Carabibas Vendimia Seleccionada 2009
Carabibas Vendimia Seleccionada 2009
FICHA TÉCNICA
D.O./Zona
Pais:
España
Tipo de Vino:
Tinto
Graduación (vol):
14,50%
Varietales:
cabernet sauvignon, merlot y monastrell
Precio aproximado
Precio Aprox:
Desconocido
PUNTUACIÓN
Nota de cata NOTA MEDIA:
8.6
/
93
Nota de cata CALIDAD-PRECIO:
8,0
ELABORACIÓN
ligera crianza en roble francés.
OTROS VINOS CATADOS DE ESTA BODEGA
Opiniones de Carabibas Vendimia Seleccionada
OPINIONES
5

Pude catar este vino en bodega este verano para el Anuario de Vinos de Alicante 2011 que dirijo. Y constituyó una sorpresa de lo más agradable. Lo he vuelto a recatar tres veces más y el vino está creciendo en botella. Estoy de acuerdo con tu puntuación. Nosotros hemos sido más generosos, 90 puntos y sabes que soy duro catando.
Pero la calidad humana, el esfuerzo, el concepto estricto de "vino de garaje" y el apoyo que hay que dar a cuatro locos que empiezan, 2.500 botellas, nos ha hecho apostar por ellos.

Picota violáceo, oscuro, cubierto y brillante. La nariz es de corte moderno, intensa, expresiva y con bastante volumen, muestra recuerdos a fruta negra en sazón, recuerdos a regaliz negra, algo de maderas finas, suaves recuerdos a cacao en polvo, toques lácticos y algún matiz vegetal y balsámico que le dotan de algo de frescor. En boca tiene buen ataque, con cuerpo medio, amplio, graso, con unos taninos presentes, dulces y carnosos, bastante bien de acidez, largo y estructurado. El paso por boca muestra notable armonía. Es potente pero armonioso....

Hace ya tiempo que en Alicante van apareciendo nuevos proyectos vinícolas que se suman a algunos ya muy consolidados, que ofrecen una imagen renovada, fresca y de notable calidad en sus vinos.

Este Carabibas VS 2009 sería un buen ejemplo. Amparado en un proyecto pequeño, casi de garaje -como decía algún comentario anterior-, con un buen trabajo de la viña y un sumo cuidado y respeto por mantener los valores de la materia prima en la labor del enólogo. Cada vez me resultan más agradables estos vinos con un coupage entre la autóctona uva monastrell y alguna otra de origen francés que la complementan de forma muy armónica. A pesar de su graduación, lógica por estas latitudes, este vino muestra una vendimia muy ajustada a la maduración fenólica de la baya, luego los puntos de color, concentración y densidad son inherentes al espacio donde se elabora. No obstante, se ha conseguido que el vino resulte muy expresivo en nariz, con mucha fruta y apenas percepción de su paso por la barrica y, al mismo tiempo, en boca se percibe fresco y carnoso, pero para nada cargante como suele ocurrir en otros casos donde se ha llegado a la sobremaduración de la uva.

Como primer vino de este nuevo proyecto, me parece muy prometedor.

Color rojo picota de capa alta con ribete amoratado. Es denso de presencia, casi opaco y con reflejos azulados.
En nariz es potente, presenta unas de fruta muy marcadas, una fuerte extracción, amplio y ampuloso en aromas de flores, violetas, frutos del bosque, yogur de higos, notas tostadas, de azúcar caramelizado, de gragea, con un fondo de madera muy bien integrado, un toque fresco del alcohol de farmacia, de laurel algo verde.
En boca es más moderado que en nariz, al menos en su primer ataque, es amplio, cremoso, con el tanino marcado pero empezando a integrarse. Tiene un punto picante, con un toque dulce de bombón de licor, de higos maduros, de pan de higos, fresco pese a su consistencia y con un final amargoso que deja la lengua ligeramente noqueada ante tamaña intensidad.

Buen recorrido y postgusto agradable que deja una sensación entre dulce y amarga, como de nuez y yogur de frutos del bosque.

Vista. Negro azulado de capa altísima, con ribete cárdeno, estrecho y opaco. Brillante y cargado de micro-materia colorante en suspensión que hace que no se pueda calificar como un vino limpio. La lágrima, ancha y pesada, de caída lenta, deja el cristal literalmente cubierto de color púrpura por donde pasa. Juventud y extracción del hollejo en su máxima expresión.
Nariz. De intensidad alta, predomina sin duda la fruta roja confitada (ciruela, fresa y mora), sin atisbos de sobremaduración, acompañados de ciertas notas lácteas (nata agria) que hacen menos cargante el contenido frutal. Alguna nota mineral (tiza y terracota). Una vez oxigenado y reposada la copa, brota un elegante perfume floral (jara y aliaga) acompasado con toques de pimienta negra y regaliz.
Boca. Entrada seca y bastante fresca, convirtiéndose literalmente en una bomba de futa acídula desde que entra en la boca. Este vino se salta directamente las fases de entrada y paso de boca, dando desde el primer contacto un festival de taninos maduros y bien trabajados que hacen valer su presencia sin molestar ni zaherir las mucosas. Predominio de fresa ácida y ciruela roja. Por retronasal nos vienen notas de una madera muy poco tostada (tabaco rubio y lapicero). Posgusto muy largo con notas lignificadas y un amargor mantenido que despunta excesivamente del conjunto y desvirtúa un potencial buen recuerdo del vino catado.
En conclusión nos encontramos ante un vino de garaje, hecho a capricho pero a su vez siguiendo no sé si de manera intencionada o no, las normas impuestas por la tendencia actual que busca altas puntuaciones en guías y concursos: Extracción brutal, juventud insultante, denso de beber y con un alcohol que supera con creces los 14º. La archiconocida “bomba de fruta”.
Se presenta con una nariz inmejorable que no es correspondida por la fase de boca, donde baja bastantes enteros al encontrarnos con una fruta que, aunque sin atisbos de verdor ni sobremadurez, (no hay pirazinas en la Cabernet ni sobremaduraciones melosas en la monastrell) se superpone al conjunto y no deja expresarse al resto de elementos que deben estar presentes para hacer elegante y equilibrado a un vino.
En mi opinión este vino no debería haber visto la luz hasta dentro de cómo mínimo 9 meses, en los que la botella habrá hecho su trabajo, sin por ello dejar de ser un vino joven y vivo. Quizá entonces se habrá domado algo su bravura tánica y frutal a favor de obtener algo de complejidad gustativa, lográndose una integración y paridad entre los aromas y los sabores, que lo van a convertir en un vino a tener en cuenta en un futuro próximo. Destacar que es su primer año en el mercado y que según he oído las 2.500 botellas producidas en esta añada ya tienen novio. No obstante, creo que el productor debería haber ofrecido un vino más acabado y medianamente afinado en botella (a veces la falta de espacio o la necesidad de liquidez, hacen que los vinos vean la luz antes de tiempo). El vino es bueno, presenta calidad y promete cuando esté terminado.

Cookies en verema.com

Utilizamos cookies propias y de terceros con finalidades analíticas y para mostrarte publicidad relacionada con tus preferencias a partir de tus hábitos de navegación y tu perfil. Puedes configurar o rechazar las cookies haciendo click en “Configuración de cookies”. También puedes aceptar todas las cookies pulsando el botón “Aceptar”. Para más información puedes visitar nuestra Ver política de cookies.

Aceptar