De aspecto minimalista con dejo de cercanía (los colores elegidos tal vez?) agradable e impoluto aspecto, nos recibe la bodega acristalada en la que conviven vinos de distintas zonas y elaboradores.

La sonrisa y amabilidad del personal te hacen sentir cómodo desde el primer momento. Diplomacia, saber estar, cercanía – solo cuando así corresponde - pero sobre todo ILUSIÓN. El chef de notable juventud, quien desde muy temprana edad y tras el período de formación hizo incursiones en los fogones de distintas y reputadas cocinas del país.

Menaje, coperío, manteles, de muy buen gusto, mesas amplias y cómodas con buena separación entre ellas.

El servicio en sala agradable, discreto y muy atento.

Menú degustación; hoy más que nunca deseo conocer la destreza del cocinero:
- Empezamos con Vichyssoise con huevo de codorniz, suave, fresca y de una textura casi sedosa.
- Carrilllera de Merluza rebozada, buena fritura dejando un bocado crujiente y tierno.
- Ostras de Les Marsens, sin mas… tremendas en intensidad y persistencia.
- Bogavante poquísimo hecho - jugoso - en escalibada y melocotón, una combinación curiosa en la que el melocotón aportaba frescura, textura y acidez.
- Chipirón en su tinta relleno de blanquet, sabroso, a pesar de la sencillez, los sabores estaban perfectamente definidos, las texturas muy agradables y aromáticamente… espectacular.
- Lentejas estofadas con manitas gratinadas y codorniz. Los platos de cuchara son de lo que mas suelo disfrutar. A pesar de la aparente sencillez se intuye el enorme trabajo detrás de éste plato. Otro de los favoritos. (al recordarlo vuelvo a salivar)
- Lubina salvaje con crema de judías verdes y salteado de puntillas, punto bien conseguido guarniciones respetuosas.
- Corzo con crema de queso manchego y estofado de frutos rojos, suma y sigue en una armónica progresión de creaciones culinarias.

Postres:
- Tarta de queso fresco y cuajada de leche
- Torrija caramelizada con sopa cítrica y sorbete de fruta de la pasión. Verdaderamente agradable, la torrija sutil y fina, la sopa refrescaba al igual que el sorbete de fruta de la pasión. Un postre original, elegante, sutil.

Como ya comenté el servicio en sala es comedido, diría hasta tímido, pero ya se agradece. En cuanto al vino la carta, tiene una selección curiosa y defendible, máxime cuando se valora que no hay un "experto " en sala; con todo queda patente la ilusión y el buen gusto así como las ganas de aprender; encontramos referencias y zonas productoras sorprendentes. Tiempo al tiempo…

Bebimos:;
Andre Clouet Millésime 2000
Taberner Sirah 2006
Tokaji Château Dereszla (3 puttonyos)

Gin Tonc sublime. Habano y ron Zacapa cierran una comida de lo mas agradable.

Ampliamente recomendable!

Kaymus felicidades por la juventud y el entusiasmo!!! Volveremos.

PD. No valoro el precio, porque me invitó mi acompañante... Gracias a ti también por tantos momentos de placer!

