Esa es la sensación con la que salimos después de cenar el grupo de amigos de la peña y algunos adheridos (total 16) para ver el partido de copa Valencia-R.Madrid. Un robo.....de partido (y posiblemente de eliminatoria), una vez más en el Bernabeu.
Conforme llegamos aceitunas caseras y cervezas, para enlazar con agua y vino tinto (Vera de Estenas 2011) en la cantidad que sea necesaria ya que el menú es a precio cerrado. Como siempre sin escatimar en abrir botellas.
Entradas al centro: plato de ibéricos con correcto jamón y chorizo y salchichon más normalitos; muy buena brandada de bacalao con una decoración de carpaccio de buey que la decoración (como cucuruchos) le impedía tener un aceite (y quizás especias) que le eran necesarios; un calamar entero de buen tamaño, bien de brasa y sabor.
Plato principal un buen entrecotte de buey (vaca vieja) muy jugoso y tierno con buen punto de brasa, acompañado de unas patatitas fritas y un par de pimiento de Padrón.
Postre al centro de variado de frutas peladas y mi perdición: helado de violetas.
Cafes, infusiones, algún chupito.....
La comida, el ambiente, el local y hasta el precio (¡¡ ojo que es precio pactado!!)...geniales y a disfrutar. Pero el partido y el resultado...
De nuevo la peña valencianista, para ver el fútbol, en este caso partido de copa...y además ganamos.
Menú cerrado para 10 incluido el jefe, Alejandro (no sé si se autopaga el cubierto??). Esta vez más de picar. Todo al centro.
Aparte de cervezas a la entrada y olivas en sosa para hacer tiempo y hambre, agua y vino que sea necesario. Hoy un interesante bobal valenciano: Finca El Renegado (creo que fueron 4 botellas).
Ostra por persona, correcta, solo con limon (sin la parafernalia de alguna vez de servirla en copa de cava y cubierta con cava para tomar de un sorbo entero). Plato de buen jamon con un poco de lomo embochado. Carpaccio de ternera con láminas de parmesano. Croqueta de jamon (siempre quemando y como ves el fútbol pues.... depapilación de la lengua!!). Verduras variadas a la brasa y servidas en teja caliente para que no se enfríen que es lo que suele ocurrir habitualmente con el final de este plato: bien en general aunque la endivia amargaba un poco más de lo deseado. Calamar entero a la brasa perfecto. Mollejas a la brasa: eran un poco pequeñas y eso hizo que se llevaran un exceso de fuego. Bacalao desalado y rebozado levemente y poco tiempo de fuego lo dejaron de una consistencia y sabor muy encomiable; unos pocos pimientos de Padron acompañaron.
De postre a compartir: fruta cortada; tocino de cielo y helados de café, coco y yogourt. Cafés e infusiones.
Cortesía de la casa ronda de orujos y chupito de ron Barceló Añejo para saborear la victoria que pocas veces nos acompaña en la sobremesa.
De nuevo reunión de la peña (y adheridos) para ver el fútbol del Valencia en Champions (nueva victoria) y hoy por fin puedo asistir. Como jugaba en casa hay menos asistentes (solo 8 incluyendo a Alejandro, porque Miguel está en el campo haciendo un catering en el palco), pues algunos están viendolo en directo y mojandose por fuera. Otros queriamos mojarnos por dentro.
Cena con menú pactado que va variando según avanza el campeonato para no repetir mucho. Localizados en el reservado de proyecciones.
Cervezas de entrada y olivas. Vino que haga falta, esta vez un Conde Valdemar crianza 2008 muy cumplidor, agua y algún chupito final con los cafés. Pan, IVA y todo incluido en 30€.
