Restaurante Mercatbar en Valencia
Restaurante Mercatbar
País:
España
Provincia:
Localidad:
Dirección:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
17,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Domingo y mes de agosto
Nota de cata PRECIO MEDIO:
27 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
6.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
5.3
Comida COMIDA
6.2
Precio medio entorno ENTORNO
6.3
RCP CALIDAD-PRECIO
6.5
Ostra & Aire de Limón
Mollete de Costilla Coreana
Yogur de Cubalibre de Foie
Tostada de Rabo de Toro
Tarta de Manzana con Helado de Manzana Verde
Brownie de Chocolate con Crema Inglesa de Cítricos
Chocolate muffin/fondant/souffle (?)
Pork
Octopus
Opiniones de Mercatbar
OPINIONES
55

Mercatbar es la apuesta del renombrado chef Quique Dacosta por acercar su concepto gastronómico al gran público, dentro de un espacio informal y desenfadado y con unos niveles de precios al alcance de todos los bolsillos.

Mercatbar, dentro del conjunto de la oferta de Quique Dacosta, se plantea como un gastrobar, con una carta no muy extensa, distribuida en tapas, platos fríos, principales, postres y tres menús: del día (solo para medios días laborables), degusta, y bocados. En cualquiera de las opciones, con unos niveles de precios contenidos.

Y lo hace en un local de forma alargada, con una barra a la entrada con sus banquetas correspondientes y una sala, de estilo algo mas formal, con mesas y manteles. Todo ello con una decoración alegre, luminosa, con baldosas hidráulicas en el suelo y espacios en las paredes donde se exhiben cestas que contienen productos de la huerta, para transmitir la sensación de estar en un mercado. Se trata de un local muy agradable y donde se está muy a gusto, contando ademas con un servicio de sala, joven, muy atento, con sonrisa en los labios y decididos a hacer agradable tu visita.

Sin embargo no puedo calificar nuestra visita de exitosa, quizás debimos dejarnos llevar por nuestra idea inicial y no aceptar la sugerencia de probar un menú de degustación. Es verdad que la decisión final fue nuestra, pero aunque optamos por el mas corto, el degusta, nos parece mas propio de un medio día que de una noche. Pero en estas cosas, como en tantas otras, cada persona debe sacar sus propias conclusiones.

El citado menú degusta, regado con unas cervezas valencianas La Fallera, en el momento de la visita consistió en:

- Cebolla encurtida con emulsion de anguila, a modo de aperitivo previo. Bonita presentación, que invita a degustar y que después de haberlo hecho solo puedes afirmar que estaba muy bueno. Fresco, con el punto justo de acidez, con una emulsión muy gustosa que hace un excelente contrapunto con la cebolla. Buen comienzo.

- Ajoblanco con calamar. Calamar crujiente bañado con un ajoblanco correcto de sabor.

- Pizza fria a la putanesca. Originalidad es lo mejor que se puede decir del plato. Una pizza diferente, extra fina y crujiente acompañada de tomates secos y anchoas, pero tan sumamente saladas que hace imposible su ingesta, en consecuencia, plato devuelto a cocina y posterior petición de disculpas, reconocimiento de que aquello era imposible de comer y ofrecimiento a repetir o sustituir el plato. En ese aspecto la actitud por parte de la sala y la cocina es irreprochable y de agradecer.

- Pita de manitas y parmesano. Dos pitas por persona, buen producto, pero excesivamente contundente.

- Fideua negra con emulsion de salsa americana. Hermosa ración, con buen sabor. Original y resultón.

- Canela. Diferentes formas de presentación con un punto en común: la canela. Galleta, helado y crema

- Piña y coco. Rodaja de piña caramelizada, muy gustosa por cierto, coronada con una bolita de helado de coco. Refrescante y buen postre de cierre.

Café con hielo pone el punto final a esta visita a un lugar de cocina informal, desenfadada, asequible, montado de una forma alegre y que habrá que repetir, hoy no le hemos cogido el punto a la cocina y viniendo de quien viene, merece otra oportunidad.

