Despues de tanto tiempo oyendo hablar de este local organizamos el cumpleaños de una amiga in extremis.

Llegamos con una lluvia potente y pasamos al comedor directamente, con mucho humo de cocina y de los chuletones.

Una vez sentados pedimos unas ensaladas mixtas sin nada del otro jueves. Despues huevos con foie y patatas excelentes y unas albondigas de buey que quitaban el hipo, no se cuantos barcos pudimos echar en esas salsas, impresionantes.

Depues chuleton, con una carne super sabrosa en su punto, entrecots aceptables y solomillos buenos. Tambien se pidieron unas raciones de cochinillo, algunas estaban bien jugosas y otras algo pasadas de horno. Tambien calamares en salsa que no probe pero se dica que bien.

Postres caseros bien pero pequeñas raciones. Cafes invitacion de la casa.

Para beber Dinastia Vivanco CRZ 07, correcto y cayeron unas cuantas. Se les habia acabado el Viña Real.

Un sitio al que quiero volver con mas tranquilidad y menos gente a tomarme unas huevos para mi solo.

En este viaje me puse en contacto con algunos ilustres veremeros de terruño para quedar en algún restaurante y así conocermos cara a cara, y nos decidimos por este HONESTO local (si, si, con mayúsculas).
Ya se ha hablado bastante sobre este local, ubicación y comedores, pero en esta ocasión dispusimos de un comedor privado muy acogedor, con aires rurales y con bastante luz natural. Si a esto le añadimos el magnífico trabajo de Fonso, todo profesionalidad, simpatía y amabilidad, no podía fallar el mini-encuentro.

Ya en la barra, tomamos unas increíbles rabas de chipirones, con un magnífico vermouth Oliveros.

Comida para 7 personas:

- Como detalle de la casa, un estupendo micuit con mermelada de pimiento sobre una rebanadita de pan ligeramente tostado.

Entrantes a compartir:

- Queso de Jarradilla con anchoas de Santoña: Nunca había probado ésta combinación y me resultó genial. La ligera acidez y pronunciado sabor del queso local, el salazón de las anchoas (hermositas y limpias) y el chorrito de aceite arbequina combinan perfectamente.

- Bocartes rebozados: ¡Vaya materia prima la de los bocartes!. Frescos y de buen tamaño, sin aceite de más.

- Revuelto de setas de primavera: Estupenda ración de perretxicos con el huevo en su punto.

- Alubiones con setas: Sencillez pero llevado a un nivel de alta cocina. Magníficas judías de La Granja, con la piel finísima y plenas de mantecosidad, acompañadas de boletus. La salsa, ligeramente ligada, de rechupete.

Segundos:

- Cordero asado (a compartir por dos personas): Me imagino que bien pues no sobró nada.

- Tacos de rape negro rebozados (a compartir por dos personas): Comentaron que muy buenos.

- Chuletón de vaca vieja: Magnífica pieza aprox. de 1'5kg a compartir por tres personas. Hacía bastante tiempo que no comía una carne tan buena como esa. Tierna y con vetitas de grasa bien infiltradas. Presentada ya fileteada y con una piedra caliente al centro para que cada uno la termine al gusto.

Postres:

Todos caseros y muy bien elaborados. No recuerdo bien lo que se pidió, pero solo puedo describir los dos que probé: Un delicado flan de queso y un helado de toffee cremoso y pleno de sabor.

Con los postres Fonso sacó una botella de VT de Campos de Cartagena. Creo recordar que elaborado con syrah bastante agradable, muy sedoso y frutal. ¿Se llamaba Darimus?.

En cuanto al vino, no vi la carta en esta ocasión, dado que los anfitriones recurrieron enseguida a las sugerencias de Fonso. Este dispone fuera de carta de una amplísima oferta, a unos precios ajustadísimos. Tomamos 2 de Do Ferreiro Cepas Vellas 2007 (en su momento óptimo de consumo, bajo mi punto de vista) y un Paisajes 2008 (un pelín verde todavía). Temperatura de servicio perfecta y copas buenas.

Precio total: 268€ (inc. consumiciones en la barra, vinos y aguas).

Nota: Cada vez que suba "parriba" me paso por Casa Fonso, lo prometo.

Viernes de enero, 18 grados de temperatura y sol (sin sur, que en esta tierra calienta en estas épocas al termómetro pero resulta molesto), por tanto buen día para viaje al interior de Cantabria y visitar a Fonso (entre nosotros no solemos decir voy a comer a las Piscinas, sino “donde Fonso”.

Tres de la tarde, la barra bastante despoblada, no se si por el efecto tabaco o por ser entre semana y época de vacas flacas en las carteras.

