La idea de incluir este bebecito en la jornada fue porque tras unas botellas un tanto "oscuras" de añadas anteriores de esta casa de Margaux me pareció en una primera toma de contacto con el 2004 hace unos meses que la casa nos devuelve a lo que era Palmer en su versión más clásica. Menos mal. Para mi de nuevo vuelve a notarse ahora, con esta segunda intentona. Alejándose de los primeros del siglo XXI y últimos del XX la idea vuelve más hacia la elegancia y sutileza frente a la "grosería". Ese carácter floral de la merlot, violetas, con acompañamiento terroso, con el apoyo de la Cabernet Sauvignon en el plano estructural hacen un conjunto muy atractivo. Largo a raudales. Disfrutable en esta primera. Veremos más adelante. Visto así, vuelve a interesarme...Seguiremos.