Hay buenas costumbres que no se deben de perder y entre ellas hay la de la noche fallera del grupo de amigos del Club de los sábados en el que, ¡¡por fín!!, cambiamos de escenario un par de noches al año. Una de ellas es en fallas y siempre buscamos un lugar cerca de la falla de El Pilar para luego una vueltecita por un par de fallas más incluida siempre la falla alternativa de la calle Corona (siempre contestaria y diferente) y si resistimos, incluso vemos el castillo como este año a pesar de la amenaza de lluvia.

Cena para 10 con entradas al centro:
. aceitunas: mejores de la media
. tomate y pan: falto de sal el tomate pero entretenido
. fingers de queso x 3: bien de sabor y textura
. nugget de pollo: buenas
. nachos con guacamole: bastante bien
De principales: hay un menú de fallas que limita muchas cosas y se centra en el tema de hamburguesas que se sirven con pan blanco, pan negro (centeno), mollete y rústico (aunque de éste no había y eso que eramos los primeros en cenar); el punto de la carne a elegir:
. 5 Aridulce: hamburguesa de ternera de Ávila con cebolla plancha, baccon, cheddar, tomate natural, lechuga y salsa de mostaza y miel
. 3 Discola: hamburguesa de Black Angus con foie gras y cebolla caramelizada: muy bien de sabor pero queda pobre en el plato; un poco de verde y tomate serían un buen complemento visual al par de gajos gordos de patata con piel que hacen de compañía.
. 2 Piacinas vegetales pero reforzadas con jamón: flojitas de sabor

Para beber 3 cervezas de inicio (hay carta de cervezas) todas de botellín (no hay de presión), más agua Cabreiroa, 3 de vino que fuimos testando y catando comparadamente: Austral 2013, Finca Resalso 2013 y, tras acertar el fallo de Mestizaje, fuera de carta Ribas del Cua 2011 un mencía para rematar. También una copa de albariño Zyos. Algunas cosas a mejorar: avisar de los fallos en la carta de vinos y no traer la copa de blanco servida desde la cocina.
Para terminar con infusiones y cafés. Se pidió una copa de Magno que se cobró y no se trajo; se avisó y dado que no tenían, se descontó y se disculpó, incluso se ofrecieron chupitos que se declinaron.

Servicio muy voluntarioso y con buen resultado de su trabajo sacan adelante un local totalmente lleno y bien insonorizado.
Objetivo cumplido.
.

Primera y última visita a este sitio.Tardaron UNA HORA Y MEDIA en servirnos 4 burguers y ni siquiera se disculparon ni nos compensaron. Burguers decentes pero nada fuera de lo normal en burguers elaboradas, la única diferencia el customizado a lo LemonGrass.

Tras la visita anterior quedó hambre de hamburguesa, así que nos lo debiamos. Miramos el menú pero esta vez era dia de comer hamburguesa.

Un aperitivo de la casa de tomate, orégano y sal gorda con tostones bueno.
Mientras esperabamos un plato de patatas caseras y un buen pan aligeraron la espera.

Una degustación de pescado con mini hamburguesas (70 grs) de sepia muy buena, langostino aceptable, bacalao muy buena. Acompañaban 3 salsas: romescu, mostaza y manzana ka mejor y tártara con pepinillo bien.

La otra opción fué hamburguesa Mesclat, muy buena la mezcla de carnes que ganan en sabor y textura sobre una carne sola, acompañaban unas buenas patatas caseras. En principio la idea era de la degustación de mini de carnes, pero por recomendación de la casa cambiamos porque el total hubiera sido mucho. Y era verdad.

Para beber un Kientz Riesling 2011 bien de temperatura, dado a catar y a la cubitera. Con cerveza, de las muchas opciones que hay, bajaría el costo de forma notable.
Cafes muy buenos. Buen servicio.

Con la idea de comer una hamburguesa diseñada en sus componentes, entramos a un local casi vacío (es pronto) y ya descrito y nos sentamos con una idea preconcebida.