Reseña completa y fotos en https://comercongusto.es/mercatbar/

Al amparo del anuncio de Quique Dacosta de presentar algunos platos suyos aparecidos en Masterchef último, parece un buen momento de poner al día un local que nació con un concepto y que ahora está más por buscar las opciones de menú a buen precio. Hay un menú de 14€ interesante, pero casi todos los comensales fuimos por la opción novedosa.

Carta especial para la ocasión con los platos:
. rosa: en un florero viene una rosa a la que se ha vaciado la mitad interior de la flor y se coloca unas láminas, creo, de manzana osmotizada coloreada como los pétalos de rosa y aromatizada con agua de rosas. A 4.20€. Espectacular pero como plato se queda corto.
. piedra de parmesano: en un cuenco con piedras auténticas se presenta una (solo una) aparente piedra que en realidad es la cubierta de un buen bombón de parmesano. Para comerse una cantera (2.75€).
. buñuelo de bacalao: decliné el ofrecimiento (3.30€)
. pez limón: en un plato con una ramita con hojas de limonero (y algún proyecto de limón) se presenta medio limón maduro y vaciado, de buen tamaño, en cuyo interior hay unos taquitos del pescado macerados como un ceviche con ralladura de lima y zanahoria. Encima un aire de limón agradable (8.75€).
. arroz de cenizas: creación más que conocida del inventivo chef y que siempre merece estar: perfecto de punto de arroz, de sabor, con sensaciones ahumadas de chimenea de invierno.. Espectacular (10.45€).
. chocolate mascarpone: bien presentado con chocolate crujiente en el remate y en forma de tierra en la base junto a algunas mini flores comestibles y un buen helado de mascarpone. Nada empalagoso (4.75€).
Se propone acompañar de un vino dulce para lo que hay una carta de postres que incluye una sección de vinos dulces con bastantes opciones casi todas a precios superiores al propio postre.

Además:
. pan con tomate: cuatro lonchitas de pan bueno pero básico, con un tomate triturado correcto. No cobrado como extra.
. una cerveza de barril: fría y bien tirada. Acompaña por cortesía unas aceitunas de la casa.

El local bien atenido, casi lleno (excepto la barra sin nadie), ambiente informal, posible cesta en el suelo para colocar bolso, tablet, proyección en la tele de elaboración de platos que invita a conocer.
Atención en sala muy correcta y rápida. En menos de una hora habia concluido todo.

El precio en principio es alto, pero la creatividad que lleva cada plato y la buena ejecución de los mismos tiene que contar.
Ojalá que lo que hoy es una oferta del momento pueda convertirse en una opción con más continuidad.

¿Cómo? ¿Ya han pasado más de nueve meses sin juntarnos? Somos un auténtico desastre, vergonzoso, no tenemos palabra ni credibilidad alguna, ni un ápice de honradez, ¡hombre ya!...

...así, entre lamentaciones y otras lindezas más subidas de tono, culpándonos por ello los unos a los otros, como si de imberbes púberes se tratara, nos plantamos el grupo de los cuatro amigos cuarentones en Mercatbar con el único objetivo de pasar un buen rato.

Se nos volvió a cruzar en el camino la edición de marras de Valencia Cuina Oberta y, aunque daban opción a la carta, nos decidimos por el menú... que de discusiones y diferencia de pareceres ya andábamos sobrados.

Del local está todo dicho. Funcional, moderno con toques rústicos contenidos, duralex a tutiplén y guiños continuos a un pasado tan lejano en el tiempo como reciente en nuestras mentes. Ambiente sosegado y desenfadado en una sala con escasa asistencia de público.

Ronda de cervezas previa para calentar motores, quedando así el menú VCO (30 €) que consistió en:

Ensalada de Algas. Bocado inicial repleto de la esperada frescura. Cubierta por un amasijo de fideos chinos crujientes y un acertado fondo de curry. Contacto.

Tacos de Atún Rojo. Un par por cabeza. Materia de primera con un marinado a base de soja y una gelatina de wasabi. Reprís.

Ostra & Aire de Limón. Más continente que contenido, pues las ostras ostras son, sin que me aportara nada nuevo. Ralentí.

Yogur de Cubalibre de Foie. Creo que ya se ha escrito todo de la clásica creación de Quique Dacosta. Complementariedad y sinergia. Revoluciones.

