El pasado sábado 21 de marzo por la noche fuimos a cenar a este restaurante después de haber escuchado unas y otras críticas o comentarios sobre el mismo. Lo primero que llama la atención es el propio restaurante, la verdad es que es espectacular. Una decoración esquisita, con unas mesas y sillas cómodas y además con vistas a la Valencia moderna actual.Una gozada. Desde el primer momento en que entramos el trato del personal es muy cordial, atento y profesional. Nos atienden en seguida y pronto se hace llegar la Jefa de Sala y nos explica el menú degustación que hay.El vino que pedimos es "Desafío Mediterráneo 07" de Camporrobles: sin palabras. No se puede encontrar un vino tan pleno y rotundo por ese precio, 20 €. Comenzamos con unos entrantes que en verdad hay que decir que fueron asombrosos, exquisitos, diferentes. Después los pescados: viera y rodaballo: bien realizados, con buena materia prima y con sabores largos y contundentes. A destacar el fondo de fideos finos del rodaballo: sensacional. La carne de cordero que le sigue también raya a la misma altura. Los postres, deliciosos.Todos los platos eran comentados de forma clara y concisa. Nunca llegó a ser empalagosa la explicación. A destacar el trabajo de la "sumiller"(Laura): tanto en el envinado de las copas, como en las aclaraciones que nos hizo respecto a unos dulces que tomamos con los postres. Conocimientos y saber estar.También querría destacar el trabajo eficaz de la Jefa de Sala, la cual en todo momento está al tanto de la mesa, al igual que todo el personal de la sala. En ningún caso nos sentimos desasistidos. Por ejemplo el llenado de copas fue siempre en el momento oportuno. Y se ha de tener en cuenta que eran cuatro personas para un restaurante que estaba repleto, pero en ningún momento, repito, hubo olvido o dejadez, además no da la sensación de que el restaurante estuviera lleno. En resumidas cuentas una muy buena experiencia. La relación calidad-precio (85 €/persona) me pareció muy acorde, inmejorable. Restaurante recomendable, y no sólo por las vistas, lo mejor, lo más importante, una comida que no se olvida, que deja sensaciones.

Local ubicado en la 8º planta del hotel Confortel en el que por cierto, conviene documentarse para encontrarlo sin problemas.
Restaurante lleno hasta los topes. Casi todas las mesas están cerca de las ventanas y tienen unas vistas espectaculares. Mesas muy bien vestidas y distancia entre ellas muy adecuada.
No hay carta. Menú desgustación único, formado por 3 entradas, pescado, carne y 2 postres (58€).
Excelentes los aperitivos. Coca de sardina con pimiento asado; jamón con pan y tomate y esfera de parmesano. Muy bien los tres. Aunando técnica y originalidad
Muy buen nivel las entradas. Tartufo de foie y cacao con polvo de maíz (excelente combinación y presentación); ensalada templada de pulpo (aunque más bien fría) y huevo cocido a baja temperatura con humus y jugo de ibéricos, muy buenas ambas.
Los platos principales nos gustaron menos. Una lubina con emulsión de suquet, que nos pareció simplona y falta de sabor y una carrillera de buey con pure de manzana, que pecaba de salada y algo seca.
Postres correctos, sin pasarse. Una sopa de tomate con sorbete de albahaca, ligera y refrescante y un browni de chocolate con fruta de la pasión que ya habia probado en La Sucursal.
Petit fours tambien en los cafes y muy buenos los diferenes tipo de pan.
Un definitiva, un menú degustación equilibrado, pero con algunas irregularidades y con raciones muy justas, por lo que se puede correr el riesgo de quedarse con hambre.
Respecto al vino. Carta muy bien presentada y con muchas referencias interesantes. Precios 2X respecto tienda y cristaleria Schott. Excelente servicio. Envinado de copas incluido y llenando contínuamente éstas. También tiene una pequeña carta de aguas
Servicio de sala femenino, muy amable y sin fallos apreciables, llevando un ritmo perfecto entre plato y plato y sabiendo en todo momento lo que llegaba a la mesa.
Teniendo en cuenta sobre todo la calidad del servicio y las características del local, creo que la relación calidad-precio es correcta, incluso buena.

