Restaurante Vertical en Valencia
Restaurante Vertical
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:
Vino por copas:
Precio desde:
43,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Sabados mediodia y domingos
Nota de cata PRECIO MEDIO:
93 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
7.1
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
7.5
Comida COMIDA
6.2
Precio medio entorno ENTORNO
9.0
RCP CALIDAD-PRECIO
4.8
Logo
Espuma de galleta con tierras de chocolate y champiñones de merengue y helado
Lubina de playa y jugo de sus espinas y jengibre
Arroz cremoso de vegetales de mar y costra de algas
petits fours
Lo mejor, las vistas
Foie con gelatina y caviar de trufas y arena de café
Tartufo de foie
Snacks
Vistas espectaculares
Opiniones de Vertical
OPINIONES
45

El día 23 acudí a cenar a este local. Muy bonito y las vistas impresionantes, el ambiente muy agradable. En el tema gastrónomico me parecio ridiculo, mínimas cantidades y siendo un menú degustación se me quedo muy corto, mi mujer se lo comio todo.
Entradas:
- Moluscada: una hora antes en TVE te estaban mostrando este plato realizado en El Bulli, ni punto de comparación.
- Sardinas ligeramente escabechadas con crema de tomate...: Solo había un filete y pequeño, no aporataba nada ningún matiz interesante.
- Huevo cocido a baja temperatura....: Este entrante el mejor con diferencia.

Pescado:
- Rodaballo con jugo de berberechos y citricos: Siendo el palto principal de pescado, fuen lo más rídiculo y abusivo que me he echado a la cara, 2 trocitos un poco más grande que un Post-it.
Carne:
- Solomillo de cierva con salsifis....: Aceptable.

Prepostre
- Crema de azafrán: Bueno, pero no dice nada.
Postre
- Bizcocho moscovado con helado....: Mínimo.
El Cafe de nespresso 0, 38 € la capsula, ellos te cobran 2,25 como comprendereis gran numero de españoles tienen la maquinita en casa. Nada nuevo.
La Carta de Vinos no era exageradamente cara. Tomanos Cava.
Para mi este Restaurante, aguanta por la ubicación y local, en otro sitio no sobreviviría y menos en los tiempos que corren.

Vertical es un restaurante donde se come bien y hay una buena carta de vinos. La pega es que solo se puede comer el menú degustación. Eramos 8 comensales y uno de ellos se encontraba mal y tenía poco apetito. No hubo forma de que le ofreciesen un menú reducido aunque fuese compuesto por parte de los platos del menú degustación. Lástima que sean tan rígidos.

Sin duda un local para ir una vez al menos a visitar, espacialidad entre las mesas, grandes cristaleras con increibles vistas y sin duda un servicio excelente, quizas el menu degustación un poco flojo pero estaba todo bueno, no es exquisita la cocina pero si lo sumas a el disfrute de la cena viendo la ciudad de las ciencias merece la pena, pero como ya comentaba simplemente para ir a cenar alguna vez pero no para disfrutar del paladar con asiduidad.

Todo correcto en un restaurante donde lo más llamativo es la decoración y las vistas. Excelente servicio y ambiente relajado y amable. La comida, muy buena y la carta de vinos un poco corta. Recomendable. La RCP un poco alta, pero es lo que hay. La calidad en determinado entorno hay que pagarla. Y después de todo, merece la pena.

Por segunda vez he ido a Vertical para ver si algo había cambiado desde mi primera visita. Nada, todo igual. Vistas magníficas, servicio y vinos buenos, bonita carta pero la cocina mediocre y pretenciosa. Creo que no volveré a picar

Asistimos a una cena contratada en el Vertical con motivos de trabajo. Nos cerraron el local para nosotros. Las vistas espectaculares, de las mejores estampas de la ciudad de Valencia que he inmortalizado en mi cerebro. El servicio muy atento y agradable. Separación de mesas muy adecuado. Organización del local original, a dos alturas, y con mucho diseño.
El menú incluyó inicialmente una Vieira a la plancha sobre crema de almendras, que estaba hecha en su justo punto. A continuación una corbina muy bien hecha, y para finalizar carrillera ibérica. Para finalizar una especie de bizcocho de pistacho con frutos del bosque, muy muy bueno. Una cena a base de materia prima exquisitia, menú de grupo, sin excesivas complicaciones. Volveré para probarlo en detalle.

Local muy bonito ubicado en un 13º piso (creo recordar) con unas vistas estupendas de la ciudad, pero con una comida bastante mediocre para que los “Michelines” le hayan dado una estrella. Está claro que los de la guía Michelín, a veces, se fijan más en el local que en la comida, lamentablemente, y sino que se lo pregunten a los de Diverxo. Bueno, como sólo ofrecen un menú pues nos tuvimos que limitar a él, eso sí, si algún plato no te gusta tienen el detalle de cambiártelo.
EL MENU:
4 aperitivos:
- Berberchos en salpicón donde destacaba el sabor a pimiento (exquisito).
- Crema de calabacín (normalilla).
- Brandada de bacalao (buena pero Mugaritz).
- Esferificación de queso manchego (Un poco Mugaritz y demasiado suave para el sabor manchego).
5 platos:
- Carpacho de viera con aguacate y almendras tiernas (muy bueno).
- Atún con brotes de guisantes y otros, con huevas (bien).
- Huevo con trompetas de la muerte, foie y caldo de ibéricos (aceptable).
- Merluza con pochas, carabineros y caldo de estos últimos (Mugaritz, es decir: insipida).
- Costilla de ibérico caramelizada con salsa de mostaza y castañas (Lo peor).
Postres:
- Gelatina de leche con mascarpone y helado de baileys (bueno).
- Tarda ce chocolate con helado de chocolate y helado de fruta de la pasión (Muy bueno pero excesiva cantidad).
Para beber una botella de cava Roig Olle Brut y agua Fiji.
El servicio muy atento en todos los detalles y muy agradable, con la sonrisa siempre puesta cuando se nos dirijían (es de agradecer), de los mejores que hemos visto últimamente; el local, como ya hemos dicho, muy bonito con una decoración muy vanguardista y de buen gusto, y unas vistas exteriores para sentirte muy a gusto. La vajilla, la cubertería y la cristalería en línea con el restaurante.
Resumiedo: Un gran local donde hace falta que su cocinero se aplique un poco el cuento y nos sorprenda y deleite con más y mejores platos.

