Restaurante Mesclat en Valencia
Restaurante Mesclat
País:
España
Provincia:
Localidad:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
15,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Mediodía de lunes, martes, sábado y domingo (hasta septiembre)
Nota de cata PRECIO MEDIO:
20 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.2
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
6.8
Comida COMIDA
7.4
Precio medio entorno ENTORNO
6.8
RCP CALIDAD-PRECIO
7.8
Lentejas
Sepia
Kobe
Opiniones de Mesclat
OPINIONES
56

Hambuerguesas de calidad y de todo tipo (carne, vegetal y pescado -moluscos),y con variedad de pan. No me voy a repetir en los comentarios anteriores.
Merece la pena la visita, porque el lugar no tiene nada que ver con la tipica hamburguesería cutre, sino más bien con un restaurante minimalista. Como dice mi amigo Isra, si estuviese en el corazón del Carmen habría que pedir mesa por lista de espera.
Imaginación al poder, eso de poder añadir cualquier ingresdiente por 0.20€ adicionales. Además se puede tomar vino por copas a un precio muy razonable (anoche tomamos un Sierra Cantabria a 2,5€ y un Casa Castillo creo que a 3€). Otra cosa importante, la cerveza de barril es Heineken y hacía mucho tiempo que no recordaba en Valencia una cerveza de barril tan bien tirada (enhorabuena).
Carta de postres cortita pero bien elaborada, donde recomiendo la panacota (muy buena) y el brownie de chocolate caliente con helado muy bueno también. La tarta de queso (caliente) nos defraudó un poco, creo que tiene exceso de frutillos rojos.
Ah, y te puedes tomar un gin tonic bien hecho y con ginebras al gusto, tanto perfumadas (tipo GV, Hendrik's...) o secas (tipo Seagram's, Master's...).
Servicio atento y profesional, sin demasiadas florituras que tampoco son necesarias para un local de este tipo.

Un gran amigo me recomendó este sitio, y tuvimos la suerte de ir a cenar a este local.

En un primer momento, la idea de hacer una cena en una hamburguesería podría sonar bastante cutre, pero para mi sorpresa, la cena estuvo a la altura y me sorprendío gratamente. Probé la hamburguesa Black Angus, y he de reconocer que la calidad de esta carne bien vale hasta el último céntimo que se paga por ella.

El trato del personal fue bastante bueno. Solo podría reprochar que las hamburguesas tardaron bastante en llegar, seguramente debido a que se hacen de forma individualizada por cada comensal.

En general, es un gran restaurante, y seguro que repito. Lo recomiendo a todo aquel que le gusten las buenas hamburguesas y además quiera acompañarlas con unos entremeses de buena calidad.

Viernes noche. Cena para 5. Descubro el restaurante en Verema, y como venían a cenar mis dos nanas, les prometo una cena en un "McDonalds" especial.
Cenamos con unas entradas (patatas rellenas, nachos y patatas con huevos). Las raciones abundantes y en general, bastante buenas. Como nos pilló con poca hambre, sobraban. Luego continuamos con las hamburguesas de rigor. La Black Angus exquisita, igual que la de ternera. Las de langostinos no tuvieron tanto éxito. De todas formas, hubiesen sabido mejor sin tanto entrante.

Para beber mucha agua, y una botellita de tinto Angelical (Enguera), que para el precio que tiene, está muy bueno.

Dos postres para compartir (tarta de queso con frutos rojos y tarta de chocolate). Buenos.

Todo esto, más cafés e infusiones, y chupitos (invitación de la casa), 95 euros. Buén precio.

Y aquí la opinión (hasta ahora ha sido una mera descripción): Si buscas comerte una hamburguesa fuera de lo corriente, con buena bebida (cervezas y vinos que ni de asomo encuentras en Mcdonalds, Burguer Kings ni Fosters, a buen precio), en un sitio nada convencional para ser una hamburguesería, este es el mejor local que he encontrado en Valencia. Si se busca un restaurante "bién", hay muchas mejores opciones, pero mñas caras. Además, de vez en cuando, una buena hamburguesa es una opción apetitosa.

Nos habíamos reunido 15 amigos de diferentes ciudades de España (Madrid, Albacete, Barcelona, Valencia) y se eligió Mesclat como un buen punto de partida para esa noche.

