Restaurante Casa Gerardo en Prendes
Restaurante Casa Gerardo
País:
España
Provincia:
Localidad:
Cód. Postal:
Tipo de cocina:

Añadir vino por copa

Precio desde:
46,00 €
(precio más bajo introducido por un usuario)
Cierra:
Lunes y 15 dias en Enero.
Nota de cata PRECIO MEDIO:
93 €
Nota de cata VALORACIÓN MEDIA:
8.4
Servicio del vino SERVICIO DEL VINO
8.2
Comida COMIDA
9.0
Precio medio entorno ENTORNO
8.0
RCP CALIDAD-PRECIO
8.6
Fabes con almejas
Bogavante en ensalada
Pulpo de pedreru con texturas de pimentón
PAN & LECHES
PEZ EN ROSA
CIGALA, CAFÉ, CIGALA, CAFÉ...
Opiniones de Casa Gerardo
OPINIONES
40

Aunque ya tengo un comentario muy reciente de este restaurante, volví para probar la “otra” cocina de esta clásica venta de comidas. Creo que este local se merece dos visitas para tener una idea clara de las posibilidades de su oferta culinaria. Si bien es cierto que de su cocina manan corrientes de creatividad, no es menos cierto que aquí se puede probar comida tradicional asturiana, la de toda la vida. Ya la madre del actual propietario dio justa fama a este local por su fabada.

Así es que me presenté, sin reserva previa, un jueves a mediodía, y me encontré con el local prácticamente lleno, aunque el servicio de sala no se resintió (no el del vino como explicaré más tarde). Volvieron a darme una mesa en un altillo con barandilla muy curioso desde el que podía ver la cocina y el comedor de abajo, visto desde arriba.

Comida para 1 pax:

- Aperitivos de la casa, algunos reiterativos: Caldo de pescado, bocadillo de quesos asturianos (sin duda el más logrado), brandada de bacalao con crujientes de longaniza y crema de yogour con salmón y manzana.
- ½ de Crema de andaricas: Un caldo muy gustoso por su potente sabor a eso, a nécoras. Generosa ración a pesar de ser media.
- ½ de Fabada de Prendes: Simplemente bestial. Yo sinceramente agradezco la cocción por separado del compango, para evitar grasa excesiva. Las fabes de primera, grandes y mantecosas, con piel apenas perceptible. Pedí más compango para terminar la generosa media ración… y ningún problema.
- Pitu de Caleya: Otro clásico que me encanta. Un muslo de carne oscura y prieta, hermoso y jugoso, con la salsa bien trabada a base cebolla, pimiento y yo creo que con algo de vino. Acompañado de unos patatinos y de una ensalada verde, muy bien aliñada, servida en un bol aparte.
- Cabrales “Cueva de Teyedu” con manzana asada: Puedo decir, como ya he colgado en algún hilo, que he recuperado la ilusión con este campeón. Tremendo cabrales, a la altura del mejor Roquefort. Potente y untuoso. Los amantes de estos larguísimos placeres no deben rebajarlo con la confitura de manzana (bajo excomunión).

El servicio del vino en este caso bajó algunos enteros debido a la exclusiva dedicación por parte del sumiller al comedor principal o de arriba. Después de solicitar su servicio, se presentó, pero esta vez con ciertas prisas. Sugerí un vino de acidez alta, muy atlántico, y le sugerí Dominio do Bibei Lalama 2006 (24€), y él me dio la aprobación sin darme alternativas, como ocurrió en la otra visita. El servicio del vino lo ejecutó un camarero y, ciertamente, el vino no me gustó nada (solamente el color violáceo tan turbio, me dio que pensar). Me hubiera gustado intercambiar mis impresiones con el sumiller en el momento de la prueba, pero no fue posible.

En la sobremesa, me invitaron a un café con una trufita.

