Sostres contra el mundo. Ahora le toca a Berasategui

34 respuestas
    #1
    Craticuli

    Sostres contra el mundo. Ahora le toca a Berasategui

    El tal Sostre, ese personaje (por llamarlo de alguna manera), que va por el mundo escupiendo estupideces en artículos de opinión que nada aportan ni importan a nadie, la emprende ahora con el genial cocinero Martín Berasategui diciendo, entre otras lindeces, que es un cocinero provinciano, que la cocina local es un atraso, que en su cocina no hay idea, que en su cocina hay estomago pero no cerebro........y otra serie de patochadas incomprensibles e inadmisibles, (comprobarlo por vosotros mismos).

    Anteayer fui a El Bulli y me encontré al crítico gastronómico Rafael García Santos cenando con el cocinero Martín Berasategui. Mucha más ilusión me hizo encontrarme al bologuero Philippe Regol. Gracias a su inquietud permanente he conocido muy buenos restaurantes. Se lo agradecí.

    Primero, Regol. Su blog es una magnífica guía, muy detallada, que te ayuda de un modo muy útil a saber qué puedes esperar de cada restaurante. Sobre todo cuando como lector te acostumbras a su escritura, a su tipo de elegancia. Él es de un estilo más pausado, más lento. Menos valiente, más palaciego. En el fondo más cobarde, espero que no se ofenda porque se lo diga. En la breve conversación que mantuvimos me dijo que muchas veces se refrenaba y no decía lo que en verdad pensaba. Yo siempre he pensado que la vida es más bella –aunque también más trágica- cuando uno se toma la libertad no como un privilegio sino como un mandato. “Es la vendimia de las fronteras”.

    A pesar de estas diferencias, siento por Regol una total gratitud y recomiendo su blog a todo aquel que quiera conocer los nuevos restaurantes más interesantes de España y ahorrarse las patochadas.

    Lo de Martín en El Bulli tuvo mucha más carga simbólica. Iba, como he dicho, acompañado de Rafael García Santos, un crítico que vio como su éxito caía cuando su guía dejó de ser un escándalo. Algunas veces habíamos hablado, e intentó ficharme para su guía: rechacé la oferta porque nada hay tan triste, especialmente cuando pasan los años, como una crítico gastronómico. Es una tristeza de fondo, todos acaban igual. Se puede escribir de gastronomía y yo lo hago y es fantástico. Pero el crítico especializado acaba siempre fatal, y la gastronomía, como cualquier otra circunstancia, pierde interés cuando no hace promedio con la vida, cuando se encierra en ella misma, cuando no está en el centro de tu vida sino que tú estás en el centro de la suya.

    Pero lo de Martín. Lo de Martín en El Bulli sí que fue un choque. El gran amigo cocinero de Martín siempre fue Santi Santamaria. Tiene su metáfora que a los pocos días de la muerte de éste, estuviera su gran amigo en casa de su gran enemigo. Ese fue el primer gran impacto.

    El segundo es propiamente Martín. No digo que Martín sea un mal cocinero, porque malo no es, aunque a mi jamás me ha interesado lo más mínimo nada de lo que ha hecho. Es un perfecto cocinero provinciano. Su obsesión –como mínimo discursiva- por los productos lugareños siempre me ha puesto muy nervioso. La cocina local es un atraso, del hombre que vivía en cuevas y con taparrabos. Y en el campo, y todo eso. Martín en El Bulli era como un mono con un iPad.

    La gran cocina, como cualquier arte cuando es sublime, tiene que ver con la sensibilidad y con la inteligencia. En El Bulli hay productos tomados de la naturaleza, obviamente, pero son sólo la base, los empleados, las herramientas para crear algo que verdaderamente interese, algo que realmente contenga una idea y sea la realización de esa idea. Un buen poema, una buena escultura y un buen plato son exactamente lo mismo si logran transmitir una idea. Los grandes platos, libros o pinturas son aquellos que logran transmitir una idea que no sólo responde a esa idea concreta sino que es también una metáfora de la solución universal. Una idea total.

    En la cocina de Martín, como en la de Santi, hay producto, pero no hay idea. Hay artesanía, pero jamás arte. Hay estómago pero no hay cerebro. No está mal y es lo que a la masa le gusta, y está bien que así sea porque para la gente simple, comer tiene que ser simple. Es un acto fundamental. A Martín hay que reconocerle, y agradecerle, que siempre ha sido mucho más educado que su amigo, siempre mucho más simpático.

    No sé qué piensan este tipo de cocineros cuando van a El Bulli. No sé si sienten la angustia de un mundo que no conocen, y la disimulan; no sé si se mueren de envidia y luego llegan a casa, intentan algo, se dan cuenta de que no pueden y regresan a sus cocinitas, humillados; o bien es que el localismo les ha dejado ya tan atrofiados que cuando ven a un genio le perdonan la vida y creen que en el fondo ellos son los importantes.

    http://www.elmundo.es/blogs/elmundo/guantanamo/2011/03/03/una-noche-en-el-bulli-vida-social.html

    Pero como un diario nacional le puede dar pluma a un personaje de tal calaña, por favor que lo amordacen.

    #2
    ramico
    en respuesta a Craticuli

    Re: Sostres contra el mundo. Ahora le toca a Berasategui

    Ver mensaje de Craticuli

    Pero a este ser no le habian echado de El Mundo por justificar la violencia doméstica en un articulo??

    En fin, lo que si que creo es que Adriá deberia decir algo al respecto, porque a veces, solo a veces, el que calla...otorga.

    #3
    Cantharellus
    en respuesta a Craticuli

    Re: Sostres contra el mundo. Ahora le toca a Berasategui

    Ver mensaje de Craticuli

    Lo que hay que ver!!! Vamos a incluir al tal Sostres en las lista Críticos Payasos Gastronómicos, con el nº. 1 de momento, seguro que al año que viene repite. Tiene todas las papeletas.

    #4
    Craticuli
    en respuesta a ramico

    Re: Sostres contra el mundo. Ahora le toca a Berasategui

    Ver mensaje de ramico

    Pues parece ser que no le han echado cosa incomprensible, porque lo único que hace un individuo así en un diario es desprestigiarlo. Respecto a la intervención o no de Adria, pues no se, yo creo que con lo mediático de Adria, comentar tales palabras solo tiene un efecto, amplificarlas y darles una repercusión que no merece ni la opinión ni el personaje, así que yo creo que para el caso es mas ilustrativo el refrán de a palabras necias oídos sordos, ¿No crees?.

    #7
    Craticuli
    en respuesta a ramico

    Re: Sostres contra el mundo. Ahora le toca a Berasategui

    Ver mensaje de ramico

    Si, eso si, y al critico payaso ni mentarlo, aunque igual al día siguiente dice en El Mundo que los dos cocineros tienen "rollo", y como son enfermos ahí que gasearlos, vete tu a saber.....................

    #8
    lair75

    Re: Sostres contra el mundo. Ahora le toca a Berasategui

    Adriá por lo pronto hace lo que deberíamos hacer todos con el anormal (meramente decriptivo) éste, ignorarlo, incluído entrar en hilos sobre el tema.

    Oh, wait!.

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