Color ladrillo menisco ocre, mucho sedimento, vino opaco y turbio, resultado del paso de 38 años. El corcho ha salido en dos partes y ha dejado algunos residuos en el vino. Nariz intensa a tabaco rubio curado, piel de rusia, chocolate amargo, higos cristalizados, tierra mojada. En boca es complejo con una acidez significativa pero bien integrada, profundo de taninos muy maduros y predominio de ahumados en retronasal, de final eterno. Me da la impresión de que ya paso la cúspide, pero sigue estando soberbio.
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