El local con unas vistas magníficas. Eramos 6. Todos cenamos el menú degustación. La camarera que nos atendió cortaba nuestras conversaciones, sin ni siquiera pedir perdón, para decirnos de qué se trataba el plato que traía en cada ocasión. Pesadísima. La carta de vinos muy buena. La cena correcta, nada espectacular. Algunos de los platos exquisitos, pero la mayoría de los demás, muy normalitos y poco creativos. Mucho ruido y pocas nueces. Carísimo para lo que es

Noche de aniversario,y por tanto un restaurante nuevo que probar. Cada vez que uno prueba un nuevo restaurante es una sensacion especial...ya que nunca sabes si te va a marvillar o va a ser uno mas de esa extensa lista de restaurantes y punto. Tristemente asi fue....No por la cena sino mas bien por el nivel de la comida. Un menu degustacion "sin" opcion a cambiar de platos y sin carta alguna. Ambiente agradable a la vez que especial, se nota que es un restaurante con caracter, minimalista a la vez que lujoso. Servicio joven a la vez que poco experimentado. Y de la comida mejor no hablar....se nota un abandono de la calidad del producto, a la vez que raciones justas. La posibilidad limitada(tan limitada...) de no poder cambiar un plato es triste mas para el comensal que para el maitre que parece que no le importe los gustos de sus clientes.
Por tanto, podriamos resumirlo como un restaurante chic con posiblidad de crecer pero con mucha falta de experiencia y vision muy muy limitada. Se echa de menos en valencia restaurantes tipo Via Veneto y Zalacain, dos magnificos restaurantes que cocinan y sirven para el cliente , que para ellos es lo mas importante .Y no para las estrellas , que lamentadolo es lo que predomina actualmente.
Cocina para obtener estrellas,no para el disfrute y deseo del cliente.
P.D: Cada segundo a tu lado es increible,gracias!

Mucho había oido hablar del restaurante Vertical y el viernes decidí acercarme con unos amigos para comprobar de primera mano si todo lo que había escuchado y leído era cierto.

Primero de todo reseñar que efectivamente (y sin discusión) es el restaurante con mejores vistas de Valencia. Tengo la suerte de no fumar, por lo que reservé mesa en la zona de no fumadores que, curiosamente, es la que está situada cerca de los ventanales con mejores vistas del restaurante. La vista de la ciudad de las ciencias de noche es una gozada.

El diseño del local es realmente bonito. Las mesas cuentan con una separación mas que acertada. Siempre es agradable no estar escuchando lo que hablan los vecinos de al lado.

Pasemos al condumio. Lo primero de todo es que no se porque algunos se sorprenden de que no haya carta sino solamente un menú degustación. Cada vez está mas extendida esta opción en la restauración, sobre todo en locales de cierto nivel, por lo que a mi no me parece mal. Simplemente se trata de saber a donde vas y lo que te vas a encontrar. Por cierto, el precio del menú es 58 + IVA.

El menú es correcto pero escaso a pesar de contar con 3 entrantes, 2 platos "fuertes" y 2 postres. De hecho utilizan el postre para que no te vayas con la sensación de que has pagado un dineral, te has quedado con hambre y en cuanto salgas vas a ir a comerte un bocata al primer bar que te encuentres. Lo mejor? El bonito. Estaba espectacular.

El apartado del servicio, correcto. Envinan las copas pero no decantan el vino.

Creo que la carta de vinos se queda un poco corta para un local como este. Creo que los precios de los vinos están algo inflados. Para muestra un botón: nosotros empezamos con un Pago de los Capellanes Roble (28) y acabamos con un Mauro (44).

En definitiva, un sitio muy acertado para llevar a una dama en una primera cita por la espectacularidad del local pero al que conviene ir habiendo picoteado algo antes por si las moscas.