Precio total: 81.02€ (inc. IVA, vino, pan y servicio a 2.75€, y botella de agua de litro a 3€)

Nota: Creo que si vuelvo alguna vez más, me decidiré por la cocina tradicional (un valor seguro). Me emocionó más. No es que la creativa me disgustara, pero si es verdad que algunas cositas me dejaron indiferente: La fabada, el pollo y el cabrales, no podrían de ningún modo.

Ya hacía 5 años que no volvía y ya apetecía volver a esta casa a la primera oportunidad que he tenido. Siempre me ha gustado, primero, porque su oferta es para todos los gustos y, segundo, porque es una casa muy acogedora. Su servicio, además, sigue siendo de bandera: Atento, cercano y eficiente.

Diferentes salones distribuidos en dos pisos. Esta vez me tocó en el salón de abajo, con paredes de piedra y sin luz natural. En otras ocasiones estuvimos en uno de los salones de arriba, con un gran ventanal dando al campo y, por tanto, con mucha luz natural. En general todos con ambiente rústico, de muy buen gusto.

Pedro y Marcos Morán, que se interesó por mi opinión al final de la comida, ofrecen las dos caras de la cocina: Una muy creativa y otra “de toda la vida”. Pero ambas tienen algo en común; y es una muy buena materia prima extraída de la tierra asturiana.

Esta vez me decidí por el menú largo de degustación, del que me permitieron cambiar, sin problemas, la fabada y el pitu de Caleya, por otros que dejé que la cocina decidiera (cestita con tres variedades de pan):

- Cóctel de tomate y el tomate en el cóctel: Una recreación del Bloody Mary para ir abriendo estómago. Divertido y refrescante.

- Aperitivos como bocadillo crujiente de quesos asturianos, anchoa 2011 y croqueta del compango de la fabada. Buen comienzo.

- Consomé de morrones. Un entrante de cuchara original, muy aromático (florales), hecho con jugo de pimiento y tonka (semilla tipo haba), con pistachos, rosas, arbeyos (guisantes) y cebolleta.

- Nabo-Smith: Con dos productos de la zona, nabo y manzana, cortado en finas láminas y con un aliño lacto-cremoso, se elabora este otro entrante que me resultó desubicado en el menú. No le ví la gracia por ningún lado.

- Ostra-plancton-limón: Hermosísima ostra ligeramente pasada por la plancha, presenta con un pilpil de plancton y un ligero mazapán de limón. Grandísimo entrante intenso de sabor a mar. Quizás, para mi gusto, se presentó demasiado caliente; creo que le iría mejor “templadita”.

- Navaja con grasa de almendra: Clásico de la casa. Muy buen producto de buceo pasadita por la plancha.

- Plátano frío/caliente: Me presentaron primero el trocito de plátano (con un ligero recuerdo a caipiriña) y me sugerieron metérmelo en la boca de una vez. Demasiado frío (siempre para mi gusto). A continuación otro trozo, pero esta vez caliente. Mucho más agradable. Está claro que buscan el contraste frio-caliente para limpiar la boca de sabores antes de continuar con el menú, pero no sé, no me divertió.

- Cigala, café, cigala, café: Lo mejor y más original de todo el menú. Una buena cigala presentada en un jugo meloso de aceite de café. Se acompaña, aparte, con un vasito con el consomé de la cigala y una galletita de café salada. Un deleite su degustación; sinceramente, genial.

- Pieles: Un guiso de tripas y migas de bacalao elaborado con un consomé de sus pieles y con una emulsión de pepino, anchoas y alcaparras. Sin duda alguna, maravilloso plato, con un intenso sabor a bacalao. Diría que “de rechupete”.

- Salmonete: Buen lomo asado de salmonete presentado sobre una crema untuosa de patata aromatizada con un ligero sofrito. Me gustó mucho, pero no me emocionó.

- Cóctel sólido de manzana: Trata de emular una versión de sorbete de cava, tratando de enjuagar nuevamente la boca para lo que sigue.

