3 años han transcurrido desde la úlima botella bebida de este notable vino. ¿Qué me he encontrado?. El corcho hecho "puré". Este vino por su larga vida merece un corcho de mucha más calidad. Lo abrí con sacacorchos de láminas y se rompió en cientos de trozos. He podido tomar la botella con un tupido filtro de inoxidable.

        A la vista un color rojo picota con evidentes notas rubí y débiles teja. De capa alta. Limpio y brillante. Muy buena, densa, abundante y lenta lágrima en su carrera por el cáliz de la copa. Ribete rubí y teja debil.

       En nariz a copa parada: licoroso. Aireado, comienzan a surgir frescas y sazonadas frutas negras y rojas del bosque en sazón. Madera de su crianza integrada y sin destacar.

       En boca está muy elegante, sedoso, con volumen y carnosidad, equilibrado y con abundante carga frutal. Con sus frutas muy maduras y dando algunas notas de pasificación. Mineral y seco. Manteniendo una fresca y elegante acidez que invita a beber y que le puede dar un par de años más de vida. Taninos domados. Grato, elegante y frutal paso de boca. Es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos.

     ¡Lástima!. Es la última botella. Creo.

Vino encerrado en una botella bordelesa y vestido con una sencilla etiqueta de diseño moderno y en la que sobresale la letra Z de ¿Zamora?. Botella que conviene abrir con un sacacorchos de láminas, pues a pesar del cuidado que puse en su apertura, el corcho de rompió por su impregnación de vino.
A la vista se viste de una capa media alta, está limpio y brillante, con un bonito color rojo picota y granate, buena, gruesa y lenta lágrima en su deslizamiento por la copa y tintándola. Menisco granatoso. Sin las leves notas tejas.
En nariz abundantes frutas rojas y negras del bosque, cerezas, grosellas, mayuetas en sazón, muy leve madera de su crianza, notas de mineralidad y balsámicas.
En boca es muy, muy elegante, sutil, equilibrado, con cuerpo y finura, carnoso, con volumen, madera muy integrada e inapreciable y taninos domados. Muy frutal pues resurgen las frutas de la fase olfativa con gustosida y elegancia. A pesar del tiempo transcurrido es un vino que tiene vida por delante. Hay una elegante y presente acidez que invita a beber y que le dará 3 o 4 años más de vida en plena forma. Muy grato paso de boca y es un vino muy largo. Me da una permanencia de 3,30 minutos

Granate de buena capa. Nariz de buena intensidad, con cierto porte 'atlántico', bien definida, hay fruta roja, algo de cacao en polvo, toques de flor morada y suaves tostados en el fondo. En boca presenta buen ataque, con cuerpo medio, el paso resulta ligero y muestra atractivos amargos, bien de acidez, con un final de regaliz negra, largo y bien definido.

Vino elegante donde el reposo en botella ha conseguido una gran conjunción de fruta y madera que están perfectamente integradas. Color picota oscuro de capa media alta con nariz delicada con un primer golpe a fresa, mora y frambuesa con una madera nueva que da un cacao fino, café con leche y especias dulces como la canela y la vainilla, todo ello envuelto en un halo balsámico. En boca pasa bien con unos taninos ya domesticados y una buena acidez dejando un postgusto medio largo. El vino está en su momento, es delicado, sobrio y elegante, llega y se va sin molestar, por eso, quizá, deje un tanto indiferente.

Picota con borde violaceo y capa alta.
Nariz muy elegante y profunda con fruta negra ,grosella y un fino tostado.
Una entrada en boca espectacular, expresiva y con un gran recorrido ,llena de matices de fruta madura y un tostado muy fino del roble.