Nariz que tarda en abrirse, compleja, con aromas iniciales empireumáticos, de cueros jóvenes y cárnicos, sobre una frutilla negra y espolvoreada en especias. Hay como un leve inicio de Kirsch, notas ahumadas (asador), hojarasca en descomposición y sensaciones de talco - calcáreas. Los aromas frutales están muy condensados con otros que recuerdan al cacao y a la menta. En boca es rico, con fruta roja madura alicoradita, largo y frutal - vegetal, matices que por vía retronasal incluso recuerdan al grano de café tostado y al orujo de hierbas. Un vino que evoluciona de una forma muy divertida, cada botella es diferente, ésta se encuentra en perfecto estado para seguir el proceso durante más años y el que suscribe, si Dios quiere, también. Las personas cambiamos como los vinos en nuestro cristal de pellejo perpetuo, a veces convergemos con ellos y otras veces no y en ese caso el voto de favor debe de recaer siempre sobre el vino, que es donde radica la verdad, que es la que existe en el momento en el que se disfruta. Seguir la evolución de un vino con varias botellas de la misma añada y a lo largo de media vida, es una prueba de la levedad humada, tanto en tiempo como en forma.

Tomado de nuevo el vino vuelve amostrar su viveza y su "cuerda para rato". Color rojo granate de buena intensidad para tener trece añitos, con ribete ligeramente atejado. Nariz intensa, aromas especiados, balsámicos, ciruela madura, tabaco. En boca conserva buena carga tánica, con buena acidez y estructura. Largo en el postgusto. Sigue en buena forma.

Otra botella de la misma caja que la anterior y guardada en buenas condiciones. Percibo menos intensidad, con algo de fruta roja / negra madura muy integrada en sensaciones especiadas ( vainilla – canela ) y de galletitas horneándose, con un levísimo toque ahumado, tierra de maceta y hojarasca en descomposición. En el final de nariz con la aireación, aparece un recuerdo licoroso y parecido al mineral de canto rodado. En boca es rico, con medio ataque y expresión, comedido, con fruta roja madura en la evolución, especiados, buena acidez típica de la Rioja Alavesa que le da esa elegancia minimalista al paso por boca y que se confunde con aspectos de ligereza frutal. Con la aireación (+ 1 hora ) el vino empieza a ganar en intensidad y nobleza. Rico y en su meseta.

Rojo cereza intenso con pequeño ribete granate – rubí de irisaciones tejas ( mantiene una tonalidad e intensidad muy buena pese a su edad ). Nariz equilibrada en la que se perciben frutas negras y rojas maduras sobre sensaciones especiadas, tostados frutales, también hay maderas aromáticas, balsámicos, especias ( pimienta ), fondo de nariz muy leve de la serie animal ( sutil ) que se ensambla con sensaciones vegetales ( hojarasca verde ) y frutales. Final de nariz con recuerdos minerales integrados en aromas de frutas rojas en sazón y un pequeño recuerdo de uva sobre madura con balsámicos. En boca tiene un ataque fresco, con buena estructura, evolución sabrosa en la que aparece la fruta madura concentrada y elegante sobre sensaciones especiadas, al igual que el posgusto que tiene una buena persistencia con sensaciones minerales levemente frías y secantes con un recuerdo a tostados ( algo torrefacto ) también muy leve. Retronasal de frutas maduras y especiados. Vino elegante y que mantiene el tipo sin atisbos de declive, y que ha necesitado de casi 2 h. de decantación para expresar sus cualidades. Elegantemente riojano.

Cereza picota ribete rubí atejado y capa media alta. Nariz con frutas rojas, cerezas, especiados, dulzores y balsámicos fuertes. En boca es agradable pero potente con retronasal frutal y balsámica. Buenísimo

Color cereza picota con ribete rubí atejado y capa media-alta. Nariz bastante frutal para su edad con recuerdos a frutas rojas, terciarios y notas aimales junto con un fondo balsámico y mineral muy agradable. En boca se presenta muy equilibrado, con una acidez perfectamente integrada y un final tostado. Intensidad media