- Arroz con anguila y calamar: Un diez para el punto del arroz, sueltecito y tremendo de sabor a anguila ahumada. Memorable.

- Cochinillo confitado: Clásico de los que ya aburren por su omnipresencia en todas las cartas, no siempre bien conseguida. En esta ocasión me encantó su textura sedosa y jugosa (difícil siendo cerdito). Se presento bajo su piel, muy crujiente, y sobre una ligera crema de ajo.

- Pastilla y stracciatela de azafrán: Delicado postre (aunque de discreto) con una pastilla como de natillas sólidas con trozos de galleta y envuelto en cacao.

- Choco-Martini-Pasión: Mucho mejor este postre con fuertes contrastes entre sus componentes. El sorbete de fruta de la pasión de bandera.

- Crema de arroz con leche requemada: Como siempre muy bueno este clásico de la casa.

En mi caso, no tuvieron ningún detalle en la sobremesa, salvo una trufita.

La carta de vinos es amplia y muy actualizada, sobresaliendo, entre la oferta nacional, variedad de Burdeos y Borgoñas. Precios no muy abusivos (rozando x 2). Pedí, bajo sugerencia del sumiller, Domaine Vincent Dureuil-Janthial 2008 perfecto de temperatura y en copas Riedle. Atentos siempre a rellenar.

Precio total: 113.45€ (inc. IVA, vino y botella de agua de litro a 3€).

Nota: El pan y servicio incluido en el menú degustación.

Aprovechando que estábamos en Avilés, viendo el centro Niemeyer, nos acercamos hasta Casa Gerardo, en prendes ,esta cerca de Avilés y mas aun de Gijón, nos dieron las localizaciones para el GPS, que próximamente pondrán en la Web, al final la pondré, el entorno es un pueblo pegado a una carretera ,de hecho el restaurante esta a un lado de la carretera, tienen su parking, por dentro tiene varios comedores, esta bien, yo conocía su cocina de una feria en la que estuvieron en Bilbao ,y la verdad tenia ganas de ir al restaurante ,y no defraudan, el servicio atento y profesional, os comento a continuación el menú degustación:
Cóctel de tomate y el tomate en el cóctel, muy rico y sencillo, aunque presentado como un blodimeri.

Bocadillo crujiente de quesos asturianos, croquetas de compango de la fabada y anchoa 2011, estos vienen juntos ya los había probado, todos ricos las croquetas suaves y ligeras.

Consomé de morrones (jugo de pimiento y tonga, pistachos, rosas, arbeyos y cebolleta), un plato con demasiado sabor vegetal, pero es lo que es.

Nabo Smith (lascas y tacos de nabo y manzana verde con aliño lacto-cremoso), buen la combinación nabo, manzana

Ostra-plancton-limón (ostra a la plancha, pil-pil de plancton y mazapán de limón),este plato estaba exquisito ,de las mejores combinaciones con ostra que he comido.

Plátano frió/caliente(es lo que llaman un cortante, una rodaja de plátano helado y otra caliente), no le pille el encanto, pero bueno como te dicen es el primer cortante, como un paréntesis, me imagino.

Cigala, café, cigala, café (Cigala en su jugo meloso de aceite de café, consomé de cigalas con galletitas de café saladas) , otro plato junto con la ostra, para quitarse el sombrero, original y acertada combinación, pese a que no soy de café, me encanto, son sabores muy sutiles.

Pieles (Guiso de tripas y migas de bacalao, consomé de piel de bacalao, emulsión de pepino asado, anchoas, alcaparras, piel y brotes de pepino), rico.

Salmonete al limón, ya lo había probado en Bilbao, el salmonete mas rico que me he comido y las dos veces me lo ha hecho sentir.

Cóctel solidó de manzana (Versión de un sorbete de boda), un trozo de manzana macerada, me imagino que en cava, original

Culon asturiano frito (carne de la zona, de vaca, creo).