Habíamos reservado con un día de antelación, ninguna pega y un trato perfecto en todo momento tanto por mail como por teléfono.

Lo que probé:

Algo sencillo y fresquito para empezar, una ensalada de rúcula, cebolla morada, manzana, bacon, muy bien aliñada y que sirvió para abrir el apetito.

Nachos con guacamole y queso, sin extravagancias pero muy ricos. De normal no soy un apasionado del guacamole (cuando me ponen varias salsas, ésta es de las que no suelo probar), pero el del Mesclat me encantó. Creo que tenía lima (¿o era limón?) ajo y pequños trozos de jamón, junto con un aguacate de calidad, quedó super sabroso.

Patatas con alioli. Voló muy rápido de la mesa, el alioli era muy suave.

Hamburquesa con carne Black Angus. Puedes elegir cuatro ingredientes sin coste adicional para tu hamburquesa, los míos fueron: tomate seco, champiñones, huevo frito y queso de cabra. Tenía ganas de probar la carne Black Angus (la elegimos cinco de los quince) y a todos nos pareció una carne exquisita.

Para beber, como hacía una par de semanas que fue mi cumpleaños, quise pedirme a parte un vino blanco, Hermanos Lurton Verdejo 2010. En principio sólo iba a beberlo yo, pero acabaron seis personas acompañándome. Vino muy fácil de beber, para casi todos los gustos.

El local está muy bien, si no te pasas con la bebida suele salir por menos de 20€ / persona.

Un saludo

Local grande, espacioso y cool en el barrio del Carmen.

Iluminación tenue que, junto a la música de fondo consigue un ambiente intimista.

¿Pero esto no era una hamburguesería?. Pues sí, se trata al fin y al cabo de una hamburguesería pero con “algo más”. En las instalaciones, en la materia prima, en los vinos, en el servicio…

Pedimos de entrante unas Patatas con huevo poché y aceite de trufa que estaban muy correctas y de segundo, dos hamburguesas que compartimos mi pareja y yo:

Hamburguesa de Sepia con pan integral negro.
Hamburguesa Black Angus con pan rustico.

Nos las sirvieron secuenciadas, y partidas por la mitad. Primero el pescadito y luego la carne. Estaban sensacionales, cada una con su estilo, pero en ambos casos, gruesas porciones, jugosas y sabrosas. Nos salió bien la jugada, primero la finura de la sepia y después la potencia de ese excelente vacuno.

Puedes elegir entre 12 tipos de hamburguesas y un sinfín de ingredientes y cuatro panes para configurarte tu propio burguer.

De postre, una Tarta de manzana bastante lograda.

En el apartado vinos, disponen de 8-10 vinos por copas, anunciados en grandes pizarras, y una aceptable carta. Tomamos una botellita de Anselman Riesling 09, servidos en copas Schott.

Buena oferta de cervezas.

Servicio joven y dinámico de impecable presencia.

Para repetir.

Era la segunda vez que visitaba el Mesclat y, si de la primera me fui con un muy buena impresión, esta segunda visita con hace más que confirmarme que este restaurante es una muy buena opción en Valencia.
Esta vez cenamos en la terraza de la calle, aprovechando la tregua de la noche al calor asfixiante de todo el día. La otra vez cené en el local y me gustó la distribución de las mesas y la reforma que se le ha hecho al local.
Como ya se ha hablado bastante de la cocina, paso a comentar lo que cenamos. De entrantes tomamos un steak tartar que está verdaderamente bueno, no diré que el mejor que he probado, porque tengo uno o dos lugares donde comerlos mejores, pero sí el mejor que he probado a ese precio. Pedimos también al centro unos huevos poché con aceite de trufa, jamón y patata bastante ricos. Pero aquí se trata de comer hamburguesa, así tomé una hamburguesa de black angus con pan blanco excelente, sin lugar a dudas, la mejor hamburguesa que he comido en Valencia. Todo perfecto, desde el pan, la carne, los ingredientes que el comensal añade a su gusto, las salsas...
La carta de vinos de este local sorprende por su extensión, calidad y selección, aunque no podría ser menos estando Luca al frente del negocio. Tomamos de vino El Perro Verde en unas copas correctas y con servicio atento y distendido. En este local no necesito que nadie me sirva el vino y me lo presente, así que me parece que el vino, para este negocio, está tratado con bastante deferencia.

