Opiniones de Zilliken Saarburger Rausch Riesling Kabinett
OPINIONES
10

Respecto a mi anterior nota, han aparecido notas de hidrocarburos al abrirlo y aromas de piel de naranja junto a ligeras notas minerales. Sigue igual en boca, con presencia de piel de naranja y algo de flores blancas.

Ha cumplido con nota junto a unas carrilleras de rape con salsa verde.

Amarillo pálido ligeramente verdoso. Turbio y con bastante poso.

Muy buena intensidad. Pera, mandarina, frutas tropicales, miel, notas de flores blancas y goma quemada.

Muy buen ataque. Sedoso, envolvente, fruta blanca madura, ligeros amielados, estupenda acidez. Muy buena amplitud. Post-gusto largo a fruta blanca madura y fruta tropical dulce.

Algo más dulce que en anteriores ocasiones, lo cual hace que todavía me guste más :-)

Me apunto a estos Kabinett frescos, ácidos, alegres y con registros. Goma quemada en nariz, en boca floral, limon, frutos blancos, mucha manzana acida, muy "chisposo" y con toques interesantes. Mineralidad presente. Un placer, demasiado asequible.

Esta vez destacaba más la fruta blanca (manzana) con ligeras notas de flores secas.

En boca, menos ácido, más afrutado.

Sigue pareciéndome fenomenal. Incluso con la ensaladilla me gusta :-)

Ciertamente, es un vino adictivo. Después de una caja, no puedo más que reafirmarme en mis opiniones anteriores.

Esta vez le he notado unas notas de goma que no recuerdo de anteriores botellas. Por lo demás, sigue siendo un vino fragante en nariz y con un ataque dulce y ácido a la vez que me parece extraordinario.

Ha armonizado muy bien con berberechos y almejas, incluso con una tostadas con foie micuit y mermelada de fresa se ha comportado.

Si queda, seguro que caen unas cuantas botellas más, incluidas algunas para mi cuñado, que va aprendiendo poco a poco :-D

Vino color amarillo palido, transparente, limpio y brillante.
En nariz con buena intensidad, fruta blanca, manzana madura, membrillo, pomelo, melón, mantequilla, uva y moscatel.
El paso por boca, goloso, refrescante, vivo, acidez excepcional y con unos estupendos contrastes pasamos en un segundo del membrillo en su entrada al pomelo en su expansión, vino juvenil, divertido y chispeante, falta botella.
Retronasal, fruta blanca a punto de madurar y moscatel
Posgusto, medio y muy bueno.

Dorado pálido brillante.
Aromas medianamente intensos pero llenos de limpieza, franqueza y carácter varietal. Notas florales, frutas blancas, piel cítrica, un fondo mineral y ligeramente herbáceo, especias, en fin, un vino primario y agradable, sin defectos, armónico.
En boca es una delicia, fino, con equilibrio y una acidez soberbia, resultando redondo, ligero, sabroso y encantador. Final largo que nos deja recuerdos cítricos y minerales, con el residual apenas perceptible, un vino que sin duda va a evolucionar de maravilla, pero que ahora resulta irresistible. Buena persistencia.
¡Delicioso Kabinett! Vino lleno de finuras, de encanto, de acidez, que se bebe solo y a pares, del que no te cansas nunca, un vino absolutamente perfecto para el tórrido verano nacional a lo que añade un precio más que competitivo, unos 13 euros. Adictivo y delicioso.

Poco que añadir a mi nota anterior, salvo que esta vez lo abrí el día anterior para probarlo. Me pareció que no necesitaba un día de aireación y lo volví a tapar. Al día siguiente estaba delicioso recién abierto.

Más aromático en nariz, destacando más los cítricos y las notas minerales sobre la fruta de hueso y los amielados. Más fresco.

En boca también mejor. Muy buena acidez, fresco, potente, cítrico. Buena amplitud. Post-gusto bastante largo a lima con un toque de fruta tropical.

Tiene posos.

Maridó perfectamente con el magnifico tataki de atún que nos preparó el amigo Pau del Restaurante Korpilombolo.

Buena intensidad. Mineral, fruta de hueso, mentolados, miel, con notas de melocotón verde, caramelo y fruta tropical verde.

Buen ataque. Fresco, equilibrado, dulzor moderada. Buena amplitud. Paso suave. Postgusto largo a caramelo de limón y fruta tropical verde.

Por unos 13 euros, un muy buen vino.

Amarillo limon con ribetes verdoso.
Nariz limpia, franca, muy expresiva, con marcada fruta amarilla madura, cítricos, algunos recuerdos florales y un fondo parafinado que le da seriedad.
Un boca es una maravilla de equilibrio y de cómo un vino puede dar tanto placer por tan poco. La fruta madura se alía con la frescura de la acidez mineral. La boca se vuelve seda y notamos cómo el vino transita y se disuelve en su interior. Un notable recorrido que desemboca en un largo y elegante postgusto y que no renuncia a un punto de golosería.

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