Primera añada de este vino que, en la añada 2016, pasa a llamarse "La Mujer Caballo".

Botella borgoñona de moderno etiquetado idéntico a "Sentada sobre la Bestia" (rojo) y "Sentada sobre la Bestia" (azul).

Con símil de lacre verde plástico y buen corcho, de calidad y largo apenas bañado por el interior en vino rojo granatoso picota. Huele muy bien.

Abierto más de dos horas antes de disfrutado.

Visual

Rojo rubí de capa media tirando a media-baja, ribete cereza-granate-transparente con algún levísimo reflejo violáceo pero con más evolución de lo esperado para un 2015 (con 2 años y medio). Limpio (salvo alguna partícula de resto de precipitado que indica que no está filtrado), brillante y de buena y bonita lágrima, abundante, fina y de lenta caída. (8,5)

Nariz

Al inicio muy cerrado y con aromas no muy definidos. La aireación lo mejora en intensidad y definición y ya aparece fruta negra madura, regaliz, especias, madera nueva, mentolado-balsámicos, tostado-torrefactos y algún recuerdo acrílico como de mueble nuevo con pegamento junto a una notable licorosidad. Agradable sin más. Parte de casi la nada a un estadío de vino "curioso" (raro) pero sin enamorar. (8,1)

Boca

Ataque frutal pero, a la vez, sequísimo, de buen volumen, medio cuerpo y buena estructura. No tiene una buena definición de sabores, mezclándose algo de fruta negra con sabores como leñosos, amargosos y vegetales no excesivamente agradables ni equilibrados. Acidez media más bien justa con fondo de maderas en un paso por boca con taninos poderosísimos en extremo que tapan, por su extrema rusticidad, el resto de sabores. Esa tanicidad tan elevada seca toda la mucosa bucal (se pega literalmente a la misma). No es un vino para nada redondo aunque sí es medio tirando a largo (sobre todo por lo rústico de sus taninos). El retrogusto final es leñoso con un fondo de fruta negra muy amargosa y algunos leves mentolados, especiados y regaliz que no lo rematan muy equilibradamente; la retronasal es balsámica y con notas licorosas de fruta negra madura, madera nueva y acrílico que mejora algo pero no termina tampoco de convencerme del todo. (6,5)

Vino que tenía curiosidad de probar desde hace más de un año (salió al mercado a finales de 2016)... y, francamente, me ha decepcionado un poco. Sí es peculiar, pero en nariz necesita tiempo y, sobre todo, en boca, necesita equilibrio y una doma muy importante de los taninos.

No sé si ha sido demasiado pronto para abrirlo, pero hablando hace tiempo con los bodegueros, me lo definieron como un vino para beber en corto y semi-medio plazo, no para guardar... de acidez no va sobrado, tiene bastante alcohol y un exceso de botella no sé si le vendría bien (para algo más que pulir un poco su secante, verde y extrema tanicidad).

Su PVP ronda los 20-24€ según la tienda. A mí me costó menos (unos 16€) a precio profesional.

La producción es muy baja (unos pocos cientos de botellas). La variedad es rara.

Aún así, no me ha convencido, me ha costado beberme media botella (dejando media para mañana) y, salvo que pegue un cambio radical en las próximas 24 horas, dudo que vuelva a comprarlo. Me parece de una RCP muy floja: caro para lo que ofrece (salvo la singularidad de la variedad y que sea la primera añada del vino monovarietal de "Ull de Perdiu" de esta bodega).

PD: Prefiero, de esta misma bodega, mil veces el "Sentada sobre la Bestia" (azul) de la variedad Arcos (también de Fontanars, pero muy minoritaria allí). Ese sí es un estupendo vino del que tengo varias añadas por probar aún (2014, 2015 y 2016).