Estamos en el restaurante de un bonito hotel de Benicasim sobre la misma orilla de la playa. Vemos este albariño en la carta a un precio razonable y nos lo pedimos. Nos lo sacan de la vinoteca atemperado a unos 8°C. Nos sirven y esperamos 15 minutitos antes de proceder a su valoración.

VISUAL: De color amarillo dorado de poca intensidad con reflejos verdosos. De lágrima fina y abundante (86).

OLFATIVA:  El vino nos regala aromas de fruta con hueso en primer término (melocotón y albaricoque) mezclados con otros de manzana verde y un toque cítrico a limón. Al agitar el líquido encontramos notas de flores blancas, herbáceos de poleo-menta y manzanilla así como un puntito mineral arcilloso de gran elegancia. Buena complejidad con una intensidad media (87).                               

GUSTATIVA: Nos lo llevamos a la boca y presenta un potente ataque, alta acidez y sensación de mucha frescura. Bastante amplio, con cuerpo, untuoso y opulento. Paso por boca muy amable, suave y sedoso. En retronasal de nuevo los aromas frutales y florales. Post-gusto con recuerdos minerales y de cierta salinidad que nos da una persistencia de un minuto y 50 segundos. Muy rico, equilibrado y con mucho carácter, imposible quedarse indiferente. Un Albariño que siempre mantiene un buen nivel (90).                         

La RCP considerando su precio en tiendas de unos 12 euros me parece muy buena.

MARIDAJE: Nos pedimos varios platos para compartir. Un filete de rodaballo en salsa de marisco, unos lomitos de atún rojo con huevas de salmón, un salpicón de pulpo y unos boquerones fritos. Excelente con todos y cada uno de los platos. Ese toque frutal, su alta acidez y el puntito mineral maridaron magníficamente con los aromas y sabores marinos de todos y cada uno de los pescados. Velada de gran disfrute de nuevo.