Son días un tanto especiales para nuestro buen amigo Fonso, pues acaba de abrir su nuevo Hotel ”La Alfonsina” en Santibáñez (a 4 km de Villacarriedo) y obviamente está volcado con este proyecto por lo que le hemos visto poco por Las Piscinas, su presencia casi se ha limitado a las comidas los fines de semana, momento álgido de movimiento de público donde incluso doblando mesas se tenía que quedar gente sin comer si no habían reservado. En esta ocasión solamente nos sentamos dos días en mesa, uno para cenar y otro para comer, y en ambos pedimos casi todos los clásicos de la casa, que tan bien saben hacer:

Tosta de foie y tomate (aperitivo de la casa)
Jamón y lomo de bellota
Rabas de chipirón
Bocartes rebozados
Croquetas de jamón
Anchoas artesanas
Escabeche de bonito
Albóndigas de buey
Riñones de lechazo
Callos de Wagyu
Tarta de galleta
Helados caseros

En fin, todos esos platos que, junto con algún otro más, hacen de Las Piscinas ese lugar donde uno siempre sale satisfecho, son muchos años ofreciendo lo mismo y sobre todo haciéndolo bien y los clientes así lo certifican llenando día tras día. Para beber como siempre nos nutrimos de la completa bodega de Fonso y de algunos vinos aportados por nosotros y con todo ello hemos bebido botellas del nivel de:

Champagne Gosset Grand Millesimé 1993
Valdesil O’Chao 2014
Eric Pfifferling Sels d’ Argent 2014
Dauvissat Chablis 1er Cru La Forest 2004
Cobero Blanco 2015
Cobero Tinto 2014
Goyo García Viadero “El Peruco” 2012
Reinhold Haart Piesporter Goldtropfchen Auslese 1994

Y algunos más, vinos como siempre servidos en buena cristalería y como siempre cobrados (de su bodega los dos primeros) a precios increíbles, más baratos incluso que en tienda. Y sin olvidarnos de su nutrida oferta de destilados del mundo. Y por supuesto fantásticamente atendidos, bien por Fonso el sábado a mediodía, bien por los chicos que tiene allí ahora mismo al cargo de todo, que hacen como siempre su trabajo con amabilidad y eficacia.

Así pues, la vida sigue igual por Las Piscinas, incluso con la menor presencia de Fonso se sigue comiendo muy bien sus sempiternas especialidades (esta vez nos dejamos en el tintero sus suculentos huevos con foie o esas sabrosas chuletas) y se sigue bebiendo vinos fantásticos a precios sin igual, es un restaurante para disfrutar de la cocina y el vino en toda su extensión. Suerte a Fonso con su nuevo hotel (que por cierto, es muy agradable) y larga a vida a Las Piscinas, un local que da mucha vida y trabajo al pueblo. Ponemos precio medio de las dos visitas, excelente RCP, ahí tampoco han cambiado.

Segunda visita , un año después. Prácticamente repito menú. Los huevos con patatas y foie, la chuleta de un Kg, ensalada completa y dos postres. Un vino muy sencillo , somos tres, 80 euros. Repleto como siempre, quizás y desde el punto de vista gastronómico , me gusta menos que la vez anterior, pero me doy cuenta del mérito que tiene. Mérito por un servicio amable que no para de sudar y correr para atender mesas, pero que sirve bien, sin demoras y con respeto al comensal. Mérito por ofrecer un producto con calidad a buen precio. Mérito por la profesionalidad y por la dignidad en el trabajo..y mostrarla..

Lo que podría parecer por fuera un chiringuito al lado de la piscina del pueblo, se convierte por dentro en un restaurante confortable, no exento de minimalista elegancia.

No voy a comentar mucho más puesto que hay muchos comentarios mejores que el mío.

Lamentablemente fui solo por lo que no pude probar muchas de las cosas que me hubieran gustado.

Comí un revuelto de perretxikos y unos callos de Wagyu, que entiedo yo que el estómago del animal será igual sea wagyu o avileño, pero estaban muy ricos.

Le pedí un champagne al camarero y fue a consultarlo con Fonso, me trajo un Huet Vouvray Brut 2010, que como bien sabemos no lo es, pero como me gusta mucho me valió y me bebí bien a gusto.