Mollete de Costilla Coreana. Estos panecillos tipo al vapor me vuelven loco por su textura y fondo dulzón. Bien el guiso de la carne con un toque crujiente que le daba el austero y escaso acompañamiento a base de col morada. Bache.

Suquet de Peix. Perfecto fondo concentrado que entonaba el cuerpo a las mil maravillas. Fue el plato que más me gustó a pesar que la repetición de los fideos crujientes de arroz colocados por encima me contrarió un tanto. Tracción total.

Tostada de Rabo de Toro. Generosa ración del estofado repleto de potencia sápida con ese toque de los ajitos laminados por encima que sumaba. Cilindrada.

Como postres compartimos una Tarta de Manzana con Helado de Manzana Verde y un Brownie de Chocolate con Crema Inglesa de Cítricos. Ambos de nivel, haciendo felices a los más golosos. Fin del viaje.

Para beber una botellita de El Grifo Malvasía D.O. Lanzarote y otra de Guímaro D.O. Ribeira Sacra con correcto servicio en buenas copas. Para los postres un tokaji Disznóko 1413 recomendado por la casa que no me transmitió ninguna sensación especial. También una botella de agua grande.

Una ronda de correctos cafés y a buscar un sitio cercano para terminar de arreglar el mundo.

Hubo de todo, platos con impronta, como ese suquet y el cubalibre que merecen la visita, junto a otros más anodinos pero en conjunto creo sumamos una aceptable experiencia. No sé si tendremos que esperar otros nueve meses para volvernos a juntar...

  • Ostra & Aire de Limón

    Ostra & Aire de Limón

  • Mollete de Costilla Coreana

    Mollete de Costilla Coreana

  • Yogur de Cubalibre de Foie

    Yogur de Cubalibre de Foie

  • Tostada de Rabo de Toro

    Tostada de Rabo de Toro

  • Tarta de Manzana con Helado de Manzana Verde

    Tarta de Manzana con Helado de Manzana Verde

  • Brownie de Chocolate con Crema Inglesa de Cítricos

    Brownie de Chocolate con Crema Inglesa de Cítricos

Hacía un año aproximadamente que no iba a Mercatbar pero un día decidí ir con unos amigos y me llevé una grata sorpresa! Llevaba tiempo sin ir precisamente porque las últimas veces no había salido del todo contento pero esta última vez, la mejor de todas sin duda. Han puesto una carta nueva, ajustando el precio y los platos a las necesidades del cliente. Noté el servicio bastante mejor, mas atentos. El local también ha tenido algún pequeño cambio. En resumen: No tardaré otro año más en ir seguro....

Un sitio con 5 suspensos en Verema en las 9 últimas baremaciones y que en su momento había que reservar con mucha antelación y ahora no está ni la mitad del comedor lleno, se convierte en una apuesta arriesgada, pero nos puede más el hecho de no conocerlo ninguno de los 4 comensales.
Local ya muy descrito pero que me impresiona de local tipo gastrobar, moderno, con servicio de mesas (platos tipo años 60) y copas juvenil y desenfadado.
Carta de comidas con bastantes opciones de tapas, arroces, carnes pescados, postres y hasta pizzas; con la coletilla de no incluir el IVA en los precios. Carta de vinos con suficiente para elegir.

Empezamos con una papas, cerveza Sol y una Fanta, aparte de agua Monte Pinos. Nos decidimos por los menús ya que parecen bastante completos. Completamos con un par de extras en los entrantes:

Para compartir: pan de cristal, crujiente, con anchoas, bien de punto de sal y tamaño.
Pulpo a la brasa con patata machacada y pimenton de la Vera: muy bueno.
Minihamburguesas con wasabi y espuma de algas: un plato llamativo de color, escaso de picante y bien la carne.
Croqueta de rabo de toro, sobrasada y miel. Cumple bien.
Ostras: buenas, jugosas, buen tamaño.

De principales: uno de pescadilla muy correcta. Los otros tres a por arroz meloso con pollo de corral y garrofones. Muy bueno.

De postre: una panacota correcta y tres de fruta cortada con kiwi, uva, piña, sandía.. muy refrescante.

Para beber un Paco&Lola 2012 a buena temperatura, sin cafés ni extras ofrecidos.

