Difícil tratar de describir un vino de 105 años tras catar más de 60 vinos alemanes (aunque no haya tragado ninguno). Color caoba con turbidez. En nariz hay una gran complejidad dentro del tono de los tostados, caramelo quemado, café, arrope... En boca no es tan brillante, puesto que el azúcar ha amargado y el vino se encuentra un poco deslavazado. Suficiente para la edad que tiene pero su mejor momento pasó hace años

No hay palabras para describir este vino, perfecto en la fase olfativa y en la fase gustativa, una elegancia y finura conmensurables con un trago que después del paso del tiempo estas tomandolo aún.