clara la personalidad del propietario. Apenas suelen tener pintura encima salvo una capa de barniz y otras veces procede de materiales reciclados. Es aquí dónde aparece un nuevo concepto, una filosofía o una razón de ser enfocada al desarrollo sostenible y lo ecológico, algo cada vez más valorado por los clientes.

Si a estas características le sumamos otras como la calidad en los productos, platos innovadores, excelente RCP, trato correcto y ambiente inmejorable, podemos definir un nuevo perfil de establecimiento, los llamados "Templos Gourmet". A lo largo de este artículo, como he mencionado antes, os iré mostrando algunos de ellos que, repartidos por toda España, conformarán una guía básica de referencia para los más foodies.

1. La Contraseña: ¡santo y seña!

Se definen asimismos como cosmopolitas, sus propuestas originales e innovadoras se ven reflejadas en la gran variedad de tapas de autor que ofrecen, buscan ser el "refugio" tranquilo para los trabajadores tras su jornada laboral y un lugar acogedor para aquellos que deseen probar sus platos en buena compañía.

Cuenta con cuatro espacios claramente diferenciados, adaptados a las necesidades de cada cliente. El primero que os muestro es "La Barra", zona de degustación dedicada a las tapas, dónde podréis encontrar desde la clásica ensaladilla rusa, pasando por las croquetas de jamón hasta las tostas, como la de queso de cabra gratinado con pimientos asados y tomate.

El segundo espacio es "La Sala", un espacio central con capacidad para albergar desde reuniones de amigos hasta parejas que deseen una cena tranquila alejados del bullicio de La Barra. La cocina de mercado, principalmente mediterránea, caracterizan su oferta gastronómica. Todos estos factores junto con el estilo colonial del mobiliario fomentan un ambiente fresco e informal.

Han sabido adaptar los platos a las diferentes situaciones diarias, como las cenas en grupo, pudiendo compartir entre varias personas uno sólo, como los huevos 63º con pisto manchego y aceite de trufa o los rollitos crujientes de capón gallego.

El "Gin Bar" es el tercer componente, situado en la planta superior del local, ideal para tomar una copa alguna noche por Madrid, como ellos mismos dicen "ver y ser visto".

Y finalmente, y no menos importante, tenemos "El Escondido", en el que se dan cita tanto comidas como cenas privadas, alejadas de todas las miradas indiscretas y en la que sólo tienen cabida los más privilegiados. Es aquí cuando entra en juego el Maître para que le digas la contraseña para entrar.

2. El Patio del Fisgón: París a un sólo paso

Con cierto aire parisino y situado en la zona noble de Madrid, El Patio del Fisgón nos abre sus puertas para ver lo que hay detrás: una mezcla de culturas se ve reflejada en los diferentes muebles traídos desde París, Marruecos y Barcelona (entre otros), pero todas aúnan en un mismo estilo, el rústico.

Sin duda su jardín vertical con enredaderas es una de las cosas que más impactan nada más entrar, o su impecable barra acorde con las sillas y en armonía con el resto de las piezas de interior. Entre sus platos se encuentran algunos como el revuelto de trufa negra y emmental, arroz cremoso con calabaza y foie o atún con salsa teriyaki. Y entre sus postres, todos caseros por cierto, la tarta cremosa de queso es una delicia.

3. La Polpa: productos km. 0

Cocina 100% mediterránea con ligeras notas orientales, dada su localización (Barcelona) buscan resaltar los productos de la tierra. 100 km. a la redonda es lo que se han puesto como distancia máxima para localizar a sus proveedores y abastecer así su cocina; Girona, Maresme o Prat son algunos de los escogidos.

El encanto de La Polpa reside en su diseño, inspirado en los antiguos ultramarinos ("especie en extinción" por lo visto), con armarios y estanterías de madera maciza lacada en blanco, dónde las especias (nuez, canela, clavo) conviven junto con los vinos de la región y parte de la vajilla. 

Podemos apreciar esas notas asiáticas tanto en sus tapas, como la spicy hummus (con pan de pita y olivas de kalamata), o en sus arroces, el salvaje salteado con magret de pato, pasas, verduras y frutos secos es uno de sus ejemplos. También está presente en carnes rojas y blancas, curry clásico de pollo con berenjenas y arroz basmati o curry rojo thai de filete Ibérico con piña, uvas y arroz basmati. Aunque siempre podemos pedir unos calamarcitos con cebolla sobre lecho de patata y calabacín.

Y una comida no es una comida sin su postre, podemos refrescar nuestro paladar bien con un sorbete de frambuesa casero o bien deleitarlo con un brownie tibio de chocolate con almendra garrapiñada y helado.

4. Kafé Botanika

Como no todo es comer y cenar, sino que entre medias existen los desayunos, los cafés mañaneros y los vespertinos, aquí os muestro una cafetería/restaurante dónde todo lo que hacen es casero y dónde cultivan parte de sus ingredientes en un huerto que tienen, es lo que yo llamo "mente ecológica". Situada nada más y nada menos que en San Sebastián, sitio privilegiado donde los haya. 

La originalidad de este sitio está en que un día te ponen que hay de menú spaguettis y al otro "sorpresa" en la pizarra, y a ver quien es el aventurero. La verdad es un rincón muy acogedor y con personalidad propia, que eso es lo verdaderamente importante. No hay un "estándar" de diseño como ocurre en las franquicias. Otros platos del día que suelen preparar son...

Un buena herramienta de marketing para captar al cliente ¿No os parece?. Imaginemos que estamos paseando por la zona y nos encontramos con este sitio, ahora que tenemos el verano aquí para quedarse unos meses podemos disfrutar de una buen café en su terraza, qué tal si pedimos un barrakito acompañado de unos hojaldres rellenos de avellanas y con chocolate. ¡Vaya "capricho" de merienda!

5. Vinoteca Moratín: y como añadido, bistrot

La Vinoteca Moratín está situada en el Barrio de las Letras (Madrid), con apenas 8 mesas para uso y disfrute de los comensales, este restaurante se percibe como acogedor y moderno: los marrones y los grises van jugando por toda la sala decorando y dando este toque sobrio al restaurante, estanterías llenas de libros (y como no, de vinos) insinúan un aire intelectual y reservado.

La oferta de su carta es limitada, no existe una gran variedad de platos dónde poder elegir. Este hecho hace que los ingredientes sean frescos, de primera calidad y traídos ese mismo día. Podríamos dividirla en dos categorías sencillas: Tierra y Mar.

En Tierra tendríamos como ejemplos el steak tartar tradicional, los canelones rellenos de carrillada de ternera o el crujiente de cochinillo confitado. Por su parte, en Mar (con más presencia en los platos) destacan el pulpo de Santoña con aceite de pimentón y cilantro sobre parmentier de patata, mi-cuit de rape o la merluza al cava en papillote.

Y para los más golosos que quieran postre, pueden elegir entre una excelente tabla de quesos o una tarta tatín.