Me quedaba una botella y tras hablar con Jesús -el mostagán- decidí darme el gustazo.
Color acerezado en fase decreciente.
Excelente nariz con restos de la abundante fruta madura que tuvo, recuerdos a pastelería confitada, especiados -pimienta, clavo..- y ligeros matices minerales.
En boca, muestra suavidad en primer paso y taninos sorprendemente sabrosos, buena acidez y persistencia final. Coincido con Juan Such -parece contener mayor grado alcohólico del que presenta su etiqueta-.
No guardar mucho tiempo más, empezará a decaer de manera inminente.
Un pero, la etiqueta se debe seguir trabajando -a mejorar-.

De color rojo picota y capa medio-alta.
Potente en nariz, con fruta negra madura sobre unos tostados muy interesantes, que evolucionan hacia notas de café y caramelo.
En boca es denso, con cuerpo y muy sabroso.
Largo y con un buen final.

Una nariz muy atractiva y variada, con buena fruta negra en sazón, maderas finas, algunos toques especiados y suaves notas de bosque umbrio. En boca muy tánico, con cuerpo y estructura, suave amargosidad, buena acidez y notable recorrido. Falto de botella pero prometedor. Mejor, de momento, en nariz que en boca, donde los taninos dominan las percepciones gustativas....

Aroma potente, quizás demasiado potente a esta alturas para ser la añada 2000, notas de hollejos y pasas. En boca confirma esa sensación de buena materia prima pero a la que se le ha exprimido demasiado, percibo mucha extracción, algo de falta de equilibrio, con escasa acidez que lo hace ligeramente pesado. Exhuberancia mediterranea pero algo desequilibrada. Parece tener más grado del que pone la etiqueta. Un vino para tomar más por copas que comiendo, donde cuesta bajar la botella. Me ha gustado más (incluyendo su RCP) el Tinto Lerma 2000. En cualquier caso, este vino apunta un potencial muy interesante para esta bodega. Cuesta 11 euros.

Color cereza picota, con ribetes violaceos.
Intenso aroma de fruta madura sobre notas de madera de calidad, especias y un toque mineral.
Sabroso, equilibrado y redondo, con aromas frutales en boca. Largo y muy interesante.

Picota opaco con ribete entre granatoso y violáceo. Nariz de buena intensidad, con mucha fruta madura (moras, ciruelas, higos) sobre un fondo balsámico y especiado, vainilla, sotobosque, resina, pino, tierra húmeda, notas de verdor y frutas en licor. En boca sorprende la suavidad con la que entra, porque su contundente nariz parece anunciar algo más duro. Acidez bien equilibrada y taninos potentes, pero no hirientes, que le dan gran estructura. Buen final, sin atisbos del alcohol que aparece en nariz, con algunas notas de verdor junto a la fruta madura y algo de hojarasca en retronasal. Buena persistencia. En definitiva, un tinto sabroso, con una nariz compleja, original y golosa, que se bebe con agrado y es capaz de acompañar perfectamente a una buena carne a la brasa.