Un vino con una buena calidad, con cuerpo, con estructura, una nariz elegante, frutal (fruta negra madura) y floral, con algo de regaliz y especias picantes, café, balsámicos, toques vegetales, tostados, frescura, fruta de nuevo... Es una nariz compleja y suave, sin atisbo de sus 14º. Toques un poco lácteos, como yogur de moras, cuando se acaba oxigenando con el tiempo.

En boca es sedoso, suave, frutal y floral, una buena acidez, es fresco, con un punto cálido gracias a su alcohol. Destaca ese toque vegetal como de raspón, que no molesta y le da juego y vida a este vino., que tiene un postgusto medio y te deja la boca fresca. Tanino completamente redondo y golosete.

Y se comportó con un buen plato de lentejas.

Hay aromas complejos y especiados, aromas de frutas del bosque bien maduras, notas mentoladas, junto con un paso balsámico, de regaliz negro, finos tostados, punto de grafito y un ligero rasgo vegetal. Y es un 2013, lo dejo ahí.

En boca y en inicio marca la entrada el tanino, es seco, viene al rescate una acidez marcada aunque equilibrada y fresca. La fruta se muestra jugosa, el vino sin duda precisa de algo de tiempo para el redondeo final. En la boca no se reflejan tanto como en nariz, las notas tostadas.