Yo me acuso.

En este mundo que no es mundo, donde nada es lo que parece y dentro de nada lo que habra que especificar es "producto no light", la comida no podía escapar a ser "politícamente correcta", saludos

A mi los pelillos no me molan nada.

La parte buena de las tendencias y las vanguardias es el aspecto evolutivo que aportan a la cocina, posteriormente el tiempo coloca a cada uno donde se merece, consolidando algunas tendencias y desechando otras por irrelevantes.

Y ni hablamos de los lunch, brunch, cocktails y demás =)

Las que permanecen son las que llegan a las cocinas que nos alimentan; las de cada día. ¿Cuántas tendencias han llegado? ¿cuántas importan lo más mínimo? Esferificaciones, deconstrucciones, brotes, kilómetero cero ¿algo de eso existe realmente en la cocina de verdad? Mientras me lo pìenso voy a mojar un poco de pan (#pandeverdad ;) en la mahonesa.

Saludos,

Jose

Lo que siempre hemos llamado almuerzo, vaya ;-) Veo tus brunch y subo a tostada, a cambio de tosta o bruschetta.

Saludos,

Jose

Lo que siempre hemos llamado almuerzo, vaya ;-) Veo tus brunch y subo a tostada, a cambio de tosta o bruschetta.

Saludos,

Jose

Yo también quiero liberar mi conciencia, me acuso:

- De preferir los platos de cuchara, que me hacen sonreir, a las obras de arte en platos enormes y con escasa materia prima en el centro.
- De disfrutar con los platos que se pueden nombrar con dos o tres palabras, y odiar los que necesitan de dos a tres líneas para ocultar su escasez.
- De gustarme los bocadillos, si es posible con algo que tenga grasilla (sin importar si el colesterol es del bueno o del malo), y deleznar lo que tiene verde dentro del pan.
- En fin, de regirme por la vieja y sabia máxima: "De lo que come el grillo, poquillo"

Saludos
Vicente