Hace unos 15 años, iba con cierta frecuencia a este restaurante y tenía un recuerdo muy bueno. Cuando hace un par o tres de años, recibieron la estrella Michelin, pensé ... "uisss" ...

Y aprovechando un fin de semana de "garoines", en que íbamos hacia la zona, almorzamos allí. Avanzo ya, que la comida fue impecable, pero la ambientación nada que ver con la que yo recordaba.

Si hacemos un análisis, diríamos que todo ha mejorado ... sala, imagen, vajilla, servicio .... Antes era como una masía muy digna, con una carta de las que maldecías no poder pedir todos los platos.. :) y ahora tienen una carta muy equilibrada, en un entorno muy cuidado, pero a mi gusto frío.

Es de aquellos lugares que si vas a primera hora (13:15) te encuentras que hasta llegar a la mesa asignada, necesitas decir "buenos días" a media docena larga de camareros y personal, que perfectamente uniformados, te saludan con amplio sonrisa. Ya sé que esto puede ser una muestra de "magnifica atención por parte del personal", pero los que me conocéis, ya me entendéis ¿verdad?.

Ahora bien ... la comida perfecta ya unos precios muy correctos, por la ambientación y servicio. Pedimos unas alcachofas asadas con jamón (14,50 €), una ensalada de pies de cerdo con tallarines y calamares (15,50 €), un meloso de ternera (18,50 €), bacalao plancha con pil pil (22, 80 €) y un surtido de quesos (13,50 €). Todos los platos resultaron impecables de elaboración y de presentación. La carta de vinos era amplísima y ofrecía posibilidades muy interesantes y más de una, a precio contenido.

En resumen, un lugar recomendable, sin defectos y con elaboraciones muy acertadas. Pero cuando me hago la típica pregunta de "tengo ganas de volver?", la respuesta es negativa. Pero puede que sea problema mío, de tener un recuerdo mitificado y de que el exceso de servicio (que en ocasiones puede dar sensación de servilismo), siempre me carga un poco.

El ambiente tampoco ayudaba con un público como "estirado" y algunos incluso con pinta de pertenecer a la secta "number one" de nuestro pais (y ya me perdonará si hay algún lector simpatizante con este movimiento).

Es un poco el comentario que me hizo mi acompañante a medio comer ... "Te has fijado que muchas mesas parecen como tristes?" Y me fijé que tenía razón. Y tampoco soy de los que vayan de carcajadas por la vida.

Me gustaría saber más opiniones, puesto que hace meses no aparecen aquí comentarios de este lugar.

Y para realizar el juego de adecuado / no adecuado, diríamos:

Adequado, para los que "riegan" los "condumios" con buen tinto
No adecuado para los que "acompañamos" la "comida" con buen vino.. :)

Ricard Sampere
www.restaurantscat.cat

Cierto es que reservo un dia antes, y en medio del puente de San Juan, pero nos citan a las 22.30. No llegaré nunca a saber si fuimos a mesa caliente o si el servicio se equilibra dando las últimas mesas a hora tardía. A partir de ahí, Els Tinars responde a nivel de servicio de forma magnífica.
Tras muchos años de no visitarlo (las últimas dos veces fue en 2003, cenando en la terraza), veo que se han sofisticado, que el local sigue siendo magnífico, que por la terraza siguen pegándose prohombres y prohombrecillos del star system costabravense (ultimamente en Catalunya y tras unos años de "canvi" hay mas prohombrecillo que prohombre...vamos, que poca cosa ha cambiado.
Lo que si ha cambiado es la cocina de Marc Gascons. En su justo punto, con pocas florituras pero las que hay perfectamente implementadas en una cocina que guarda los orígenes mismos del retaurante.
Copita de blanco Floresta para mi mujer. Aperitivo con olivat, fuet y tomate natural (8). Gazpachito (7). Un detalle que el aceite que acompaña a los primeros sea La Boella. De lo mejor.
A vinos voy a probar un Oliver Conti Tanyu 2009, un curioso gtramminer+svg blanc, que no permite emular los resultados de la familia Torres o de los grandes asacianos, pero que curiosamente, al ser DO Empordà, marca paquete con su paladar pétreo, esquistoso, insultantemente rocoso. Una sorpresa.
Tartar de gambas de palamós sobre lecho de patata y tomate (8). Tartar de atún toro con soja y germinados. Excelente calidad del atún (9).
San Pedro con ajo y guindilla para mí, y a la plancha para mi mujer (8 y 7).
Coulant de chocolate (7) y teresitas (torrijas) resueltas con cierto grado de creatvidad (6). Los postres crativos y los segundos llegan con disculpa previa del camarero (siempre atento) por la tardanza. Tampoco es exagerada.
Petit Fours correctos, café y cortado a la altura.
Relación Calidad Precio muy buena para 1 estrella, y menos buena si miramos los precios del servicio de pan, cortados (3,30 cada uno) e incluso de los postres (coulant a 13 euros). Creo que el resto es impecable. 80 euros por cabeza.
Volveré, obviamente, pero los cafés y el gin tonic, en Santa Cristina, Sant Feliu o en el hotel!!

Hacia años que no lo visitaba. Me soprendió la nueva decoración que le dan un aire muy elegante y luminoso.

Mesas muy bien vestidas con cuberteria y coperío de nivel. Servicio amable, atento y sin agobiar.
Carta de vinos con muchas referencias de todas las D.O. y alguna francesa y alemana. Menús de mediodia a 28 € y otro a 35 €. Escogimos de la carta.

De entrantes unos buñuelos de bacalao excelsos y un plato que recordaré durante largo tiempo, memorable, unas cigalas rebozadas ligeramente con unos guisantes y colmenillas y jugo de asado. Espectacular...