Fabada de prendes, todo dios estaba comiendo fabes, están muy buenas, suaves como solo las pueden hacer en un restaurante de esta categoría, yo no suelo comer legumbres, fuera de casa, pero en este caso y como a mi mujer y a mi hija pequeña, les gustaron tanto, al día siguiente reservamos mesa otra vez, solo para fabada y el pitu caleya, y os aseguro que no pude comerme postre ,directo al gin-tonic, sin embargo en el día que me ocupa, el del menú degustación, no me lo explico pero hasta añadí quesos de postre ,bueno sigo, de fabes me comí dos platitos, pues casi te hacen repetir, bueno es que están muy buenas.

Pastilla y straciatela de azafrán (natillas sólidas, cacao y trozos de galleta), rico.

Choco-Martini-Pasión (Cóctel postre.Dulce-Amargo-Acido) ,también muy rico.

Crema de arroz con leche requemada de prendes, que decir es tan famosa como las fabes, cremosa, dulce y con su azúcar quemado por encima.

Bueno pues todavía tuve buche, aunque parezca mentira, para pedirme media de quesos asturianos, me sorprendió uno que luego compre, él rey silo se llama, es DOP a fuega’l pitu, pero algo nuevo, mas curado y cremoso, que los quesos de esta D.O.

Respecto a lo bebido me tome un colet grand cuvee a 17,82+IVA, una copa de vino tinto para la fabada un rioja, creo a 3+IVA y un digestivo de ginebra 209+tónica fever a 10+IVA, todos precios más que razonables, al día siguiente me interese por un vino de la tierra de cangas de nancea de monasterio de corias, era la bodega ,me comentaron que si no me gustaba me lo cambiaban ,y la verdad la acidez del vino no me gusto ,y me lo cambiaron, ya no quise arriesgar y me tome las fabes y el pitu, con un monte real, sencillo, sin mas ,a buen precio.
En los postres y contrarrestando la costumbre de cobrarte el pan, aunque en el menú degustación no me lo cobraron, al día siguiente si lo incluyeron en las fabes+pitu, pero prefiero eso y que me obsequien como parece costumbre de esta talla de restaurante en Asturias con un vino dulce para los postres, y en este caso nada menos que con dos copitas de spinola px, un lujo y un detallazo.
El caso es que como os he comentado me metí este menú degustación entre pecho y espalda, sin embargo las fabes y el pitu del día siguiente pudieron conmigo , no me lo explico.
Agradecer a Pedro y a Marcos moran, el buen hacer, la charla amena, la simpatía y los detalles, para con mi hija y con nosotros, son gente como se dice por aquí, gente jatorra, vamos buena gente, y decir que no entiendo que le falta a este restaurante para tener dos estrella michelín, lo veo inexplicable, como otros tantos misterios de la guía roja, ¡así¡ las coordenadas para el GPS : N 43º33’20.45’’ W 5º45’53.97’’

Aprovechando el ultimo sábado de las vacaciones; nos hemos vuelto a acercar desde Santander a Prendes para comer en Casa Gerardo. Esta vez eramos 4 personas, y volvimos a decidirnos por el menu CG (60€ iva incluido).

Aperitivos:

Croqueta de compango (10)
Bocadillo crujiente de quesos asturianos (10). Se trata de un verdadero "hoja"ldre. Una sola hoja, superior.
El tomate en el coctel y el coctel en el tomate. Bloody MAry (10). Fresco, delicado, pero con un punto de picante y alcohol muy gustoso.

Platos:

Pepino en declinación anchoas, y alcaparras (8): Uno de los platos que me costó un poco entender; pero con sabor equilibrado.

Ostra_Limón- Cacao (10): MArcos prepara las ostras de forma fantástica, y la materia prima es impresionante. El limón realza el sabor de la ostra y el cacao se nota muy poco, pero lo que hace es que al final en boca, el sabor fuerte de la ostra desaparece un poco después de haberla disfrutado.