Empezamos viendo la carta y el menú del día y acabamos sucumbiendo. Servicio de ambiente informal, cercano, amable, sin cambio de cubiertos, sin mantel pero divertido. la decoración no engaña y el ajuste de precio y tipo de clientes que acabaron llenando completamente el local, que no es pequeño, es lo que espera. El personal se multiplicaba por atender tanta gente, aunque con mucha dispersión.

De entrantes había ensalada de hojas de roble, pollo, piña, huevo y zanahoria que descartamos y nos quedamos ambos con los sauqitos de verduras salteadas con salsa de soja. Esta vez los sauiqtos les sobró un poco de horno saliendo con alguna quemadura incluso en los ajos tiernos que hacían labor de acompañantes.

Difícil elección de plato principal entre fideua de rape, gambitas y habas o bien arroz meloso de pato con setas silvestres, pero ninguno, optamos por arroz (necesario 2 pax) meloso de cigalas y pulpitos con ajos tiernos en buena ración, bien de punto de arroz con su cigala de buen tamaño.

Tambien hay postre: panna cotta (como se nota origen italiano) con frutos rojos (más bien negros) en buena ración y sabor.

Para beber un Kientz Gewüztraminer 2010 que valía (15€) más que cada menú, pero mereció la pena. Primer servicio y luego en cubitera para autoservicio que dada la demanda de atención de las numerosas mesas no daban otra posibilidad.
No hubo café ni pudimos con la grappa ofrecida.

Un local informal, de precio ajustado y con varias posibilidades para volver a comer de diferente forma.

Cena rápida el viernes. Tras saludar a Mirco efusivamente nos sentamos a picar algo.

Tomamos:
- 2 copas de Hermanos Lurton
- 1 agua grande
- Nachos, los triángulos de maíz estaban francamente buenos con queso y un guacamole muy bueno
- Fingers de queso, los cortabas y el queso salía como una tromba de agua, nada aceitosos.

- Hamburguesa de ternera con bacon y queso, sin complicaciones! Muy buena la carne

No teníamos mucha hambre, así que la cena fue con esos tres platos. La rcp no sería objetiva, así que pongo una cantidad orientativa

Que yo conozca, son estas las mejores hamburguesas de El Carmen. Buen precio, mesas y sillas cómodas y amplias, y un local acogedor.

De los entrantes he probado dos, uno de los cuales me encanta y otro que no me gustó mucho. los fingers de queso están muy sabrosos y los suelen sacar al punto. Sin embargo unas patatas asadas que tienen me gustaron menos. Estaban asadas, parecía, hace bastante.

El servicio a mí me parece excelente. simpatiquísimos camareros.

En cualquier caso, cada cierto tiempo me gusta comer en El Mesclat.

Nosotros hemos estado en el restaurante y la verdad es que el ambiente es bastante agradable un lugar sin muchas presunciones donde se puede pasar una velada tranquila y agradable.

Hemos comido una Black Angus, y la verdad es que nos ha gustado bastante, el sabor y la calidad de la hamburguesa era bueno, el punto de la carne muy bien logrado también hemos comido unos fingers de queso que a mi esposa le han encantado,y el precio fue bastante accesible (tengo hijos y se que te gastas lo mismo en un Mac Donalds) lo cual nos sorprendió mucho y ahora tenemos un lugar para visitar en familia.

La única pega que le pondría serian los tiempos la comida tardo un poco en salir y generalmente no nos hubiese importado pero se lo comentamos al camarero y al parecer le sentó mal y se fue murmurando creyendo que por hablar en italiano no lo entenderíamos siendo que como valencianos entendemos todo lo que se dice en italiano, pero fue un detalle supongo que solo tendría un mal día.