Comimos al centro: ensalada de buen tomate, un poco de cebolla (como debe ser) y correcta ventresca. Queso parmesano sobre carpaccio de ternera con unas gotas de aceite. Anchoa sabrosa y buen tamaño, sobre pan con tomate x 1 p/p. Croqueta de jamón (¡otra vez quemando y como estás mirando la pantalla...!) y no aprendemos, de buen tmaño x 1 p/p. Revuelto de setas que coincide con el descanso y ya no nos quemamos. Bacalao, muy bueno como siempre aquí, levemente rebozado y a la sartén, muy sabroso. En lugar de la conocida morcilla de Burgos con chistorra y pimientos de Padrón, esta vez fué una morcilla de Onteniente un poco demasiado cruda para la plancha, que como la embute Alejandro, estuvimos departiendo opiniones de como mejorarla (que si algo más de tocino, que la cebolla ha de ser más cortada...) con unos mini panes de hamburguesa.
Plato principal: magret de pato directo a la brasa y no muy hecho (hubo quien dió un repaso de brasa) muy jugoso con sus patatitas fritas. De postre una de queso manchego (sobraba vino) y otra de fruta a compartir.
Hubo quien se quedó con gin tonics (no incluidos) para arreglar el mundo, pero como no me quedé, no lo contaré.
Una velada de amigos viendo el fútbol y si además gana el Valencia, pues no tiene precio; y si además es barato, pues a repetir otro día.
Bueno, pues aprovechando que Miguel fué de joven jugador del Valencia y que Alejandro dice a todo que sí, pues parte de la peña Punt Negre (y algún invitado como yo) se reunió allí a cenar y ver el partido de Champions del Valencia. Total (contando a Alejandro) creo que fuimos 14 comensales.
Entrada de aceitunas y papas caseras al centro con cervezas y alguna coca-cola light mientras va llegando la gente y se sienta. Todo al centro: estupendo jamón y un detalle de embochado; bueno y maduro (como debe ser) tomate con un poco de ventresca y algo de cebolla; croqueta que nos quemamos todos con el gol de Bayer (¡doble maldición!), morcilla de Burgos y chistorra con pimientos de padrón (un clásico de la casa) con leve paso por plancha; buen chuletón a compartir de ternera blanca que quedó un poco pasada de fuego para mi gusto; otro chuletón a compartir, esta vez de vaca vieja y más crudita con sus patatitas y pimientos. Postre también al centro con mix de fruta(kiwi, uvas tintas, naranja) y dulce: mis dos postres preferidos: helado de violeta y tocino de cielo (esta vez más light y oscuro de lo habitual).
El servicio correcto y familiar y el servicio del vino lo que tocaba ese día pues cuantas menos veces pasara por delante el camarero mejor, pero nunca se quedó la botella vacía en la mesa.
Todo acompañado de su pan, su agua, y con las botellas que hicieran falta de Viña Mayor Tinto Roble 2010
https://www.verema.com/vinos/80758-vina-mayor-tinto-roble-2010
que permite trago largo (más de un trago largo hubo que pasar) sin subir precio que nos dejaron en 30 € / por persona. Además gratis el "alquiler" del Plus y el cariño de acogida.
Una estupenda cena en la que solo falló el resultado (del fútbol, claro)
Comida de trabajo 3 personas, esta vez a menú cerrado.
Cabe destacar siempre el trato de Alejandro pendiente de todo y de Miguel con sus vinos.
Destacable el tema de manteleria, copas, cambio de cubiertos, trato del vino..
De segundo un bacalao al pil -pil muy aceptable, pero es preferible el que hacen a la brasa que es espectacular.
Bebimos un Celeste roble; posiblemente de los jóvenes con poca madera (roble) de Ribera sea la mejor calidad precio. Se nota la experiencia de Torres aplicada a vino de Ribera.
Por supuesto de postre helado de violeta y tocino de cielo.
Si además tienes tiempo y hablas con Miguel de cuando jugaba en el juvenil de Valencia..
No pongo precio por no pagar yo y desconcocerlo.