Nabo, Cochinillo y matices (10): Igual el plato que mas nos gustó junto con los pescados...muy buena combinación, mucha delicadeza, y los pequeños trozos de cochinillo crujían en boca.

Cigala café: Cuerpo de cigala totalmente limpio ligeramente hecha a la plancha con aroma de cafe. (9).

Endivia en jugo de cigalas cocinada en un caldo de regaliz (8): Muy original..con unos trozos de endivia realmente frescos...pequeños troncos de la endivia.

Ahumados en jugo tibio de fabada (9,5): segunda vez que tomábamos este plato...y que nos volvió a parecer muy delicado y original...aunque la base sea un jugo de fabada. La combinación realmente funciona.

Coctél sólido de manzana: Buen momento para este coctél que se come con las manos...realmente refrescante.

De los 2 pescados, destaco la merluza con vinagreta de manzana, tomate y calabacin (10): que merluza, que punto de cocción/vapor, y la vinagreta muy fresca/natural que realzaba los sabores de la merluza.

De la fabada y el arroz con leche de esta casa, ya se ha hablado mucho y no hay nada que añadir. simplemente que cada día los clavan...y sigue siendo una muy buena forma de finalizar una comida de cocina innovadora. También es una forma de reivindicar que un tipo de cocina no está reñida con la otra, y también que existen y deben existir muchos tipos de clientes.

El otro postre: Choco_Martini_Pasión (Dulce-Amargo-Ácido: otro 10...uno de los mejores postres del año...se nota mucho trabajo detrás de este postre...

Luego compartimos café y copa con Pedro y Marcos Morán, que son todo amabilidad, y que dispensan un trato al cliente realmente elevado; haciéndole sentir en su casa.

Este restaurante realmente debería tener 2 estrellas en la guía Roja; un reflejo más de la actitud de la guía con algunos restaurantes españoles.
Por otra parte la relación calidad precio es destacable; el precio con 2 botellas de Predicador (30,9€) y 2 cervezas, además de agua fue de menos de 80€ por persona; si comparamos esto con cualquiera de los estrellados de otras comunidades autónoma resulta "barato".

El servicio: atento, y adecuado, explicando los platos con detalle, y rellenando copas de vino y agua, sin que el comensal se diera cuenta.

Vajilla, y cristalería a la altura de la comida.

ISaac

La gran experiencia culinaria del padre, combinada con la frescura de ideas del hijo hace una combinación más que acertada. Si a esto se suma la excelente materia prima y los esfuerzos por buscar la perfección, se queda uno sin palabras. También cabe destacar el equipo de sala, sobre todo el metre, todo un profesional, que no repara en esfuerzos para complacer a los clientes. Nosotros queríamos el menú de degustación, pero dado que uno de los comensales tiene algunas alergias (frutos secos, pescado) se lo adaptaron sin problemas. ¡Fue un auténtico regalo para los sentidos! ¡Pero si me tengo que quedar con algo, es sin duda el arroz con leche!

Casa Gerardo fué una casa de comidas de carretera, enclavada en la aldea de Prendes, en la vieja carretera de Gijón hacia Luanco. Fundada a mediados del 1800.
Mi primera visita fué hace 20 años, cuando aún era un restaurante muy tradicional, famoso en toda Asturias por su fabada y su arroz con leche.
Hoy en día, el restaurante -en el mismo local- es un espacio refinado, que apuesta por los sabores tradicionales, pero estilizados y presentados con gran refinamiento -y sin cursilerías-.
Tiene una carta amplia y creativa, pero sigue ofreciendo la fabada de siempre; eso sí, con un producto muy selecto y escogido, desde las fabes al chorizo.
Tomamos de entrada unas magníficas navajas a la plancha, y nos entretuvieron con una anchoa marinada y algún otro detalle.
Vinos de mucha calidad y precio. Optamos por el Herencia Remondo La Montesa -muy presente en Asturias- como opción moderada.
Buena opción para experimentar la evolución de la cocina asturiana hacia un mayor refinamiento.