Bien servido, en buenas copas. Lamentablemente la carta de vinos no está actualiza y consta de muchas cosas que no se pueden consultar en un papel, lo cual dificulta la tarea para los frikis, porque el chico que en sala ayuda a Fonso tiene cierto conocimiento, pero no es un experto. Me hubiera gustado ver que otras cosas tenían, y tampoco me iba a poner pesado para que me enseñaran la bodega.

El precio lo calculo suponiendo que la botella no la hubiera pagado yo solo :(

Muchísimo tiempo sin visitar al bueno de Fonso! Teníamos muchas ganas tanto Mila como un servidor de homenajearnos y vaya si lo hicimos. En este día nos acompañan tres pequeñajas que tienen bien claras las prioridades!

Nos reciben como siempre, con una sonrisa de oreja pareja y nos dan a elegir comedor. Nos acomodamos y a disfrutar!

Comentamos con Fonso si tienen pulpo, nos dice que no porque nunca consiguieron hacerlo como él lo probó hace años en Galicia y que para servir una cosa sin querer guste que no se sirve. Ojeamos la carta y decidimos pedir lo siguiente:

- dos raciones de croquetas. Sublimes!
- riñones de cordero. Al no haber pulpo tuvimos que improvisar. Te pasas de buenos! Las pequeñajas los probaron y se relamían.

De segundos.... Huevos para todos!! Tanto Mila como yo, con foie. Que puta delicia de plato, me cago en la puta! Lo podría cenar todos los días! Las pelajes, huevos con patatas y panceta! La panceta, de otra galaxia!

Llegamos al postre. Las pequeñajas, helado casero con nata, tenía pintaza, y por mi parte tarta de queso.

Dos cafés culminaron la comida. Perfectos!

Bebimos, seis Kas de naranja y una botellinena de cava que nos puso Fonso y no habíamos probado. Era negra y dorado, nombre algo raro.

Total abonado, 115€. Regalado!

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Si vas por Cantabria, tienes una obligación, tienes que guardar un hueco en la agenda para comer en el restaurante de las piscinas de un pueblo pasiego, Las Piscinas de Villacarriedo… DONDE FONSO.

¿Por qué?...

Por no redundar, la respuesta -desarrollada e ilustrada con fotografías- se puede encontrar en la sección de blogs de Verema (bloG-M) o acceder directamente a él pinchando este link:

https://www.verema.com/blog/blog-m/1320804-donde-fonso

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Cuánto tiempo sin disfrutar de este establecimiento. Le comentó a Mila que llevamos mucho tiempo sin subir, así que llamó y cojo mesa para matar el gusanillo.

Llegamos, Afonso nos recibe estrechando la mano. Debía pensar que nos habíamos ido a otro país pero ni de bromas. Tenemos claro nuestro segundo, nos faltan los entrantes.

Compartimos:

- Media ración de croquetas. Excelentes!
- Media ensalada de tomate con queso, a un viaje que se acerca Alfonso se lo comentamos, menos mal que es media ración... " media ración par amigos" responde. Excelente!

De segundo nos metemos cada uno un plato de huevos con foie.

Ni gota de sal por la comida, hasta uno de los camareros se acordaba de ese detalle.

La comida fue regada con un Gramona Imprrial. No acabamos la botella.

¿Postre? Intenciones teníamos, pero ya no había sitio para nada más que los cafés!

60€ por los dos. Regalado!

Fui recomendado. Lugar de bonita decoración, concomitante con el entorno. La calidad de las viandas correcta, sin más pretensiones, con cantidades algo escasas. Menú del día relación calidad-precio excesiva por los casi 17 euros que cuesta. El vino del menú (una botella de Rioja joven) de una calidad tan pésima que ni valoraré... Los postres caseros buenos aunque igualmente escasos.
Ahora bien, lo que me parece del todo inaceptable es que en un MENÚ DEL DIA tengan la desfachatez de cobrarte el pan POR SEPARADO (1 euro por persona); eso sí, lo avisan en la carta pero te lo colocan encima de la mesa al principio SIN PREGUNTAR si lo quieres o no. Me decepcionó. Por un poco más (25 euros el menú, todo incluido) hubiera comido en el mismísimo Palacio de Soñanes, a 100 metros de allí en un marco y lugar incomparable...

La más mínima excusa es más que suficiente para hacer una incursión a Las Piscinas. En este caso era la de comer con unos amigos de Madrid y su hija que veranean por el oriente cántabro.No conocían el lugar y claro...para que se lo enseñen otros ya estamos los demás;-).