En la barra tomamos los dos comensales que nos hemos acercado, el famoso vermouth (digo famoso pues al menos por estas tierras no se suele encontrar y entre los veremeros, nos decimos: prueba el vermouth del bueno que tiene Fonso: vermouth Oliveros reserva.

La sala ya se ha definido en varias ocasiones, esta vez se encontraba a un 70%, y la misma quizás esta con más claridad, sin saber decir a que se puede deber, aparte de que el día era reluciente, o si han metido más elementos blancos en la decoración.

Hemos compartido una ración de embutido de lomo ibérico: ración generosa y buen género.

Unos alubiones con almejas, servidas a cada comensal en unas tarteritas de colores vivos (ahora tan de moda): buenas como siempre.

Y para el plato principal, sin querer pusimos a prueba la cocina ante el pescado, pues casi siempre se suele pedir de plato su carne dado su alto nivel, pues en esta ocasión hemos pedido los dos, dorada a la sal: perfecto el punto, nivel de la carne del pescado y generosa la ración.

De postre hemos compartido una tarta de galleta, de esas que siempre te devuelven a tu infancia.

El vino como siempre, Fonso sorprende con vinos que no suelen encontrarse por aquí, en esta ocasión Val de Sil (godello) 2009(12.50 euros).

Todo con agua, cuatro cafés y un GT con ginebra Brockmans y tónica 1724 (todo idea de Fonso) cerraron la comida, por un total de 80 euros.

En conjunto, solo puedo cerrar diciendo, si venís por acá no os olvidéis del pescado, que también lo bordan.

Restaurante situado en el parque de las piscinas de Villacarriedo, rodeado de una gran arboleda. A primera vista da la sensacion de entrar a un tipico bar de pueblo, pero nada mas entrar al comedor te encuentras con un lugar agradable y acogedor, decorado en madera y separado en dos alturas por unos escalones,una gran alacena preside la sala con una gran seleccion de destilados, mesas, vajilla y cristaleria correctas. Tambien disponen de un reservado para celebraciones mas intimas y de terraza en verano.
Dia entre semana y como casi siempre lleno, conviene reservar.
Dos comensales a la mesa, mientras elegimos nos traen unas tostas de pate con cebolla caramelizada de aperitivo, para compartir un escabeche de bonito 12€, muy rico y generosa racion y de segundo como es habitual en mis visitas, chuleton de vaca vieja que pesó 1,300kg 36€, sin duda de la mejor carne que se puede probar en la region.
En el apartado de vinos me he dado cuenta que con la carta viene una escueta selecion de riojas y riberas, hay que pedir la buena, aunque sin duda lo mas recomendable es dejarse aconsejar por Fonso, alma mater del restaurante y un enamorado de los vinos, esta vez nos decantamos por un Pago de Santa Cruz 04 30€, bastante bueno y correctamente servido.
Sin hambre para postres , terminamos con unos cafes y un par de GTs de G´vine y Blue Ribbon con Fever Tree, estos ultimos invitacion de la casa.
Una de las mejores opciones si se visita Cantabria.

De ruta por los extraordinarios Valles Pasiegos, zona de sobaos, quesadas y excelente carne y embutido, seguimos las recomendaciones y comentarios anteriormente indicados y reservamos en este Restaurante. Comedor acogedor, trato afable y familiar. Pedimos como entrantes: Ensalada de tomate y queso (1/2). Vieiras (2). Huevos con foie frito (1) para compartir por recomendacion de la casa. Como principal: Lechazo al Horno (1). Chuletillas de lechazo (1). Solomillo al queso (3). En postres: Flan de huevo (1). Natillas de turron (2). Se habia pedido una Mousse de limon, pero no habia cuajado aun, y tras nuestra indicacion fue sustituida de inmediato por unas Natillas, sin ningun tipo de problema. En bebida, cervezas, refrescos, y en cuanto el vino, realmente se mereceria alguna concesion mayor a nuevas denominaciones, una lastima. Aunque nos habiamos decantado por un Viña Albina, no tenian existencias y solicitamos un Monte Real. Cafes y Orujo, este ultimo invitacion de la casa. Indicar que todos los platos fueron de completa satisfaccion por su buen hacer y calidad, servidos en su punto solicitado. A tener en muy en cuenta.

Fui por recomendación de un amigo cántabro y no me defraudó en absoluto. Cena ligera, una ensalada para compartir, muy original, melón a la plancha con tacos de salmón y jamón, y un segundo cada uno. Exquisitas las albondigas de buey, los conocidos huevos rotos con foie y solomillo de ternera de pasto (lo pedimos al punto, pero estaba un poco sangrante). buenos productos y raciones más que correctas. Trato agradable y familiar. El local acogedor y un servicio más que correcto, para sentirte como en casa. Cierto que la carta de vinos es muy clásica (Riojas y Riberas)y estos no ocupan un lugar preferente en el lugar, pero no hablamos de un restaurante con pretensiones, si no de una casa de comidas con estilo propio.