De plato fuerte tomamos un steak tartar, muy bueno, con un picante alegre y sin pasarse.
Y un nido de almejas y bogavante con arroz, plato potente de sabor y delicado de textura.
Excelente.

Postres a la altura. Escogimos un bombón de chocolate con crema de la pasión y cocacola.

Para beber tomamos el Petit chardonnay de Jean León a 21,20 €.

Lo que dije, una comida de lujo. Las expectativas fueron superadas.

Visitamos el restaurante la primera semana de enero,teníamos programado visitar Tinars y Bo-Tic y lo hicimos!! Dos estrellas michelin. Cumplieron su caché aunque mejor els Tinars que Bo-Tic.

Escojimos a la carta, era nuestra segunda visita.
- Huevo cremoso con alcachofas y gambas. Correcto aunque la cantidad un poco corta. Sabemos que las gambas son caras pero el plato podría alargarse con cremoso de huevo y alcachofas que son baratas!!!
mi pareja escojió un ensalada de tocino con manzana, trufa y apionabo. Correcto. Ración corta.

Los segundos muy contundentes:

- yo tomé mi liebre la royal (me encanta y siempre que puedo la como). Correctísima, no hay palabras. Puede que mejor por su rusticidad que la del Celler de Can Roca, no trituran la carne tanto como la del Celler.
mi pareja tomó: albondigas de pollo con bogavante (veía su felicidad en la cara... nada a comentar).

De postres (un poco flojos, suele pasar los buenos cocineros salados no son capaces de hacer buenos postres).
- Mandarina rellena. (floja y poco amargosa). Caro... una manadarina confitada no es cara!
- piña con mojito y hinojo. Me comentó mi mujer que era riquisimo.

Servicio bueno y profesional. El sumillier muy agradable y con una carta de vinos con precios muy moderados, tomamos un Empordà no recuerdo cuál... me vuelvo viejo y me falla la memòria!

Felicidades a los hermanos Gascons y a su equipo!

pd: cámara de fotos estropeada.

Restaurante con merecida estrella.Una, pero no más. Local amplio, bien aparcamiento, cómodo, mesas amplias, buena cubertería, servicio, etc. La comida muy buena, cassolana y buena. Amplia carta y de cierto nivel. No esperen sofisticaciones. Buena RCP para la comida que ofrecen. Dos peros: frialdad en la entrada, nos hicieron esperar 20 minutos pese a tener reserva y mesas libres, decoración un tanto desenfocada para un restaurante. Parece que estés en una libreria. Personalmente, sobre gustos colores, no me gusta. Excelente terraza, aunque da a parar a la carretera...???

Al enterarnos de la recién obtenida estrella michelin y tras varias recomendaciones decidimos acercarnos a este restaurante el domingo.
Nos sorprendio que no hubiera la posibilidad de hacer ningún tipo de menu al ser domingo, asi que tuvimos que desgustar platos de carta.
De primero pedimos un steak tartar (realmente bueno) y canalones (también buenos) en cuanto a los segundos los dos nos decantamos por los arroces (bastante flojos en mi opinión) pedimos arroz con alcachofas y salchichas y arroz caldoso de sepionets. De postre torrijas y tarta de manzana.
Solo puedo deciros que todos los platos eran correctos, aunque esperaba mas de los arroces, por lo demás nos dejo indiferentes y entonces me pregunto que es lo que debemos esperar de un restaurante con estrella, cada vez me cuesta mas opinar sobre ellos, que debemos valorar??..quiza nos hemos vuelto demasiado exigentes pero la verdad aunque no huvo nada que nos disgustara tampoco huvo nada que les hiciera destacar, nada que los hiciera diferentes a otros muchos restaurantes sin estrella.
El trato y el servicio también fue correcto, algo que me sorprendió dada la capacidad del restaurante pero por lo demás nada que llamara nuestra atención.

Es un sitio muy agradable con una carta muy extensa bien elaborada, recomendable seguir las sugerencias de temporada. Ya habiamos estado varias veces y todas hemos comido muy a gusto, no dejar de probar el arroz con espardeñas que está estupendo y el trencadis de huevos y patatas con trufa negra, todo el pescado que hemos probado está bueno y el pequeño filet con foi recomndable,reservar espacio para los postres del carro.
La atención es buena y cuentan con un área de fumadores cerrada, el local está decorado con buen gusto y es acogedor, no ponen problemas con los crios. A pesar de la estrella no han cambiado su estilo y que siga asi.
Seguro que iremos más veces.

Amplio comedor distribuido en varios ambientes, que resulta agradable. Servicio atento y profesional. Panecillos variados. Carta de vinos extensa y variada, copas y vasos correctos. Aperitivo de pan tostado con tomate y fuet. Muy buena comida, con una carta variada y atractiva, con imaginación y sin excentricidades. Buenos productos y bien tratados. Comimos un gustosísimo "nido de marisco" con arroz, un curioso y sabroso canelón con bogavante, un delicioso bacalao confitado y unos filetes de salmonete exquisitos. Como postres elegimos una sopa de chocolate blanco y una torrija de manzana, también excelentes. Casfé correcto con unos petit fours algo escasos, pero buenos. Todo ello acompañado por un estupendo "Quinze Roures". En conjunto, nos gustó mucho. Unos 60-65 euros por persona, vino aparte.

Restaurante llevado con cariño y profesionalidad.
Ahunque veo exagerado que se merezca una estrella, almenos de momento.
Carta muy amplia con el producto como protagonista.
Buen servicio y buena carta de vinos.
Recomendable.

Para mi un restaurante donde se disfruta bastante! el entorno, el servicio y sobretodo la comida es fantastico.