Tomado junto al blanco de la misma bodega y conociendo a su hermano mayor, me confieso fiel seguidor de esta bodega valenciana que está consiguiendo unos vinos muy interesantes y hacerse un pequeño espacio en los restaurantes que buscan vinos diferenciadores.
En este caso, desde el nombre complejo pero diferenciador, hasta las diferemntes fases de una cata, tiene sus puntos interesantes.
Lo que más los define: vinos bien conjuntados y armoniosos.

Esta fue la primera marca de la bodega. Este tinto criado un 50% en barrica y la otra mitad en depósitos de Inox presenta un color picota de buena capa. La nariz es golosa, hay toques de tinta china, algo de café torrefacto y una amplia expresión de fruta negra golosa. En boca el ataque es intenso, con materia, sensaciones algo secantes, muy buena acidez, buenos amargos -reaparecen los toques de café-, largo y con notable estructura.

Color cereza oscura, menisco cardenalicio, capa alta, limpio, brillante, lágrima densa.
En nariz hay buena intensidad de aromas de fruta negra madura compotada, especias (pimienta negra), café, herbáceos; todo en un tono medio pero bien formado.
En boca tiene cuerpo, es notable la sensación de fruta negra muy madura dándole un punto goloso, es licorosas, tiene buena acidez, taninos integrados. Persistencia básica.

Hermano pequeño de El Cordero y Las Vírgenes y con una buena RPC.