Aunque mañana es fiesta en Cantabria, hoy he acudido a este restaurante y solo se encontraba al 95%, a pesar de ser puente y por tanto menos aglomeración que en el anterior comentario que he colgado que fue día de Sábado Santo, del año pasado.

Cuatro comensales, nos hemos acomodado en un vértice acristalado del comedor, con varios de tipos de árboles autóctonos, a la vista.

Hemos compartido:

Ensalada de melón a la plancha, con jamón crujiente y salmón ahumado, francamente bueno, conseguido y con buena conjunción. 12.5 e

Rabas de chipirón, muy buenas, con su punto de consistencia y en una cantidad que casi asombraba. 6.5 e

Alubiones con almejas, también para compartir, con una manteca de los alubiones y una salsa para mojar.7.5 e

De platos, una de huevos revueltos con foie (sin escatimar) y reducción de cerveza y una segunda pero en media ración, de notable alto.15 e.

Y 2 hemos compartido un chuletón, dado que estábamos en la Cantabria interior y llovía: notable a sobresaliente. 14 e.

De vino hemos dejado al anfitrión (Fonso) que nos sorprendiese y de verdad que lo ha conseguido al ponernos Volver 2005, 2 botellas a 14 euros.

2 postres, clásicos y de la casa, como han sido: tarta de galleta y mouse de limón. Buenos a muy buenos. 3.75

Junto a cafés y agua hemos cerrado con 2 PX y un Gin Tonic de Citadelle, servido con interés y acierto.

Cocina muy buena y la RCP por encima

Total 135 euros

Un día de labor y el lugar practicamente lleno, se puede preguntar un foraneo que ha entrado a este rte.¿y esto?La respuesta es muy sencilla: cocina de siempre a buenos precios y los vinos, están todos y a unos grandes precios. Eramos dos personas y tomamos: croquetas(4,00) de leche "salvaje" buenímas. Albondigas de carne ligadas con harina de borona, muy ricas. Y cerramos con una chuleta de casi 1 Kg./28,00 (27,00). Dos cafés. Y para beber Castro Valtuille-05 (14,50) esperábamos más de este vino. He colgado la cata. Como siempre magníficamente atentidos por Fonso y con ganas de volver otra vez. Un consejo, en fines de semana o festivos reservar.

Además de ser el Título de un álbum de Supertramp,es la sensación que uno tiene tras visitar este Restaurante pues siempre,sobre todo los fines de semana evidentemente,está lleno.3 visitas en los últimos 3 meses y tras probar buena parte de los platos mas destacables que ofrece(Huevos rotos con foie,judiones con almejas,escabeche de bonito,langostinos frescos,albóndigas de buey,rabas,croquetas,cordero y lechón asados,helados de canela y tarta de avellanas) unido a una rcp difícil de superar me confirman que este es otro AUTENTICO RESTAURANTE DE TERRUÑO,basado en la honestidad,la calidad del producto a precio ajustado y la cercanía en el trato y que quizás por eso en Las Piscinas no se nota la crisis.Es un sitio muy del estilo de Casa Cofiño con una cocina algo mas elaborada y tambien un escalón por encima en cuanto a variedad y calidad de platos,aunque por intentar ser justos,algo por debajo en espacio de sala con un ambiente mas cargado de humo.
Similares también los dos establecimientos en cuanto a tratamiento del vino pues tanto Fonso como Rubén son apasionados,tienen numerosas referencias a precios imbatibles y copas de buena calidad.El servicio como bien dice EuSaenz sigue siendo joven,algo mas experto y menos alocado despues de 2 años y con el mismo interés y amabilidad de siempre.
La proxima vez el cocido montañes y "el cuarto de los ratones"El p/pax media de las 3 visitas es sin vino aunque puedes comer con grandes vinos por 50€.

Cuando se va a un sitio en todo momento hay que saber a que se va.
y logicamente lo que vamos a pagar.
Fonso es un tio de los que no abundan mucho ,buena persona y buen hostelero .
Utiliza material de primera calidad ,buenos vinos y encima cocina su mujer .
como vas a comer mal y todo por menos de 30 euros comensal ,ojo si nos tomamos un don perignon pues no iremos a mas.
Para sugerir el escabechado de atun ,las truchas,los huevos con foie ,alubiones,cocido montañes el mejor que he tomado,ensalada de tomate y queso etc.