Solo decir lo anteriormente dicho un gran restaurante.
pedimos el menu cg muy bueno,servicio impecable y un gran entorno.
Que mas se puede pedir.

Este sabado dia 10 de julio, mi mujer me dió una sorpresa; llevandome a comer a Casa Gerardo. Veniamos de ver un concierto desde Bilbao y el viaje ya duró 4 horas, por un monumental atasco a la salida de la capital bilbaína.
Esto ya provoca en mi cierta tensión porque no llegamos al restaurante a la hora estimada, sino casi con 45 min de retraso...

Pero este mal comienzo de la jornada estaba totalmente compensado por el placer que ibamos a vivir.

Comenzamos con un consome de jamon frio; rico. Pasando a los aperitivos:
Coctail sólido de manzana: Trozo de manzana con aguardiente de manzana dentro; superligero y fresco. Se comienza a comer "asturias".
Bocadillo crujiente de queso asturiano: Hojaldre superfino con una crema sólida de queso asturiano. Realmente sorpreendete y muy sabroso para los amantes del queso como nosotros.
Croquetas de compango: Volvemos a un aparitivo clásico.

Entrantes:
Sopa de avellanas con praliné, rey silo, tomate semiseco y sandía. Plato dulce después de las croquetas, de finisima elaboración, sin empalagar..y que provoca una especie dee spera antes de ir la mundo salado.
Un molusco: ostra escabechada. Finisimo escabece que compensa el sabor fuerte de la ostra, con una muy acertada conjunción. se come en dos bocados, debido al gran tamaño de la ostra. Este plato nos encantó (9)
Bacalajo: Este plato me sorprendió, ya que se trata de un plato muy clásico pero ejecutado a la perfección de una forma que la salsa de ajo arriero es muy suave en boca pero muy intensa...Además algo importante cuando se utiliza ajo en un menu tan largo, el sabor es intenso pero no perdura en boca.(9)
Ahumados: Jugo de fabada, anguila ahumado con huevas de salmón y anchoa y toques picantes. Perfección, suavidad, contraste, (10).
El centollo: la carne, las patas, la manzana, la gelee y mucha cabeza. Mar puro...sabor unico, es otra forma de tomar centollo. Nunca lo habeis tomado tan concentrado, resultado un sabor fuerte e intenso. (8)
UN pez: taco de lubina con alioli de perjil y berberechos. UN grosor de lubina de los que ya no se ven, un alioli ligerísimo. una combinacion perfecta (8,5)
Fabada de prendes: Volvemos a un clásico de la cocina asturiana con el jugo/liquido totalmente desengrasado...(8.5): Un salto de una cocina moderna a una cocina clásica que se encaja y agradece.
Postre de manzana: LAzos, dados y trozos de manzana en texturas con helado de haba tonka. Impresionante, texturas, sabores, todo fusionado con elegancia y sabor (9)
Crema de arroz con leche requemada de Prendes: Sin palabras, no notas los granos de arroz, un final de ensueño (9).

Para beber un Predicador 2007 a 30,9€ (muy buen RCP), y en el postre una sidra especial que tambien nos encantó.

Hablamos con Pedro y MArcos, que se portaron de maravilla con nosotros, hablamos de cocina, cocineros, futbol (Racing Santander, Sporting, Barsa, R.Madrid) y de la final que jugaría la selección española un día después y que ganampos. Aupa España¡¡¡¡

Solo un pero, el vino nos llegó casi después de los aperitivos, pero es un pequeño detalle después de casi 3 horas de pura felicidad.

Pedro, Marcos gracias por hacernos felices.

