Excelente vino ! Fuera de estereotipos y demandas comerciales.

Un vino fino en nariz, con abundante fruta roja y silvestre, fresco y con caracter mineral.Pide aire, la evolucion en la copa es notoria, al tiempo aparece sutilmente una madera limpia y nueva.

En boca destaca por encima de todo su acidez, llevadera pero incesante, sigue la fruta roja, sabroso y con muchos matices a descubrir...

Aire fresco en la Ribera del Duero !

Si es que a uno lo embelesan con un vino así: vinoso, auvado,mineral... y si, además, tiene tanto peso, estructura y densidad (aunque no lo parezca), pues lo tienen a uno ganado y reparte dieces a la diestra y la siniestra...
Magnífico!!!!!

Picota violáceo cubierto con destellos morados. Tiene una nariz intensa, golosa, con notable peso de fruta, roja y negra, algún toque láctico, suaves tostados y un fondo ligeramente balsámico. En boca tiene buen ataque, con cuerpo medio, de nuevo llama la atención por su notable expresión frutal, aunque el paso es armonioso, incluso fresco, con taninos dulces y sabrosos, buena estructura y bastante longitud.

Mi buen amigo Pepe Ferrer, del Restaurante Ca Pepico, es consciente que me gusta probar cosas nuevas cuando voy a su restaurante y, en esta ocasión, me ofreció este Valdeolmos 2008 que resultó ser una agradable sorpresa. Ya la botella, tipo borgoñona, el etiquetado y su información eran diferentes a lo habitual, por minimalista. El vino me resultó muy agradable en nariz, con mucha carga frutal, casi rayando lo goloso, con abundantes notas especiadas. En boca se mostraba amplio, con buena estructura y tanicidad, envolvente y bastante graso. El postgusto recordaba de nuevo la fruta negra muy madura y ligeramente licorosa. Un vino muy bien hecho. El único pero, si lo hay, su precio que ronda los 30 euros en tienda, algo que me llamó mucho la atención porque el bueno de Pepe lo tenía en carta a tan sólo 36 euros, lo que de nuevo me hace reafirmarme en lo bien que se trabaja el servicio del vino en este local.

Rojo picota oscuro de capa alta con ribete violaceo. Lágrima tintada y glicérica.

Agradable nariz, intensa y madura de moras, fresas y ciruelas, rodeadas de especias y tostados medios, con recuerdos de café en grano, bien integrados, regaliz y ligeros tonos lacteos sobre finas notas mentoladas.

En boca intenso y profundo, presidido por frutos silvestres sabrosos y frescos, con ligeras notas de confitura y tostados cremosos y amables con el conjunto. Es redondo y de buena estructura, con acidez fresca, aportándole equilibrio. Recorrido carnoso y muy expresivo. Final de buena longitud, con gratos recuerdos de fruta del bosque.