Impresionante el trato que hemos recibido en este restaurante totalmente fuera de lugar, prepotente, grosero y como si fuésemos niños de quince años.
Tengo publicados más de cien restaurantes y podéis ver que nunca he hablado así de ningún otro, pero lo que hemos vivido las diez personas que hemos comido hoy el menú de Cuina Oberta en el restaurante Kaymus principalmente por su maitre es digno de ser comentado.
Todavía no me puedo creer que una persona haga comentarios del tipo:Ya os he traído la carta de vinos dos veces, teneis que iros porque tengo que montar la mesa para la noche, cuando en una mesa al lado nuestro acababa de servir las copas y se iban a quedar y otros comentarios a la salida como que ellos no necesitaban este tipo de menús porque tenían el local lleno(nosotros no hemos sido quienes hemos ofrecido el menú, sino simplemente los que hemos ido a degustarlo)y si no te interesa participar en este tipo de promociones lo tienes fácil, no te apuntes pero no trates a la gente de la manera que lo has hecho.
Acudimos a este restaurante que se encuentra en la nueva zona de Maestro Rodrigo, bonito local con mesas con buena separación y con un reservado.
Reservamos para diez personas y nos dieron este salón reservado, desde el momento en el que entramos empezaron los problemas con el maitre.
Primero: se puso nervioso porque dos personas tardaron diez minutos en llegar, entraba cada dos minutos para ver que estabamos todos y cada vez su cara iba cambiando.
Segundo: le pedimos un vino de la carta, tres picos, nos dice que sólo tiene una botella, le decimos que de todas maneras lo queremos a lo que accede de mal gusto, le volvemos a pedir la carta para pedir un segundo vino, le pedimos trilogía y nos dice que tampoco le queda ninguna botella de este vino, aquí hace comentario de que ya hemos pedido la carta dos veces, finalmente le pedimos Remelluri y éste si que nos lo puede servir.
Entradas
Aperitivos Kaymus: chupito de buen sabor
Croquetas caseras de cocido: sin pena ni gloria, dos croquetas.
Ensaladilla rusa con salpicón de marisco: más bien mini ensalada, buen sabor pero poca cantidad
Plato Principal
Rosejat de fideos con verduras y jamón iberico: estaba buena, al Cesar lo que es del Cesar
Postre
Tarta de queso fresco y cuajada de leche: muy normalita
Pedimos cafe y finalmente la cuenta, realmente parte de nosotros nos ibamos a quedar para tomar algo y entonces es cuando entra el maitre y con grosería nos dice que tenemos que irnos, que tiene que montar la mesa para la cena,el local estaba lleno incluso hablo con otros clientes y me dicen que ellos acaban de pedir una copa y que la semana anterior se quedaron hasta las 8 de la tarde(eran las 5 de la tarde.)
Cuando salimos del local me dirijo al maitre para decirle que creo que esa no es manera de tratar a la clientela, a lo que me responde que hemos estado chuleandoles y que ellos no necesitan dar ese menú por que tienen el local lleno. Me sorprende su actitud y comportamiento y no entiendo que alguien que trabaja cara al público pueda tratar así a las personas y hacer esa diferencia entre clientes. Me repite que el no necesita gente de ese menú a lo que le contesto que tiene un menú en la carta por sólo 4 euros más y me dice que eso es otra cosa y otra gente, además al final pagamos 31 euros pax.
No se de que puede conocer esta persona a ninguno de los que estabamos para tratarnos así. Luego el cocinero,también me contestó de la misma manera cuando al salir le dije que compartiría mi opinión y me dijo que si le estaba amenazando( creeis que eso es una amenaza expresar lo que uno piensa.)
Sólo quiero compartir con vosotros mis experiencias y muchas veces obvias algún comentario porque sabes que detrás de los negocios hay familias que viven de ellos, pero esto no tiene comparación con nada y no se puede tratar así a nadie.
Por todo esto, en mi humilde opinión nunca volveré a este lugar y además no puedo recomendarlo, sino al contrario,repito en mi libre opinión y de las 9 pesonas que comieron conmigo, ninguna volverá, así que si lo que has pretendido era eso, lo has conseguido.

Me habian recomendado distintos amigos este restaurante y (en mis ultimas salidas he tenido suerte con las elecciones) ha sido una velada muy interesante.
Local sorprendente y acogedor, servicio atento y discreto y un menu de 30 euros muy acertado y con una materia prima de gran nivel.
Para empezar aperitivos muy originales Salmorejo y cocas de sardina, pate de pollo y queso a las finas hierbas.
De primero una original ostra al gin-tonic, luego una delicada milhoja de foie, un sorprendente chipirón en tinta relleno y para finalizar unas albóndigas de rabo de toro.
Mi acompañante tomó de plato final un pescado muy sabroso (negrete) y muy bien presentado.
Todas las raciones muy generosas y muy bien cocinadas, con unas materias primas de gran nivel, ah y el pan sorprendente.
De postre una excelente tarta de queso.
Carta de vinos extensa e interesante, nos tomamos un Agustin Torelló Brut Nature (24 €)
Con los cafes unos petit four apetitosos (bola de chocolate negro picante y roca de chocolate blanco con piñones).
En resumen, estamos de suerte ultimamente, otro local con una propuesta gastronómica y a un precio interesante.