Así es que a las 13:45 ya estábamos tomando un vino en la puerta, contemplando el valle y aguardando su llegada, que sucedería 15 minutos más tarde.

Después de los saludos con Fonso nos sentamos en el comedor acristalado y con calma fuimos confeccionando, mientras tomábamos otro vino y saboreábamos por cortesía de la casa la tradicional tosta de foie con sal y en éste caso de mermelada de tomate, la comanda que acordamos de la siguiente manera:

Huevos rotos con foie: Acierto. Está todo dicho ya, bocado gulesco que encandiló a nuestros amigos...y a los demás.

Albóndigas:Sirva el mismo comentario de las líneas anteriores.

Escabechado de bonito:Nueva rendición de los "iniciados". Incluso contó con el beneplácito de la niña, menos acostumbrada a estos sabores tan marcados .

Después de haber compartido (compartir, es vivir ya saben) con gran éxito estos entrantes pasamos a los segundos que quedaron como sigue:

Solomillo

Merluza rebozada

Albóndigas(Bis)

Cabrito

Cocochas de merluza.

Comentar que el grado de satisfacción de cada comensal con su plato fue pleno. Las cocochas, absolutamente magníficas (fueron mi principal) con buen punto de fritura, nada grasa y en cantidad abundante. El cabrito, según me contó quien lo pidió (algo reticente a solicitarlo en estas latitudes) excepcional al igual que el resto y la niña repitió las afamadas albóndigas.

Terminamos con dos helados de canela, cafés e infusiones.

Para beber optamos por "negociar con Fonso" algo curioso que tuviera por ahí y como siempre fue capaz de atender nuestras demandas:

Alvarinho Dourado 2009 (Vinho Verde) Buen momento.

Issué 2011 (Ribeiro) Muy interesante.

Ambos bien servidos en temperatura y copas, con cambio de las mismas en la segunda botella.

En total pagamos 185€.

A partir de aquí empezó una larga y grata sobremesa...

Es la estrella de la casa, seguramente justifica el viaje. Un excelente foie, con patatas fritas y huevos..pantagruélico, se aconseja mezclar todo y a comer..que rico¡¡¡ Una buena carne (con unas patatas más cocidas que fritas o crujientes) , unas albóndigas de buey , dos postres y un vino de 18 euros , total : 87 euros. Local discreto, acristalado. Buena atención, amabilidad y estrés porque suele haber mucha gente, pero lo aceptas y lo comprendes. La oferta de vino es amplia y con sorpresas , hay interés. A mi me sorprendieron con uno y sin falsa modestia , no es fácil hoy día. Eso sí, lo pedí , fui al baño y ya tenía el vino en la mesa, no hay florituras , ni tiempo para ellas, pero no te me molesta, al revés en ese contexto y en esas condiciones, me quedé con el vino y lo disfruté, no ha lugar a otra cosa, contento¡¡.Buena impresión general, quizás no tan intensa como la de mis ilustres compañeros previos, pero disfruté y agradezco la recomendación

Era mediodia, estabamos en Oviedo y dudaba si comer por allí o comer cerca de casa. Se me enciende la bombilla, le pregunto a Mila si le apetece comer en Las Piscinas. Fácil respuesta, llama. Me coge Fonso y le digo que para las 15:00-15:30 estamos por allí.

LLegada, puntual.

El restaurante está hasta arriba y hace un calor (32 grados) inhumano para estas fechas. ¿Para beber? Le pedimos a Fonso un cava/champagne que este muy frio! Nos acerca un Juve Camps Essential que no defrauda nunca, helado. Como se agradece en la boca!

¿Para comer? Si, lo sé. Repetimos y repetiremos menú, pero es que ese plato... es EL plato!!!

Compartimos unas ricas croquetas de la casa. Ricas ricas!!!

Luego el clásico, dos platazos de huevos con foie! Como nos gustan, madre de dios! No dejamos ni los restos!

A la tosta con foie de aperitivo la han añadido un toque de naranja, mejora y mucho!

Una tarta de queso, hoy no me puedo resistir, que compartimos, junto a dos cafes cierran una buena comida!

¿Total? 56€.... un jodido regalo!

Sobra decir que volveremos, una y mil veces más. Desde mi anterior comentario hemos estado otra vez más. Yo creo que nos ven entrar por la puerta y ya estan preparando los huevos!!