Ayer estuvimos cenando en Mood Food cuatro amigas. La verdad, es que es uno de esos sitios, que visto por fuera, yo no entraría ( la puerta es de color verde mi chillón), pero he de decir que repetiré sin duda. Nos pedimos el menú de seis platos, dos de los cuales los puedes elegir de la carta. Nos sacaron:
- entrante de all i pebre: bastante aceptable
-concepto de patatas bravas: muy buenas
- tartar de atún: muy bueno
- huevo escalfado con setas orientales y trufa: exquisito
- espaguetis con salsa de coco: fue el que menos nos gusto
-espuma de yogur con frambuesa y chocolate
y no consigo recordar un plato. Todo con botella de Juan Gil crianza . Nos gusto mucho a las cuatro, el único "pero" que el local es muy ruidoso. Pero el trato de los camareros es excepcional

Así reza frente a la cocina abierta de este local ubicado en Ruzafa, supongo que haciendo referencia a la interesante película alemana que personalmente disfruté mucho.
Local pequeño, sencillo, agradable decoración, algo falto de luminosidad para mi gusto, con buen espacio entre mesas aunque alguna es algo justa para dos personas.
El menú de mediodía que disfrutamos resultó equilibrado y bien de precio, el humus como aperitivo, muy rico, la tosta de salmón con brotes sobre pan de centeno bien resuelta, el arroz seco de verduritas, puntilla y rape, hecho al momento, honesto, en buen punto, sin artificios y con la sensación de producto muy natural y finalmente los postres muy interesantes en sabor y presentación, creo que se trató de una espuma de queso con arándanos y chocolate servida en un recipiente de cristal muy adecuado para su fácil degustación.
Respecto al vino la carta es algo corta aunque los precios son bastantes ajustados, tienen algún vino por copas y el servicio es inexistente, una pena no centrar algo más de esfuerzos en este apartado. Servicio correcto así como vajillas y cubertería.
Buen menú de mediodía, seguiremos probando a ver que tal, la cocina por lo consumido y lo visto parece interesante, de buen producto y muy natural, volveremos.
El menú citado vale 12.5 euros sin incluir vino ni café.

Cena improvisada martes por la noche , mi gatita y yo de pronto nos encontramos con este restaurante , cocina de mercado con toques de fusión , nos pareció interesante, ademas tenia un 80% de ocupación , que para ser un martes no está nada mal.

Local muy pequeño pero bien resuelto , equilibrado , cocina abierta y visible desde todo el local , sillas muy cómodas y mesas bien dispuestas, temperatura idónea ... todo parece correcto en principio , a excepción de un olor raro que te encuentras nada mas entrar al local , entiendo que provocado por los vapores de especias que genera la cocina, al menos quiero pensar eso.

En relación con la carta de vinos , veo referencias interesantes pero apostando por el producto nacional y sobre todo con precios relativamente bajos. Se queda corta, pero no está mal.

Tomamos blanco ... moscatel y viura ... ya sabéis, El novio perfecto , lo elegí porque sino mi gatita no bebe, pero he de decir que combina a la perfección con todos los platos que pedimos.

En cuanto a la cena ...

Aperitivo de bienvenida
- Humus = Suave , delicioso ,con toques ahumados , perfecto.
Nota = 9

Continuamos con
- Ceviche de corvina = Espectacular los dados de corvina , muy frescos , todo combinado con pulpo, cebolla roja , el boniato que le daba sentido y equilibrio, muy buena ejecución , la lima en su punto justo , desgraciadamente pasado de cilantro , yo recomiendo pedir este plato con muy poco cilantro y desnudo de decoración , dado que las hojas de lechuga con las que decoran el plato no aportan nada. Por otro lado y para los amantes del picante como Dani C. ( Verema ) acompañan este plato con un vasito de Rocoto ( Capsicum pubescens , mezclado con ají ) , para poder darle el toque de picante deseado ... un acierto.
Nota de presentación = 5
Nota de sabor = 9

- Pulpo a la parrilla = Un plato clásico , pero con una ejecución magistral, la textura del pulpo increible y los aromas de los ahumados muy bien integrados , se acompaña de verduras plancha ... tal vez esto le quita vistosidad pero la aporta sabor , una cosa por otra.
Nota de presentación = 6
Nota de sabor = 8,5