Las sensaciones finales es que el local está bien dentro de su estilo, el servicio es correcto, hay variadas opciones para comer y suficientes en vinos. La cocina funciona bien pero el precio, a día de hoy, es alto comparado con otras opciones.

Era uno de nuestros restaurantes favoritos desde que se abrió, con aquel nuevo concepto de gastrobar y aquellos llenazos (entonces no se admitían reservas previas).
Anoche fuimos con otros seis amigos que no conocían Mercatbar, a los que ya les hemos pedido perdón por llevarlos.
Nunca hago en Verema comentarios si no son elogiosos o de sitios nuevos, pero este quiero que sea un epitafio porque estoy muy enfadado. Creo no obstante que no permanecerá abierto mucho tiempo a juzgar por nuestra cena de anoche.
Llegamos muy puntuales, 8 personas a las 21:30. Hora de toma de comanda 22:09, con un restaurante sólo medio lleno (debí sospechar de la tardanza: Poco servicio, poco amable, poco eficaz, poco responsable).
Conserva Mercatbar la Carta de apertura prácticamente igual, con precios que no incluyen IVA (molesto, no habitual); carta de vinos corta pero bien seleccionada y con precios muy altos (25/40% por encima de lo normal). Pedimos Pétalos del Bierzo Bodegas Palacios, exquisito y servido a temperatura adecuada, pero a 27,50€ la botella.
Después de una pésima explicación del Menú Mercatbar por parte de una camarera que sólo advertía que es cerrado, pedimos a la carta y muy variado; hoy me doy cuenta de que dejaron de servirnos yogourths de mejillón tigre, pero no olvidaron cobrarlos.
Cena normal sin grandes pegas, excepto por la lucha permanente por disponer de agua, cervezas, vasos...
A las 11 más o menos parte del escaso (5 personas) servicio, se pusieron a meter las mesas y sillas de la terraza, a puertas abiertas de par en par. Cuando acabaron, dejaron las puertas abiertas; teníamos frío por estar en la mesa grande más próxima a la puerta. Protestamos, pero al final, el que tenía abrigo tuvo que acabar de cenar con el puesto, porque el joven ¿maître? dijo que era la hora adecuada para hacer aquello.
Curiosidad: La barra de entrada, absolutamente vacía. ¿Es que no sirven en ella o es que sencillamente no se sentó nadie?. Nos dió la impresión de estar cenando en Maxim's la noche antes de la entrada de los nazis en 1940. Desolador, triste.
Trabajando así, con tanta competencia y con crisis...R.I.P.

La otra noche sali a cenar con mi novia. Tras dos intentos de cenar en mercatbar,el martes por la noche conseguimos mesa. Suponia que al ser un dia entre semana y al haber poca gente seria uno de los mejores..pero..error. Tambien soy cocinero y me gusta probar,sobre todo sitios con nombre o de tal cocinero. Nos vamos dando cuenta de lo que es poner el nombre de tal en un negocio..funciona x si solo. Pero a la hora de la verdad te das cuenta de que es solo eso,el nombre. Como otros tantos cocineros reputados que se han apuntado a la moda de montar taperias como fuente de ingreso para sus otros locales. No es la primera vez que me pasa. Con todo el respeto..me jode pagar por lo que comimos. Empezamos con unas croquetas,que te indican el orden en las que han de probarlas por el tema de sabores y demas..por lo menos molestaros en indicarlas correctamente;pequeño fallo que a todos nos pasa. Ahora bien,si me dices que las croquetas son de delfin, me lo creo,sabian casi igual todas(misma base para todas y le hechamos un poquito de jamon picado,o las sobras de queso,algo de quicos..). Bueno. Seguimos con las bravas "homenaje" a Arola..si esa es la manera de homenajear a alguien...Diooos!! Patatas en una tempura con sabor a aceite reusado,seguramente del fin de semana que no habian cambiado(doy fe porque habia un fosil negro pegado a la tempura),un sime tomate con exceso de pimenton y unas gotas de mahonesa de bote..que se nota. La carne sin mas..y el postre..crema catalana correcta,con su helado con un punto de cristalizacion elegante(congelo..se me olvida fuera,lo congelo..etc)..por un precio un tanto elevado para ser un simple postre mal ejecutado. Hablando de precios,caro. Pero hay que tener en cuenta que pagamos una marca que no siempre es sinonimo de calidad. Y para terminar añado. Señores encargados de ese dia;si os devuelvo las patatas porque saben a aceite sucio,os lo explico,no deberias habermelas cobrado cuando solo comimos MEDIA patata.Vergonzoso. En fin, 65 pavos tirados..65 pavos que me cuesta gastarme como a otras tantas personas que solo queremos estar a gusto cuando podemos salir a cenar. Gracias por contribuir a ello.