Fue en junio cuando mi novio y yo no sabíamos dónde comer un lunes que tuvimos libre. Pensábamos ir a la Malvarrosa a comer un arrocito porque íbamos vestidos un poco informales, pero al final recordé la recomendación de un amigo mío y desviamos el rumbo.
Nada más llegar ocurrió lo único que no me gustó de este lugar: la camarera en cuanto nos vió con pinta informal, se apresuró a darnos información de que sólo funcionaban con menú y que no tenían carta, avisándonos del precio, cosa correcta pero te sientes un poco despreciado por ir en vaqueros, como si por ese motivo no pudiésemos permitirnos el lujo de comer allí¿?. En fin, todo lo demás muy bien. Un menú degustación muy sabroso, con cantidades apropiadas y buena RCP. Vistas inmejorables. Ideal para ir en pareja. Servicio del vino impecable.

Ya lo conocia de la cena Verema, pero en "tranquilo" puede que resulte incluso mas agradable, por lo separado de las mesas, el ambiente tranquilo y relajado, la soberbia arquitectura y deliciosa decoracion ... y, claro, las vistas espectaculares. El servicio voluntarioso y eficiente, perfeccionista, muy, pero que muy bien entrenados. Los vinos algo caretes, pero se encuentran buenas cosas a buen precio. El servicio del mismo muy bueno (claro, su hermana mayor, La Sucursal, es otra cosa). La comida muy rica, muy bien cocinada, actual pero "con pedazos", y cantidades mas que adecuadas. Mi visita fue hace un monton (es que no encontraba tiempo de meter la valoracion), pero recuerdo que me gusto especialmente la vieira, fabulosa de punto y sabor, y, sobre todo, una muy humilde caballa cocinada a la perfeccion, puede que la mejor que haya comido nunca en cuanto a punto: jugosa, y simplemente perfecta. A mi me gusto mucho. Es un sitio ideal para llevar extranjeros "con gusto", para ir a un sitio cuco cuco con una cocina muy buena y una buena carta de vinos.

No se puede negar que probablemente sea el restaurante con mejores vistas de Valencia. Las 2 veces que he ido era a mediodía y verdaderamente me ha impresionado. Por la noche debe de ser más impactante con los edificios de la Ciudad de las Ciencias iluminados. Además da sensación de amplitud ya que las mesas no están excesivamente juntas y los techos con muy altos ya que el restaurante está distribuido en 2 alturas. En cuanto a la comida tienes un menú del cual van variando algunos platos cada semana (ya que estado 2 veces en un mes). Creo que no es intención de hacerles sombra a su hermano mayor La Sucursal, si bien el menú son 48€ con el cual te quedas bastante saciado. En mi ultima visita me gusto especialmente el huevo a baja temperatura con consomé de ibérico y setas, y arroz meloso de carabineros estaba bastante logrado. En cuanto a vinos el servicio podría mejorar algo, si bien la carta está bastante completita. Creo que es un restaurante de llevar a gente que visite Valencia por lo impactante de las vistas

La Vertical es un coqueto restaurante sito en en la 9ª planta de Confortel (complejo Aqua).
Ofrece cocina “creativa” de la mano del equipo que ha llevado a La Sucursal a conseguir dos cosas:
1. Una (merecida) estrella Michelín.
2. Vaciar el bolsillo de muchos valencianos con síndrome de Mario Conde. Que no son pocos, me temo.

La Vertical ofrece un único y aburrido menú y un servicio más estirado que la nuca de Nati Abascal.
No deben de saber que la cordialidad no tiene nada que ver con el engolamiento.
Menú basado en cuatro aperitivos, media ración de pescado y media de carne, con pre-postre y postre.
Raciones raquíticas y vistas espectaculares.
Me pregunto lo mismo que ustedes.
Para qué diantres quieres unas vistas espectaculares con el buche a medio gas.

Ademas de las vistas,por cierto espectaculares,a comer o cenar tambien se viene a este restaurante.Nosotros cenamos bien,calidad en la materia prima y buen punto en cada uno de los platos.Un unico menu probablemente demandaria un precio mas ajustado.
Carta de aguas,cada vez que veo una siempre pienso lo mismo,donde esta el agua que no nos costaria 3,5,8 o mas euros,solo una jarrita de cristal seria suficiente.
Correcta carta de vinos,pero con precios bastante elevados.
Regular R.C.P