- Pollo al curri verde = Interesante desarrollo, el pollo un poco pasado de cocción , esto le resta untuosidad , sin embargo el curri estaba delicioso en contacto con una salsa ligera a base de jugos propios del pollo y la nata, ese toque justo de picante in crescendo según se aproximaba el final del plato, la verdad un plato muy interesante.
Nota de presentación = 6
Nota de sabor = 8

Y llegan los postres , tomamos 3 ( seré breve )

- Nube de queso = Sublime, mi gatita solo me dejo probar una cucharada.
- Tiramisú = Bueno , con toques de amareto ... se agradece
- Texturas de chocolate = Para olvidar , que horror de postre.

Servicio de sala , correcto , resaltando que hasta que no se aseguran que has terminado con un plato , no te sacan el siguiente a la mesa , esto parece una estupidez y es de lo más básico , reconozco que no me puedo quejar esta vez del servicio de sala.

Muy recomendable , por cierto volveremos otro día para probar el steak de buey y el tataki de atún , tenían una pinta increible...

Nos recomendaron este sitio y fue un acierto, sitio muy acogedor, personal muy atento, precios ajustados al producto, genero de alta cocina, sitio muy limpio, cuidado, nuevo a eatrenar y que nos sorprendio por su espectacular cocina

Se trata de un local muy pequeño, apenas 4-5 mesas y la barra de madera. Ofrece un menú de mediodía por 12,50€ que incluye un primero, segundo, postre y bebida. Trabajan con producto fresco del día del Mercado Central y con productos de su propio huerto. Esto hace que la oferta del menú se reduce a un par de primeros y a un par de segundos entre los que suele haber un arroz. Nos ofrecieron:
- Ensalada con salsa de soja: buena selección de brotes tiernos frescos (huyendo de los de bolsa) con daditos de aguacate y tomate cherry aderezado con salsa de soja. Refrescante y apetecible para el verano
- Gazpacho de remolacha con yogurt: muy bueno de sabor y textura perfecta. Bien aliñado y decorado.
- Arroz con cigalas y pulpitos: lo pedimos seco porque el calor apretaba. Un buen arroz preparado al momento. Gustoso y con buen punto de grano. Las cigalas y los pulpitos muy buenos.
- Los dos postres que probamos bien elaborados: el brownie y la tarta manzana. Raciones moderadas.

Mood Food basa su propuesta en un menú del día con producto del mercado a un precio correcto y buscando una comida saludable. El precio es, seguramente, un poco más alto que un menú del día típico pero también aporta un punto más. Una buena opción para mediodía por la zona.

Cena para dos con un cupón de Lets Bonus. Llegamos media hora tarde, había volta a peu nocturna y nos pilló en la calle La Paz sin poder cruzar hasta que pilamos un hueco.

Local muy pequeño, sólo 3 mesas para dos y una para cuatro personas, además de unos taburetes en la barra. Local coqueto, bonita combinación de colores, mesas ajustadas con un camino de mesa, cubertería y vajilla de batalla. A la izquierda la barra con la cocina a la vista al fondo.

Sólo ante el peligro Carlos, un chaval joven que nos comentó haber trabajado con Oscar Torrijos y en el Samsha antes de lanzarse a la aventura empresarial.

Estábamos solos y a mitad cena entró otra pareja.

Esta fue nuestra cena:

Clóchina con salsa Thai.- Muy ricos, sobre todo la salsa, elaborada con leche de coco, cilantro, jengibre, caldo de pescado y poco mas.

Revuelto de setas, secreto ibérico y trufa.- También excelente, nos encantó este plato, con el huevo cocinado a baja temperatura, acompañado de pan recién tostado.

Tataki de atún con salsa de algas wakame.- Pues lo mismo que los anteriores, nos encantó también, sobre todo el atún rebozado con sésamo.

Steak tartare.- Lo sirven a falta de mezclar el huevo, que lo depositan dejando un hueco al centro de la carne. Para mi perfecto el punto de picante y cebolla. Lo acompañaron unas rebanaditas de pan crujiente.

De postre tomamos tarta apple strudel.

En el cupón nos entraba una copa de vino. Aparte pedimos una botella de cava Antigva, bien sin más. La oferta no es grande, las dimensiones del local son lo que son y la propuesta en general es humilde.

Un par de cafés remataron la cena.