De primero ensalada de jamón de pato con habitas y queso mas un tartar de tomate con aguacate. De segundo solomillo y chuletón. Los primeros estaban bien resueltos (la ensalada muy rica). Los segundos no daban juego para demostrar mucha creatividad. La carne era de calidad y asada a la brasa al punto pedido por cada comensal. Digamos que hasta aquí la nota sería un notable. No así en los postres,el coulant estaba poco hecho y el chocolate con pera era un poco insulso. Por contra los panes muy buenos y servidos calientes.
La carta de vinos es un poco corta y con lagunas. No se entiende que de la zona de los 50 euros se salte a más de 100 euros con muy pocos vinos en el rango de 50 a 100. Además hay un predominio de añadas muy jóvenes aunque supongo que esto es signo de los tiempos y deben adaptarse a los gustos de los clientes. Tomamos Hacienda Monasterio Rsva Especial 2001 (decantado y autoservicio). También me pareció escasa la selección de licores y vinos dulces.
Por otra parte, se nota que el restaurante es nuevo y falta sobre todo que el servicio de sala termine de afinarse. Detalles como tirar el corcho y la botella de vino sin acercarlos a la mesa no deben ocurrir o por ejemplo se echa de menos algún detalle para acompañar los cafés.
En cualquier caso, quieren agradar y se desviven por atender cualquier petición del cliente, por ej. abrir una botella de cava por servir una sola copa.
El precio algo elevado, unos 90 euros por persona. Cierto es que había un menú degustación (botella de Moet incluida) por 57 euros que probaremos en otra visita y así podremos valorar mejor la creatividad de la cocina.

Es un restaurante muy interesante, el diseño es moderno y la carta es bastante completa.

Recomendaría:
- El foie con manzana de entrante: es espectacular.
- De postres la Torrija cítrica y la tarta de queso.

Aunque lo realmente impactante es el pan de masamadre, realmente increible.
Resumiendo mucha amabilidad en el servicio, gran cocina y un pan magnífico, sin duda volveremos.

El excelente Chef, Nacho Romero, nos ofrece una adquirida experiencia en buenas cocinas donde ha madurado como los excelentes vinos de su carta, lo que se traduce en un recetario personal, meditado y comedido, nos ofrece una variedad de especialidades destacando los arroces, que nos permite disfrutar de una comida de calidad con una elaboración magistral, ha sabido conjugar la preparación de sus platos, de una forma que sin duda sorprende al comensal, la permanencia del sabor de los ingredientes es indudable, sin enmascaramientos ni ocultación de sabores.
Incorpora elementos de la cocina contemporánea con el puro sabor de los ingredientes, sin que como ocurre en ocasiones nos perdamos en una presentación, o elaboración en la que no se reconoce lo que comemos. El local de un diseño elegante, no resta protagonismo a lo importante que es la cocina, al tiempo que el trato desde que se entra hasta que se sale del local, nos recuerda que lo importante es el comensal, mimado por una puesta en escena magistral, el servicio en la mesa es excepcional y sin duda el cliente recibe toda la atención que pueda demandar, desde consejos para elegir un buen vino de una cuidada bodega con calidades asequibles, hasta cualquier detalle que nos interese de la carta.
Un servicio de mesa cuidado al más mínimo detalle, donde los platos parecen intercambiarse en su momento justo sin prisas, sin esperas, todo es servido en su ocasión y con esmero. Indudablemente quieren y pueden compartir el protagonismo de cada plato con el cuidado al cliente y a su satisfacción.
Los precios se ajustan al mercado proporcionadamente y nos permite disfrutar de un menú o una carta sin necesidad de pagar en exceso por ello, han sabido equiparar la calidad con el coste al comensal sin hacernos pagar por pretensiones.
Es a la hora de elegir los vinos como siempre donde la factura se incrementa, por lo que si nuestros gustos no son excesivamente sibaritas, podremos comer por el razonable precio de 30 euros por persona, como media aproximada.
Yo personalmente les recomiendo los arroces y una tarta de queso, que posiblemente cambie su concepto de este postre.
Visita muy recomendable.

Excelente local,con decoración,puesta en mesa,cuberteria,cristaleria impecables y la solvencia de Nacho Romero al frente de la carta.Carta variada donde producto y creación se conjugan para ofrecer un verdadero placer al paladar.
Tampoco es extraño, si tenemos en cuenta el bagaje que lleva,a pesar de su juventud el chef.Can Fabes,La Broche,Torrijos son algunos de los locales donde ha trabajado.
Una entrada de vieira con molleja y royal de alcachofa,sensacional.
Una ensalada de ventresca como se come en pocos sitios en Valencia,croquetas caseras de cocido como las de antes yunas fabes con rabo de toro contundentes fué nuestro menù.
Para beber Vallegarcia shiraz 2005 a un precio ajustado,aunque la carta de vinos peca un poco de precios estirados,pero que es completísima.
En resumen un local super-recomendable y muy bonito.