En general es un lugar al que recomiendo vayáis con tiempo y calma pues la espera bien vale la pena

Que se ha puesto de moda elevar a la categoría de “alta gastronomía” una triste hamburguesa, no hay duda, hay que echarle imaginación y empeño para competir con los menús económicos que se ofrecen respecto a este breve bocado de carne.
Pero mira, tanto aquí, como en Mediterránea de Hamburguesas, le han tomado el punto y lo cierto es que lo hacen bien, puedo asegurar que después de cuatro o cinco visitas, siempre he salido satisfecho.
En Mesclat, teniendo el atractivo de estar en el Carmen, resulta cómodo el local, aunque nada del otro mundo, te recuerdo que esto va de mantel y servilleta de papel, pero los precios no bajan en ningún caso de 10€, más IVA, tienen unos entrantes para compartir bastante interesantes, como por ejemplo sus patatas y como no, una muy buena ensalada de pollo, la famosa Cesar, que la bordan.
Ya sabes, esto va de elegir un tipo de carne y combinarlo con distintos panes y añadidos, al final un buen efecto y un mejor disfrute, pero nada más, no tiene mayor fundamento.
Gente muy amable atendiendo, posibilidad de vino por copas, y dos salones separados que, normalmente siempre tienen lleno.
Saludos

Esta vez no fue tan entusiasta la visita. Reconocer una vez más la calidad de la hamburguesa.

De nuevo una Black Angus, pero con diferentes ingredientes; queso manchego, pimiento asado, bacon y cebolla fresca. La carne, pese a pedirla al punto, quedó un punto más hecha. El pan rústico creo que es el apropiado. Uno de los acompañantes eligió focaccia para la misma y se le abría.

De entrantes:

Ensalada de mozzarella de búfala; tomate seco en aceite, aceituna verde a rodajas, mozzarella, y hojas de lechuga de gran tamaño, lo que demuestra que no se trata de una ensalada de bolsa.
Buen aliño.

Nachos con guacamole y queso; los típicos nachos que pido cuando me veo arrastrado por los acompañantes. Unas veces mis hijos, y otras, amigos de una década más joven como era el caso. Correctos. Mejor el guacamole que la salsa de queso.

Me gustó especialmente la piadina que nos sacaron. No la hubo la otra vez, y parece que es habitual pese a no pedirla. Crujiente, tostada, con cristales de sal...

El postre flojeó. Aunque no pasé de probar el mío, un pesado sorbete de lima y albahaca que no acabé, los otros dos tuvieron críticas dispares. Al parecer la tarta de queso no estaba como la vez anterior. El que eligió la tarta de manzana sin embargo, quedó satisfecho.

Acompañamos esta cena de un magnífico Beryna 2009. Servido en buenas copas y a una temperatura idónea.

Dos cortados y una cerveza previa por parte del que esperaba completaron la cuenta.

Cortesía final, unos limoncello, que completa una atención más que correcta.

Volveré sin duda, pero saco la conclusión que si de mi depende, hamburguesa + ensalada. Ojo, que los entrantes son buenos, aunque pueden ser cortos si la visita es frecuente.

Fuimos a cenar previa reserva 7 personas.

El sitio es muy bonito y grande. Mas bonito que en las fotos.

Pedimos cervezas al llegar y luego un vino de rueda verdejo de 13,30€ correcto.

Los entrantes justos de calidad pero bien de precio, en nuestro caso burritos y patatas rellenas de setas.

Las hamburguesas son el plato estrella, puedes elegir todo, el pan, el tipo de carne y los ingredientes.

Las carnes son de todo lo que nos podamos imaginar , ternera , pollo, pavo, cerdo, caballo, lentejas , sepia...
Algunos pedimos una carne de Kobe gallega que se pasaba de precio, pero era día de probar cosas nuevas, esta hamburguesa costo 17€.

Los postres eran caseros y mis amigos decían que muy buenos, yo no tome.

Al pedir la cuenta nos ofrecieron unos chupitos de licor.

Volveremos y probaremos mas cosas, pero la impresión fue buena.