Vino básico de la bodega que ahora empieza a estar en un momento perfecto de consumo.

Precioso color cereza brillante con ribete rubí, capa baja y lágrima fina.

Perfume de cerezas, rosas, balsámicos, sotobosque y ligeras notas especiadas, una maravilla.

En boca es un vino delicado, con paso ligero y fresco, buena acidez, mucha fruta roja, tiene buen recorrido y un final medio-largo muy agradable dejando recuerdo floral y balsámico.

Para los que no beben borgoñas porque son caros, para beberlo hasta en el desayuno.

Cualquiera se peina con raya o se pone la línea en el ojo para días de fanfarrias. Lo esencial son todos los días, el levantarse con sueño y de mala gana. Lo esencial son los básicos. Bebería este vino todos los días. ¡Más!

(PVP: 15-17 EUR)

En copa se presenta cereza vivo, limpio.
En nariz ofrece intensidad, violetas, especiados, regaliz, fruta roja algo madura, fresas, mineralidad y suavemente térreo.
En boca se muestra pulido, es largo, sabroso, con ligeros especiados, de nuevo la fruta roja, la intensidad pero a la vez la elegancia. Ligeros matices tostados y un toque rústico.

Un estupendo vino que hace bueno el dicho de que si quieres conocer lo que puede ofrecer una bodega de Borgoña no comiences por su Grand Cru comienza por su básico.

Aspecto visual: vino tinto, con un bonito vestido rojo rubí elegante y bello que enamora este color, de una mujer sutil.

Aromas de nariz: Todo perfume, su sencillez y elegancia es abrumadora, esos toques a cereza roja refrescante casi recien recogida de árbol, con toques a petalos de rosas rojas. Hay recuerdos alguna especie como clavo, y pimienta negra com toques a cascara de mandarina.

Aromas de boca: En boca es sutil, aunque quizas el primer contacto con el tenga una pequeña astrigencia muy noble, que en los posteriores contactos no esta, son vinos que te permiten jugar, no quieres ver desaparecer esa brisa, que proporciona esos mantelitos que dejas en contacto con la fruta para que se impregnen de los aromas de la mandaria o las cereza e inclusos de las rosas.

Qué agradable es la cereza fresca; qué refrescante el zumo de pomelo ; qué evocador el aroma de la rosa; qué exótica la pimienta de Jamaica.
Un beso sutil en la mejilla, una caricia sin asperezas. Una brisa refrescante, una ligereza etérea. Y mejor a cada paso.
La mejor compañía con la mejor cocina tradicional y un besito de pinot...