Ganas tenia de probar esta estrella y la verdad es que me quede un poco defraudado, el menu degustación estuvo bien pero sin ninguna sorpresa agradable, todo muy previsible. La única nota agradable un vino de postre anselmann trock que me enamoro, gracias asu enologa sali del restaurant con un concepto mejor de que tenia antes de los postres.

Tenía ganas de visitar Vertical desde hace tiempo, por fin este viernes pude acudir. Sin duda el restaurante más bonito de Valencia capital, vistas espectaculares, decoración con un gusto extraordinario y una distribución excelente, casi todas las mesas pegadas a las ventanas con el consiguiente distrute de las vistas sobre Ciutat de les Arts i de les Ciències o incluso el puerto de Valencia.

Sólo trabajan con el menú degustación, opción que me parece acertada siempre y cuando te dejen poder jugar mínimamente con él, y más tratándose de un restaurante de la categoría de Vertical, no pudimos conseguir que cambiaran un plato por un arroz, o incluso nos lo añadieran pagando un suplemento, puesto que se trataba de un menú de cena y sólo disponían de ellos a mediodía, me habían hablado muy bien de los platos de arroz de Vertical y me quedé con ganas de probarlos.

Menú gastronómico (58 euros):

Chips de yuca
Jamón Ibérico con tomate
Coca de sardina y pimiento
Berberecho en salpicón con aire de agua de mar
Esfera de manchego
Croquetas de ibérico con espuma de ajo y miel

Tartufo de foie y cacao con maiz frito
Gazpacho fresa, cereza y sandía con bogavante
Vieira asada con crema de almendras tiernas

Mero con su crujiente y arroz negro
Carré de cordero con humus de berenjena

Granizado de mango con compota de orejones y helado de yogurt
Nuestra versión del tiramisú

Petit fours

Primero los aperitivos, sorprendentes y muy bien ejecutados. A continuación los platos, donde hubieron algunos que me emocionaron: el Tartufo de foie o el Carré de cordero. Los que menos me gustaron, el Gazpacho de frutas, demasiado dulce y líquido, y el plato de pescado bueno, pero nada más. Respecto a los postres, primero un granizado de mango que no me dijo nada y una buena la versión del tiramisú, que gracias a la sopita y al helado tenía el toque refresante necesario para el verano. Acabamos con unos ricos petit fours acompañando a las infusiones.

Muy buen surtido de panes, hasta 6 tipos distintos. Se echa en falta el carro de infusiones al estilo de La Sucursal, pero disponen de una interesante selección que te comenta el camarero.

La carta de vinos, que sin ser excesiva, tiene una buena selección de referencias nacionales e internacionales. La carta de vinos dulces con precios por copas. Nos decantamos por un Nodus Summen 2002 (26 euros) que nunca habíamos probado, con envinado, pero sin decantación que tampoco vimos necesaria. Con una copa de cava Roig Elle (5 euros) para los aperitivos y foie y un Tokai (5.5 euros) para acompañar al Tiramisú.

En nuestro caso el servicio fue bueno, profesional y sin ningún fallo destacable.

Un restaurante que se podría decir que es el hermano pequeño de la Sucursal, que necesita pulir algunos aspectos referentes a la comida y que en mi opinión debería tener algo más de personalidad propia para destacar, sino siempre irá rebufo, quizás esta será la idea de los dueños, pero con esto consiguen que si alguien ha visitado los dos restaurantes, la próxima vez que tuviera que elegir entre los dos, la elección lógica sería Sucursal.

En el firmamento gastronomico las estrellas michelin brillan fundamentalmente por las excelencias gastronomicas de los restaurantes, amén de otros criterios como son el servicio, el entorno, la comodidad, etc.

En este caso, y a mi entender, es precisamente en el contenido principal (la comida) donde mas lagunas encontré.

El entorno, las vistas, y el local, extraordinarios. El servicio bastante mejorable (por lo menos el día que yo estuve lunes-noche e imagino que habría alguna ausencia). Tuve que pedir vino en un par de ocasiones.

En cuanto a la comida muy desigual. Combinan algunos aciertos (brandada de bacalao en los aperitivos, el foie con cacao y el carré de cordero) con otros platos bastante deficientes, por ejemplo el bacalao duro y salado, los postres anodinos y unos petit-four excesivamente dulces y todos de chocolate con leche bastante empalagoso.

Otro tema que tampoco parece muy razonable en los tiempos que corren es el de menu unico (aunque te digan si deseas cambiar alguna cosa)y en general, las raciones son muy cortas.

En cuanto a los vinos, hice una selección a mi entender de una gran relación calidad/precio ya que tienen una carta extensa y, sabiendo buscar, unos precios muy razonables. Tomamos Vallegarcia-Viognier 22 € y San Román, creo recordar 32 €.

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