Hablo muy, muy poquito español y entonces escribo solo in ingles. Por favor, no dime "¿Porque no escribes in español?"

SEE FULL REVIEW AND PICTURES AT http://www.restaurantcritic.eu/the-reviews/spain/mercatbar

Overall rating: 6/10


Mercatbar is owned by Quique Dacosta, and as I had recently been to Quique Dacosta’s wonderful restaurant in Denia I was looking forward to Mercatbar, although I knew it would be nothing like his restaurant in Denia. As far as I know, Dacosta isn’t much involved with the specific dishes here. This is partly a tapas bar, partly a restaurant.
The cooking was capable, and all the food was okay, but it was never really anything special.
We had these four courses to share:
* Octopus with mashed potatoes (€9.18)

* Pork with mashed potatoes, red peppers and a spicy sauce (€10.75)

* Creme Catalana (€4.32)

* Chocolate soufflé/fondant/muffin (€5.94)

Water was €2.70 for half a litre. All in all this meal came to €17.80 per person
The octopus was chewy rather than tender, and it was simply dusted with way too much paprika.
I was unsure what cut of pork we actually had. The menu in English said shank, but the one in Spanish said solomillo (tenderloin). Nevertheless, the sauce was nice (chilli, thyme and oil) but a bit too spicy for my liking, and unfortunately it drowned out the flavour of the pork.
The creme catalana needed some vanilla if you ask me, but then maybe that’s not part of the original recipe, and then of course you cannot add it (they’re gonna kill you in Spain if you make just the smallest change to any of their traditional food ;-)). The caramelised sugar on top had a smoky taste to it, which was nice in the beginning, but at the end I was a bit sick of it. The apples on top was, as usual in Spain, devoid of flavour. Southern European Golden Delicious, Gala and similar types simply cannot compete with for instance Elstar, Cox Orange or Filippa from Scandinavia when it comes to flavour.
The chocolate dessert said soufflé on the menu, but was nothing of the sort. It was really a muffin that was just a tiny bit runny in the centre, which is the only link to a fondant. It was pleasant enough, and the passion fruit sauce was a nice contrast to heavy and rich chocolate.
All in all, the cooking was capable and a lot better than in most restaurants in Valencia which live off selling poorly fried octopus and floury potatoes with aioli. The food here was definitely better cooked and a lot more interesting, but was never really was better than just okay. That said, I of course didn’t expect to find world-class cooking for less than €10 per dish, and for this price I would think the food is some of the best you can find in Valencia. The only place where I’ve had food of similar quality for this price in Valencia is Raco del Turia and Samsha. The food was better at Samsha, and a lunch menu was €20 + drinks for three courses during the restaurant week (normally €24.20 including drinks). Raco del Turia was also €20 for lunch during the restaurant week, but I believe it is significantly more expensive usually.

  • Chocolate muffin/fondant/souffle (?)

    Chocolate muffin/fondant/souffle (?)

  • Pork

    Pork

  • Octopus

    Octopus

Local para la gente "guapa" de Valencia. Lleno hasta la bandera pero con fluidez. Intencionadamente desenfadado, y con mensaje de que se está en una tasca, moderna, pero en una tasca. Los vasos y platos de Duralex, además de las tarjetas y cartas de cartón, son una prueba de ello. Y como tal, servicio disperso y de pasada. Resultado, lento y frío.

Cena para tres, quedando en evidencia la resolución de muchas de las tapas para compartir.

Cruzcampo (1,90 €.) para calmar la sed y ayudarte a leer la carta.

Visto lo visto, nos hubiera traído cuenta pedir el menú (17,75 €.), ya que constaba del mismo número de tapas que pedimos. Optamos, no obstante, por la carta.