Sitio que suelo ir con cierta frecuencia sobre todo en reuniones de trabajo. A veces con menú cerrado a veces a la carta. Nunca defrauda.
En este caso a la carta y con la magnifica carne tanto de vaca vieja como gallega; siempre buena y con raciones amplias.
En vino tiene una bodega a la entrada que te emboba. En este caso un Arnegui de crianza de una bodega de Rueda haciendo vino en la Rioja. Bien.
De postre mi debilidad: helado de violeta y tocino de cielo.
Poco ha cambiado desde mi anterior visita. Cocina basada en producto con poca elaboración, un servicio atento y una selección de vinos correcta a unos precios muy ajustados.
Tomamos al centro un calamar a la plancha de buen tamaño y sabor, ajoarriero con anchoas (bueno pero algo aceitoso), ensalada de perdiz (si mal no recuerdo) y unos montaditos de foie con huevo de codorniz muy ricos.
De segundo opté por un solomillo de buey bien hecho con un excelente sabor. Al centro guarnición de patatas y pimientos del piquillo.
De postre una tarta de tres chocolates que no me gustó pues resultaba insípida pero al menos el helado de violeta que la acompañaba merecía la pena. Eso sí, probé un tiramisú de otro comensal que estaba exquisito. Terminamos con cafés y un licor.
Para beber empezamos con un Ostatu (18:-Eur.) que todavía estaba muy joven. Seguimos con un Mas La Plana (excelente a 52.-Eur.) que es uno de mis vinos preferidos aunque la añada del 98 que tomamos no me gustó tanto como otras. Rematamos con un Marqués de Vargas 2004. Todo servido con cambio de copas y servicio ocasional de vino.
El entorno es moderno y agradable y como su nombre indica se trata de un asador donde se come como tal pero con la gran ventaja de no salir “ahumado” como pasa en otros locales (y obviamente no me refiero al humo del tabaco).
Grata sorpresa este asador, tanto por sus entrantes como en especial por las carnes.Pensaba que era un sitio nuevo y resulta que lleva ya unos años!
El local es muy amplio pero no ruidoso, aunque no estaba lleno del todo, pero parece tranquilo.
Tomamos revuelto de boletus, el montadito de steak tartare y croquetas de carrilleras, todo ello buenísmo. Después nos prepararon un chuleton de Ávila, que estaba en su justo punto y sabrosísimo y buey, que también estaba espectacular, todo ello para 4 personas
Vino Dehesa de los canónigos muy bueno.
En resumen, un sitio desconocido para mi pero que me gustó mucho. No puedo hablar del precio exacto porque no pagué yo, pero por lo que se comentó, nada desorbitado.
Volveremos.
Este es uno de los locales que por su amplitud y disposición me gustan. Las mesas esán muy bien vestidas y las sillas son cómodas, lastima las copas, para los buenos vinos que aparecen en la carta y a precios muy aceptables, podrían mejorarse fácilmente.
Tomaos el montadito de steak tartare que sale muy bien, una ensalada templada de escabeche de perdiz y dos elaboraciones distintas de bacalao, el pil pil no me gustó pero el bacalao era de calidad, el otro bacalao a la brasa estaba espléndido.
Para beber tomamos un Cuvée Palomar de Abadía Retuerta 2004, por 28,70 euros, que estaba espléndido.
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cava de vinos
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montadito de steak tartare
Cada uno cuenta según le va en el mercado. He leído algunos comentarios anteriores y no me pasó nada de lo que a los demás.
Encontré buena calidad, ejecución correcta, buena carta de vinos, sin grandes referencias, pero con una buena sorpresa que no estaba en carta, un capellanía 2003, un reserva blanco de Rioja en un momento espléndido para tomar. Las copas se pueden mejorar.
El local es agradable, ámplio y cómodo, con separación de fumadores.
Tomamos pescados en su punto. Me consta que la carne sale también bien. La he probado en otra ocasión.