Opiniones de Monte Ducay
OPINIONES
6

De color violaceo de media capa con borde azulado y lágrima tintada.
Nariz radicalmente medicamentosa que recuerda a los jarabes de la tos(codeína), trás lo cual se esconden apuntes de fruta negra, pimiento verde y toques florales, apuntes de pimienta y yogurth, todo sobre un tapiz marcadamente verde de raspón, hierba verde.
En boca hemos hecho el intento de beberlo pero imposible, predomina de nuevo ese amargor con la impronta de la codeína protagonizando todo el recorrido junto a verdores y una astringencia que despunta por doquier incluso tapando la acidez.
Definitivamente, un vino para olvidar!

Rojo violáceo de capa media, buen brillo y bonita fase visual en líneas generales.
Nariz intensa a frutilla roja, golosinas, recuerdos suaves a pimienta, sutiles lácteos y regaliz rojo de calidad.
Fresco, buena acidez, ligeras notas herbáceas, tanicidad ajustada, nada molesta con muchos recuerdos a fruta y algunos verdores. Final medio, refrescante y agradable. Su mayor pega que se cae rápidamente una vez abierto.

Picota con menisco morado. Capa alta.

Nariz dulzona y penetrante: tarta de moras, yogur, licor, algún recuerdo acético...

Muy abocado de entrada con algún verdor de salida. Concentrado, por momentos parece algo corto de acidez, pero es engañoso, pues es intermitente, llegan golpes ácidos y dulces. Extraño paso. Melocotón con vino y azúcar, fresones sobremadurados.

Muy curioso.

Por menos dinero, ¡Pero si no llega a los 2€!.
Botella bordelesa con la sencilla etiqueta típica de la casa en azul y blanco, contraetiqueta con información del terruño y nota de cata.
Cápsula de plástico y corcho muy corriente.
Color rojo cereza picota muy oscuro, casi negro, menisco morado y lágrima que tinta la copa.
En nariz predominio del fruto rojo, sobre todo la mora.
En boca dulzón, goloso, con personalidad y de buen posgusto.
Año tras año la bodega nos regala con este vino joven, vivaz, descarado y de calidad, a un precio que nos reconcilia con el mundo. ¡Tres hurras por ella!.

Color rojo picota con ribete violáceo, capa media-alta, limpio y brillante.
La nariz es de buena intensidad, muy golosa, yogur de frutas rojas, frutas negras, golosinas y notas florales.
En boca tiene buena entrada, goloso, de buena amplitud, correcta acidez, paso muy frutal y final de buena longitud. En retrogusto vuelven las notas de fruta y regaliz.
Sencillo vino bien construido y grato de beber. Gran relación calidad - precio.

Rojo picota de capa media con ribete violáceo brillante y que tiñe muchísimo la copa. Bonito.
Nariz intensa a fresas y otras frutillas rojas, nata, petit suisse, lilas y golosinas (moras rojas y nubes).
Buena entrada y sabrosura con mucha fruta en boca y buen paso. Como pega podríamos apuntar una ligera sensación sintética y artificial en sus aromas. Tanicidad marcada y algo verdosa propia de este tipo de vinos. Lácteos en boca que suavizan y redondean ligeramente esa sensación. Final medio-largo.

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