- Vieira encobollada a la gallega;(5,50 €.) Una por comensal. Prescindible por completo, y cara. Tres láminas (no más) de vieira, y una masa por salsa que me recordó al relleno de muchas empanadillas, con virutitas de atún y todo.
- Surtido de 4 croquetitas;(4,25 €.) Light en cuanto a relleno y sabor. Da igual empezar por la de queso azul, no matará al resto, no.
- Langostinos crujientes sobre romescu;(5,50 €.) Tres langostinos, ésta sí que fué pedida viendo la cantidad, de aceptable tamaño y rebozado, servidas en un vaso de tubo corto con la salsa en el fondo. Buena salsa romescu con abundante almendra, pero caliente. Y no creo que la fritura del langostino la calentara hasta tal punto.
- Patatas bravas;(5,90 €.) Sin duda, el mejor de todos los entrantes, pero sin tirar cohetes tampoco. Nunca probé la patata del propio Sergi Arola, pero sí de la mano de la que creo es la mejor cocinera de todo Valencia y que regenta restaurante con nombre de estancia del hogar. Nada que ver ni en forma, ni en ejecución respecto a éstas, pero por lo menos, aceptables. De todas formas, buena cocción y posterior fritura teniendo en cuenta el tamaño de cada patata.

La sensación, aunque no sea así, es que las tapas son precocinadas.

El que se encargó de salvar la noche fué, el Arroz Bahía meloso de setas y cabeza de lomo;(9,95 €.) Buen punto del arroz y gran sabor, incluso a llama. Presentado sobre cazuela de hierro fundido. Más que suficiente cantidad habiendo tapas de por medio.
El tercer acompañante se pidió Pierna de cordero sobre Ratatouille;(9,95 €.) Basándome en su comentario, no la probé, buen sabor pero totalmente prescindible todo lo demás. Incluso hizo la observación de que el calabacín, cortado a finas láminas, se hizo al calentar el propio plato, quizá con el golpe de horno. Viendo su ondulado aspecto, le creo.
Servicio de pan muy bueno (2 €.), acompañado de dos cuencos pequeños con tomate rallado y un alioli verdoso de una exquisita falsa suavidad.
Como postre, tiramos mano del Cóctel despedida: "Ciao Mercatbar";(3 €.) Estupendo sorbete de limón al cava con frutos rojos servido en copa de champagne.
Durante el transcurso de la cena, un siempre magnífico y triunfador Santa Rosa;(28,90 €.) Pese a que en la carta figuraba 2006, nos sacaron el 2008. Este vino está bueno y bebible aún de joven, EMHO. Servido a buena temperatura inicial, luego necesitó apoyo de cubitera, y dado tan solo a probar. Buenas copas Stölze en cuanto a tamaño y forma.

Decir, que todos estos precios parciales son sin IVA, ascendiendo la cuenta finalmente a 122,76 €.

Ni frío ni calor, ni blanco ni negro. No me atrevo a decir si volveré o no. Me pasó en su día lo mismo con la Lluerna, que por cierto, su similitud tiene, y al final no volví. Sería justa una segunda visita y probar otras tapas, pero...

Es lo que tienen los sitios de moda, la sobrevaloración en la mayoría de casos.

El interiorismo del local es muy agradable aunque el lugar resulta un poco bullicioso.
Es mi segunda visita, y me llevo la misma impresión que en la primera. El concepto es muy moderno y atractivo, pero el resultado bastante mediocre. Nos pusieron una ensalada de tomate y atún y cebolla. Algo tan simple te lo haces en tu casa o, en el caso de tomarlo fuera, debe estar hecho con un producto de calidad. En este caso el tomate estaba medio verde y sin ningún sabor, es decir, un fiasco total.

La morcilla de arroz estaba correcta aunque sabía demasiado a pimentón y tenía poco de morcilla y mucho de arroz.

El arroz de magro y brocoli sin pena ni gloria. Esperaba más habiendo quien hay detrás de todo esto.

En resumen: para lo que pagas y lo que sirven, te vas a un clásico con solera tipo casa montaña, comes mejor y n ote quedas con la sensación de que te han tomado el pelo

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