Bello color rubí de capa media-alta, con ribete solo levemente anaranjado. Muy vivo para sus 14 años. Nariz impresionante, perfumadísima, intensa, que se huele mientras sirven la copa en el otro lado de la mesa. Elegante, complejo y seductor, conjugando notas que abarcan los cueros finos, tabaco de pipa, cedro, caja de puros, violetas, carne cruda, aromas terrosos, trufa, flores marchitas, vainilla, notas especiadas, recuerdos vegetales,... En boca es pura seda, una maravilla de equilibrio y armonía, con gran estructura y un final de terciopelo que se resiste a desvanecerse. Realzó maravillosamente un solomillo de buey en costra de boletos y se quedará en mi memoria durante mucho, mucho tiempo. Por cierto, como nota curiosa que da idea de la magnitud de este vino, puedo decir que, después de abandonar la botella vacía durante más de 10 días en la terraza, conservaba el mismo perfume maravilloso. ¡Increíble!