La cuenta fueron 175€ (2 personas) por 3 horas de felicidad; merece mucho la pena

Hemos estado de tour gastronómico por Asturias y la verdad es que nos ha gustado tanto que hemos cancelado parte alguna reserva para repetir en Casa Gerardo.

Bueno me he leido algunos comentarios y la verdad es que estoy de acuerdo con aquellos que dicen que estamos ante un sitio extraordinario, merecedor sin duda de dos estrellas.
He hecho un video bastante largo de los dos menus de degustación que hemos tomado.

Maravillosos casi todos los platos.
Maravillosos Pedro Morán, su hijo Marcos y Dani, que nos atendío en el apartado vinos de forma magnífica.
El resto esta a un nivel extraordinario.De dos estrellas, sin duda.
Creo que el video que he hecho merece la pena para los que piensen ir a este templo de hospitalidad y buena gastronomía:

http://www.noselepuedellamarcocina.com/2010/04/12/casa-gerardo-un-restau/

Una estrella? Por qué no se lo hacen mirar? Es una absoluta decepción el ver como un santuario como Casa Gerardo no dispone de mayor puntuación en TODAS las guías que yo conozca.
He recibido comentarios en esta magnifica web de Verema, en más de una ocasión, por puntuar bajo en los baremos, mientras doy una cierta nota sobresaliente a los platos. Mi explicación a esos amables comentarios es siempre la misma. Debo "encontrarme" a gusto en el restaurante, y eso, en mi modesto caso, es muy dificil.
Casa Gerardo lo ha logrado.
Arrancamos a las 13.30 del Jueves Santo, lo que permitió dos cosas:
Uno, comer prácticamente solos hasta aproximadamente las 14.30, lo que indica un servicio descomunal, con Dani omnipresente, agradable, dispuesto a explicar lo que falta hiciese, y la cuadrilla auxiliar de 10.
Dos, tanto Marcos como Pedro suben a vernos, a agradecer nuestra presencia (los agradecidos somos nosotros, y nos sentimos d verdad obsequiados). Mesa, mantelería y cubertería/copas de máxima calidad.
ara el Menu Degustación, Dani nos aconseja un Nekeas 2006, que cuaja a la perfección con la "marinidad" del Menu, marcado a 75 euros (que posteriormente convertiré en euritos porque son de los mejor pagados nunca, y no llevo pocas de reseñas,...no).
Copita de consomé (7), coctail sólido de manzana, curiosísimo con aguardiente, refrescante, sabe a Asturias (9). Bocadillo crujiente de quesos asturianos con croquetas de compango de la fabada, combinación perfecta a mi entender.(9)
La ostra escabechada con apio, rosas y pistacho...Pedro, Marcos...¿donde las halais tan grandes? Viene partida en dos, peros esos dos bocados, son de 10. La navaja en unte de almendra, con una fina lista de unte que agudiza el sabor marino del mlusco (9). El nabo, cochinillo y matices, treendamente curioso, pero siguiendo una creatividad bien entendida (8,5). Los ahumados con jugo de fabada, anguila ahumada y toques picante, es extraordinario. (9,5).
El centollo, cabeza y pata resulta de una concentración nunca vista.(7.5). El bacal¨ajo curioso y excelente en boca (8.5) y la lubina ajoperejil (8.5) terminan con la parte marina del magnífico recorrido.
Dani nos abre una botella de Corias, vino de Cangas de Narcea, una aventura en Asturias que seguro que terminará bien. Acompaña mejor imposible a la superlativa fabada de Prendes de Casa Gerardo (9,75). Solo por ella ya vale la pena subir. Postre de manzana (8) y sublime crema de arroz de leche requemada (9), y terminando con sidra de San Juan del obispo, curiosísima sidra natural dulce a la vez que licorosa extraordinaria.
Han pasado dos horas y media. Dani nos baja a cocina, donde hablamos con Pedro y Marcos. Sensacionales personas. Sensacional lugar. Sensacional pensamiento el mio...volver como sea a Casa Gerardo.

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