Restaurante conocido por acudir a él, en varias ocasiones, el día de Sábado Santo ante un compromiso familiar, acudimos cinco personas.

Cocina clásica, en un entorno agradable, con mesa amplia y con mesas vecinas medianamente cercanas. Lleno totalmente.

Revuelto de matanza y albóndigas de buey, muy bien, rape negro rebozado igualmente, carrileras algo más discretas, los postres normalitos.

Buena carta de vinos, a precios excepcionales. Buena conservación, con copas adecuadas. Tomamos Fagus Coto de Hayas 2004 a 21 euros.

Como comenta un predecesor en esta página, servicio joven voluntarioso e inexperto (no da la sensación que sean de escuela). El responsable del restaurante perfecto en su papel de anfitrión.

En conjunto un restaurante con comida clásica, buenas materias primas y al que, a ser posible hay que acudir fuera de los fines de semana y puentes.

Muy buena RCP. Volveré entre semana. Recomendado

Un año después, cuatro nuevas visitas me confirman que estamos quizá ante la mejor o una de las mejores RCP de toda Cantabria.

La cocina, de temporada y basada en buenas materias primas, es brillante y sabrosa. Los perrechicos frescos (sólo en temporada, claro) son un prodigio de delicadeza y los huevos estrellados con foie uno de los platos más suculentos y sabrosos que he probado últimamente. Y la carne (chuletones, solomillo), de la zona pasiega, es de primera categoría. Y esos lomos de bonito con escabeche casero…

El amigo Fonso cada vez se preocupa más por los vinos. Ha construido una fantástica bodega subterránea y ya ofrece algún champagne de prestigio amén de una excelente selección de tintos españoles de campanillas, a un precio imbatible. En muy pocos restaurantes puedes tomar vinos a estos precios, casi de tienda. Eso sí, debería actualizar la carta de vez en cuando.

Cada vez que voy a Cantabria es una visita imprescindible y son ya muchas veces. Nunca me ha decepcionado. Amigo Gaspar, te ruego que le des otra oportunidad, merece la pena. Eso sí, vuelvo a recomendar evitar los fines de semana, ya que está a tope y puede resentirse la calidad en general.

Decepciòn al visitar este restaurante situado en el incomparable y pasiego Villacarriedo,y mosqueo con la revista sobremesa por la recomendaciòn de este. Carta de vinos en las que priman como suele pasar en casi todos los restaurantes Cantabros Riberas y Riojas.Servicio del vino inexistente,Aglomeraciòn de mesas,El servicio en sala lento y poco profesional.Revuelto de perretxicos deshidratados,Pescados aceitosos y pasados de punto,los huevos con foie pesados y mazacoteros,no pude con ellos.Precio elevado para la poca calidad que dan 40€ comensal.No volvere

Restaurante de decoración sencilla, rústica y acogedora situado junto a las piscinas municipales de Villacarriedo.
La cocina es clásica y basada en los excelentes productos de la zona alternando buenas carnes y pescados. Hay algún plato brillante como sus huevos con foie o el escabeche de bonito. Raciones de muy buen tamaño, casi pantagruélicas. Buenos postres caseros.
Su propietario, Fonso, es un buen amante y conocedor del vino y eso se refleja en la carta, donde podemos encontrar una excelente selección de tintos españoles.
A mi modo de ver falta algún blanco o espumoso, vino no muy demandados por su clientela pero que deben estar en toda buena carta. Los precios son excelentes, nos podemos dar el lujo de tomar grandes tintos españoles a precio casi de tienda. Muy buenas copas y adecuada vajilla. Servicio joven, inexperto y algo alocado, pero muy atento y amable y con mucho interés en su trabajo.
Un restaurante muy conocido en la zona, por lo que hay que reservar, sobre todo en fines de semana que conviene evitar si se puede para tener más tranquilidad. Correcta RCP, unos 35 euros por persona, aunque obviamente depende de los vinos. Restaurante recomendable.