No digo que sean las mejores hamburguesas de Valencia, pero sí las mejores que he probado en esta ciudad. En definitiva, si quieres comer unas hamburguesas como Dios manda, debes visitar Mesclat.

Lugar agradable donde te puede tomar una buena hamburguesa,que de vez en cuando apetece y mas si es de calidad,magnificos los palitos de queso y los nachos,y magnificos los postres,servicio atento y simpatico, con buena carta de vinos, cervezas y vinos por copas.

La primera visita que hice a Mesclat fue una cena de grupo con un menú de mini hamburguesas que proponían en navidades y la verdad es que me causó muy buena sensación. Me quedé con ganas de volver y probar las hamburguesas de carta. Así pues, aprovechando los dias de semana santa nos acercamos a cenar a Mesclat. Mesa para cuatro personas, local lleno pero sin excesivo ruido ambiente, separación de mesas aceptable, servicio atento y agradable.
de entrantes tomamos:
nachos con salsa de queso y guacamole (correcto)
patatas paja con huevo, jamón y aceite de trufa (correcto)
Hamburguesa:
Yo tomé hamburguesa de ternera con bacon, champiñones y queso cheddar en pan rústico (muy buena y de buen tamaño).
De postre compartimos tarta de queso con frutos rojos (buena)
Acompañamos la cena con vino Nita (Priorat) que nos gusta mucho y estaba a un precio muy razonable (16.50€), servido en copas Schott.
Confirmo la buena sensación inicial, buen lugar para disfrutar de una buena hamburguesa acompañada de un buen vino, y además a un precio muy interesante.

Como ha denominado algún forero "fast food" de calidad, pero sin el servicio del fast food, que es lo que a mi menos me gusta de esos locales, en Mesclat por lo contrario puedes disfrutar de la cena, sin prisas, con platos servidos correctamente, bien presentados y con sus tiempos correspondientes entre ellos. El género se nota que es de calidad y el servicio de vino muy bueno para no tratarse de un restaurante. Fingers, nuggets, nachos (raciones generosas acompañadas de sus salsas correspondientes), hamburguesas varias, eligiendo cada cual sus ingredientes, la mia buenísima (de pollo con foie, bacon y cebolla caramelizada (¡toma ya!). Postres variados; tarta de queso, de chocolate, etc. Para beber; copas de vino (puedes elegir entre varios, lo cual se agradece), y cervezas alemanas, agua, cafés, etc. Muy barato dada la cantidad de comida y bebida.

Situado en el barrio del Carmen, local espacioso de decoración moderna y buena separación entre mesas.

La oferta culinaria se centra en lo que sería “fast food”, pero de calidad, ¿o debería entonces catalogarlo de “slow food, o good food”. Ofrece varias ensaladas y entrantes sencillos pero de buena factura y presentación. La opción estrella, son las hamburguesas cuya oferta es amplia y variada, tanto en cuanto a su composición, como en cuanto a los ingredientes con las que las puedes acompañar, incluso es posible elegir entre varios tipos de pan. Oferta de postres suficiente, no sorprendente, pero si de buena factura. Servicio joven, amable, atento y dispuesto.

Carta de vinos (original en su presentación) no muy extensa, pero si suficiente, con referencias interesantes a precios comedidos. Ofrece una decena de vinos por copas y distintos tipos de cerveza. La cristalería bien de forma y grosor (Schott). El servicio del vino se circunscribe a la prueba y se deja en la mesa en régimen de autoservicio.

Éramos cinco y nuestra experiencia fue para cenar, compartimos varios entrantes: aros de cebolla, patatas rellenas, huevos y algún otro entrante que no alcanzo a recordar, luego cada uno eligió una hamburguesa distinta, en mi caso una “Black Angus” con huevo y foie y cada uno un postre. Para beber cinco cervezas, un agua grande, una botella de garnacha de fuego y una de Juan Gil crianza, los postres los acompañamos con vino dulce y a los cafés nos invitaron. El total de la cuenta ascendió a 144.40 euros.

Me declaro poco amante de los restaurantes del tipo de comida rápida, tan sólo he tenido la “desgracia” de sufrirlos en algunos aeropuertos en los que he quedado atrapado, pero tal vez si tuviese algún establecimiento como este más cerca de mi casa, repetiría con más frecuencia.

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